TRANSPIRENAICA SOCIAL Y SOLIDARIA. Una experiencia de transformación social y personal, en el contexto de montaña. 2016: “Refugiados, Migraciones y Hospitalidad”. Del 11 de junio al 23 de julio, desde Cabo Higuer a Cap de Creus El Pirineo escenario de la cuarta marcha solidaria por la inclusión social de la juventud. Este año el tema que unirá y dará sentido a la marcha será “Refugiados, Migraciones y Hospitalidad”. Durante 42 días, 300 jóvenes en situación vulnerable, compartirán sus experiencias junto a 200 profesionales y organizaciones sociales, en una singladura de 800 kilómetros de intercambio e inclusión. Esta iniciativa persigue transformación socio-educativa para jóvenes en situación vulnerable usando la montaña como contexto. A lo largo de su recorrido por el Pirineo navarro participarán organizaciones como Cruz Roja Navarra, Fundación Ilundain-Haritz Berri, Asociación Navarra Nuevo Futuro, Servicio Socioeducativo Intercultural, Fundación Caja Navarra, Centro de educación especial Isterria, Sagrado Corazón de Pamplona, Albergue de Zabaldika y Grupo de Montaña Iturrama. La “Transpirenaica Social Solidaria” (TSS) permite a jóvenes en riesgo de exclusión social vivir una experiencia transformadora en un entorno privilegiado: los Pirineos. otras organizaciones y acompañantes, aporta visibilidad a sus vidas, realidades, sueños y esperanzas. Es el espíritu de esta iniciativa, surgida en 2013, promovida por la “Fundación Formació i Treball” (FIT) de Cataluña: “ Caminar por los Pirineos para ser parte de un reto de transformación social”, y que cumple su cuarta edición. Más info de la Transpirenaica en este documento. Os invitamos a participar el Foro Social Bilbao 09 de junio a las 17h Universidad de Deusto-Sala Garate (campus de Bilbao): Avenida Universidades, 24 Refugio y Hospitalidad: Experiencias en Lesbos y Nador. La política Europea ¿Y nuestra Hospitalidad?
Sin protección en la Frontera Sur: entre Nador y Melilla Se presenta el informe “Sin protección en la frontera. Derechos humanos en la frontera Sur: entre Nador y Melilla”, elaborado por el Servicio Jesuita a Migrantes y Comillas ICAI-ICADE La vulneración de los derechos humanos, con devoluciones en caliente y el reforzamiento de la valla en Melilla, reducen en 2015 los asaltos a once, en los que sólo entraron 100 personas Entre 1.500 y 2.000 subsaharianos aguardan en Nador en condiciones deplorables en bosques para entrar en España. La patera fue el método más usado por los subsaharianos para entrar en la península, un viaje que cuesta hasta 2.000 euros. Las familias sirias que intentan cruzar nuestra frontera sur tienen que pagar a las mafias 1.000 euros por adulto, muchas veces deben separarse de sus hijos, por los que pagan entre 400 y 700 por niño. Tras 17 años de funcionamiento, el CETI de Melilla carece de normativas que regulen la estancia de sus residentes. El informe solicita la derogación del “rechazo en frontera” que establece la Ley de Extranjería, así como medidas de protección para mujeres y niños. Puedes consultar el documento completo Aquí
Durante los días 17, 18 y 19 de mayo se celebrarán en Arrupe Etxea, las jornadas organizadas por la Fundación Ellacuría. Este año os invitamos a profundizar en los fundamentos de la Hospitalidad, en el marco de la campaña Hospitalidad que promueve Jesuitas Social, desde la mirada de las principales tradiciones religiosas presentes en nuestra sociedad. Podéis encontrar el programa completo aquí en euskera y castellano. Os esperamos!
“Es posible que el año 2015 sea recordado por la crisis de personas refugiadas que se desató durante su verano. Más de un millón de personas arribaron a las costas europeas, huyendo de la guerra, buscando una nueva oportunidad. Y se encontraron con la parálisis gubernamental, en el mejor de los casos. En el peor, con la hostilidad más excluyente. ¿Cómo podemos afrontar y colaborar en semejante reto? ¿Cómo podemos estar mínimamente a la altura de nuestros valores y declaraciones?” Este texto es parte de la introducción de nuestra Memoria del año 2015. Os invitamos a leerla, compartirla y acompañarnos en esta tarea ciudadana de exigir a nuestros gobernantes respuestas a la altura de la situación. Y por otro lado, ejercer nuestra ciudadanía, nuestra solidaridad, como complemento de la responsabilidad pública, en el respeto a los derechos de las personas refugiadas y migrantes. Puedes leer el texto completo aquí. Y en euskera, aquí.
Con motivo de celebrarse el 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer, os compartimos un artículo firmado por nuestra compañera Edith Ulloa, que se publica en la Revista Mensajero. “Siempre es buen momento para recordar y hacer visible aquello que es fundamental y nos preocupa. Cada 8 de marzo solemos tener presente la realidad de las mujeres trabajadoras. Una realidad diversa, compleja y también condicionada por la identidad cultural, social y religiosa en países y sociedades diferentes. No obstante, el camino de la igualdad es un aspecto que nos hace coincidir. En pleno siglo XXI la igualdad real y de presencia de las mujeres en los espacios públicos es una realidad aún en construcción. Las estadísticas nos siguen indicando que la brecha entre la realidad de las mujeres y la de los hombres es relevante: diferencias salariales que reflejan menores ingresos para las mujeres realizando el mismo trabajo que los hombres; no respeto de los derechos laborales en actividades profesionales con mayoría de presencia femenina; mujeres víctimas de trata con fines de explotación sexual; ejercicio de la violencia sobre las mujeres de manera sistemática; dejación de los cuidados y trabajos del hogar, mayoritaria en manos de mujeres, y percepción de la conciliación laboral y familiar como algo destinado únicamente a las mujeres; menor posibilidad de acceso a espacios y posiciones de alta decisión laboral, social y política. Estos y otros rasgos presentes en nuestro entorno confirman que la desigualdad entre hombres y mujeres es todavía un fenómeno estructural y sistémico. Y que, por tanto, los cambios que se necesitan requieren transformaciones de gran alcance que se concreten en, al menos, dos niveles: un nivel macro, donde se construyen las políticas, los sistemas sociales, económicos, normativos y culturales; y un nivel micro, en el que se vive lo cotidiano, las relaciones y entornos de convivencia. Solo es posible caminar hacia una igualdad más efectiva si estos dos niveles se encuentran y retroalimentan. Los cambios en los marcos normativos y jurídicos no tienen efecto significativo en la vida de las mujeres si no se producen, simultáneamente, modificaciones efectivas en nuestras calles, hogares, escuelas… De la misma manera, la transformación de nuestras vidas y vínculos diarios necesitan ir acompañadas por el reconocimiento formal y legal de estar construyendo un nuevo «pacto social» que articule las sociedades de una manera diferente, en el que las vidas de las mujeres sean vividas por ellas y valoradas por la sociedad entera. Tener presente el 8 de marzo como día internacional de la mujer desde la perspectiva de las transformaciones que aún están por llegar, nos hace reconocer con mirada agradecida los grandes pasos dados por tantas mujeres a lo largo de la historia. Muchas aportando desde el silencio y la invisibilidad en sus entornos cotidianos, otras logrando que sus nombres perduraran en el tiempo vinculados a actividades políticas, sociales o profesionales. Su legado es una herencia que inspira y compromete a seguir dando pasos: en la política, la economía, la Iglesia, la sociedad y, a la vez, en casa, la escuela, la calle, el trabajo… El 8 de marzo es una nueva oportunidad para renovar el compromiso por seguir transitando este largo y necesario camino en la búsqueda de una igualdad que está relacionada, en definitiva, con el reconocimiento de la dignidad.” Puedes descargar el artículo en la web de Mensajero aquí.
Hospitalidad.es Quienes somos? Europa está viviendo la mayor llegada de refugiados desde la II guerra mundial, la mayoría provenientes de la guerra en Siria. Este fenómeno convive con la llegada masiva a nuestras costas de migrantes de países en conflicto de África y Oriente Medio, así como de exiliados de diferentes latitudes, que huyen del hambre, la pobreza y la desigualdad. Esta realidad nos interpela y nos obliga a reflexionar sobre nuestra capacidad de acogida, nuestra capacidad de empatía con el sufrimiento y nuestra capacidad de cooperación con las causas que originan tanto dolor, desigualdad e injusticia. Por ello, las organizaciones del Sector Social de la Compañía de Jesús queremos sumar nuestro conocimiento y nuestro trabajo para la promoción de una cultura de solidaridad e inclusión con las personas migrantes y refugiadas. A través de la acogida, la cooperación, la incidencia, la sensibilización y la educación, queremos generar un espacio de comprensión, acompañamiento, apoyo y bienvenida. Las organizaciones del sector social de la Compañía de Jesús trabajamos fundamentalmente en tres prioridades: las migraciones, la cooperación internacional y los menores y jóvenes en riesgo de exclusión social. También estamos presentes en otras áreas afines a nuestra misión con diversos colectivos en exclusión social. ¿Qué puedes hacer tú? Sigue este enlace, donde encontrarás opciones para apoyar esta iniciativa.
Nuestro Director y coordinador del Servicio Jesuita a Migrantes España, Miguel González, ha publicado en la serie de Cuadernos de Cristianismo y Justicia una reflexión acerca de la Hostilidad y Hospitalidad, en relación a las personas migrantes. Os invitamos a su lectura, y compartir vuestras reflexiones. Puedes leerlo online aquí “Hostilidad y hospitalidad. Entre una y otra nos movemos en relación a las personas migrantes. Este cuaderno reflexiona sobre ambas actitudes y advierte sobre el peligro que sea la primera la que acabe imponiéndose a través de fronteras externas, fronteras internas, fronteras que matan…. Ante ello la propuesta de construir una hospitalidad de raíces bíblicas que se base en la vecindad y en la plena ciudadanía”. Si quieres recibir estos cuadernos, gratuitamente, puedes apuntarte aquí
Compartimos el manifiesto elaborado por Emakumeok Bidean con motivo del Día internacional contra la violencia hacia las mujeres, donde la Fundación Ellacuría ha colaborado. “Llega otro 25 de noviembre y no podemos decir que la violencia contra las mujeres haya disminuido ni que el número de mujeres asesinadas, por el mero hecho de ser mujeres, sea menor que en años anteriores. Consultando los datos que nos aportan las organizaciones de mujeres, nos encontramos con el escalofriante dato de 89[1] mujeres asesinadas por un hombre en el Estado Español, de las cuales 48 lo han sido a manos de su pareja o ex pareja. Respecto a los y las menores 8 han sido asesinadas, 6 a manos de su padre y 2 de su padrastro. Desde 1999, 1.116[2] mujeres han sido asesinadas por parte de su pareja o expareja, según las mismas fuentes. Son datos desoladores que exigen medidas urgentes de actuación para la prevención, atención y erradicación de la violencia contra las mujeres. Este 7 de noviembre hemos vivido un hecho histórico con la convocatoria en Madrid realizada por 700 organizaciones feministas del Estado en contra de las violencias machistas, y para que esta realidad sea considerada una cuestión de estado. Las feministas y la sociedad civil se movilizaron en contra de una realidad sangrante que es necesario termine ya. Y pidieron al gobierno central y los gobiernos autonómicos que se reconozcan todas las manifestaciones de la violencia machista (no sólo la perpetrada por parte de la pareja o expareja) y exigieron medidas para su erradicación. Desde Emakumeok Bidean acompañamos esa movilización, entendemos al igual que el movimiento feminista que no hay sólo una violencia, sino que la manifestación de dicha violencia tiene diferentes caras y se da en todos los ámbitos sociales, tal y como apuntamos en otro manifiesto. Y que su erradicación ha de ser un punto prioritario en las agendas políticas. Es importante nombrar y visibilizar estas violencias y sus manifestaciones para que no se normalice, para que las mujeres y las jóvenes independientemente de su condición , clase social, procedencia, origen étnico, religión, diversidad sexual o funcional la identifiquen y digan no a la violencia desde la dignidad y la libertad, pidiendo justicia y reclamando sus derechos. Sin miedo. En definitiva convirtiéndose en sujetos políticos del cambio social necesario para una sociedad más justa, donde mujeres y hombres viven en igualdad de condiciones. Las organizaciones que formamos parte de Emakumeok bidean estamos en ese camino de transformación social, apoyando y acompañando la autonomía de las mujeres y jóvenes, y la toma de conciencia que supone ser mujer en una sociedad patriarcal. Ojalá más organizaciones y más personas, mujeres y hombres, se sumen a este bien común, por un mundo más justo y libre de violencias. ENTIDADES FIRMANTES: Asociación Susterra, Asociación Educativa Berriztu, Suspergintza Elkartea, Asociación Zubietxe, Fundación Social Ignacio Ellacuria, FEKOOR, Bidegintza. [1] Datos extraídos de http://www.feminicidio.net/articulo/listado-de-feminicidios-y-otros-asesinatos-de-mujeres-cometidos-por-hombres-en-espa%C3%B1a-2015 [2] Datos extraídos de http://www.separadasydivorciadas.org
Nos encontramos, una vez más, recordando la memoria de los seis jesuitas y dos mujeres asesinadas en la madrugada del 16 de noviembre de hace 26 años en la UCA de El Salvador. Después de tantos años, los nombres de Ignacio Ellacuría, Martín Baró, López y López, Montes, Amando López y Moreno, junto a Julia Elba y Celina, se nos han hecho familiares. Ojalá, también, el recuerdo a su labor, su aporte y sus apuestas. Una de las características más relevantes de aquellos jesuitas recordados era la importancia que ponían en identificar al “Jesús histórico”. Miraban la realidad que les rodeaba para encontrar en ella el paso de Jesús y la encarnación concreta de Dios. Este ejercicio que practicaban de manera continua es un rasgo que quienes les recordamos tenemos la responsabilidad de incorporar a nuestras vidas. Ser fieles a su memoria no es únicamente preguntarnos o indagar sobre la realidad en la que vivieron y murieron, sino cuestionarnos sobre quiénes, hoy y ahora, en el año 2015, nos hablan de la presencia de Dios y de su encarnación en Jesús. Estos jesuitas nos ayudan hoy a poner luz sobre nuestras propias realidades. Hoy Europa, y nuestra tierra también, está siendo preguntada directamente sobre su hospitalidad. Sobre su capacidad para acoger el sufrimiento de decenas de miles de personas que diariamente tienen que abandonar sus lugares de vida y aventurarse a buscar territorios más seguros en los que poder volver a ser personas, con dignidad y derechos, con seguridad, con atención, con cuidado. Ciertamente no sabemos lo que nuestros recordados jesuitas dirían sobre cómo lo estamos haciendo, sobre cómo estamos atendiendo al verdadero rostro del Jesús de hoy: el hombre y la mujer, el niño y la niña que vienen de Siria, Irak, Eritrea, pero también del Magreb, del áfrica subsahariana… que huyen de la guerra, de la devastación, del hambre y la persecución. Lo que sí sabemos es que a ellos les tocó acompañar, escuchar, orar, dar voz, a miles de salvadoreños que, por motivos de guerra, se convirtieron en desplazados y refugiados dentro de su propio país y en los países de su entorno. Cada uno desde sus saberes y capacidades, hicieron realidad el mandato del Servicio Jesuita para Refugiados “acompañar, servir y defender”. Un Servicio fundado por nuestro querido Pedro Arrupe, a quién también recordamos en estos días. Y es que responder a las urgencias y llamadas de cada tiempo es una exigencia del Evangelio. Los seis jesuitas de la UCA escucharon, tomaron conciencia y actuaron. Quienes hoy les recordamos pidiendo ser fieles a su memoria, se nos ha de pedir escucha, toma de conciencia y actuación. Hoy, el fruto que queremos poner encima de la mesa es nuestro deseo de generar hospitalidad, hospitalidad con mayúsculas. Es nuestra contribución al mundo de hoy y a la memoria de quienes hace ya 26 años fueron asesinados por defender la justicia.
Nuestro compañero en prácticas, Asier Torre, de la Universidad de Deusto, asistió a las Jornadas sobre Diversidad y Desarrollo Económico, realizada los días 26 y 27 de octubre pasado en Bilbao y organizadas por Ikuspegi. De esa experiencia, nos comparte algunos datos interesantes, extraídos del informe Impacto económico y demográfico de la inmigración extranjera en el País Vasco del Observatorio Vasco Ikuspegi Este estudio parte de la idea de contrastar el estereotipo que existe en nuestra sociedad vasca, de que la población extranjera recibe más de lo que aporta a las arcas públicas. “El estudio viene a darse tras una investigación rigurosa. Esta ha tenido en cuenta la inversión social que se lleva a cabo desde las administraciones públicas y por otro lado la aportación en materia tributaria. En cuanto a la inversión social se han tenido en cuenta los gastos en prestaciones económicas, servicios sociales, educación, sanidad y vivienda. Y respecto a las aportaciones en materia tributaria se han tenido en cuenta las cotizaciones sociales, impuestos especiales, IRPF e IVA. Analizando los resultados del estudio en profundidad podemos afirmar que en 2008, un periodo claro de crecimiento y alza, el saldo fue positivo en unos 71 millones de euros exactamente. Además, por si no fuera poco, analizando los datos de 2012 en pleno periodo de crisis, recesión y recortes en el ámbito social, el saldo fue positivo, 38 millones de euros. Tras analizar estos datos podemos afirmar que los inmigrantes extranjeros aportan más de lo que reciben por parte de los sistemas de bienestar y que no detraen recursos públicos. Por otro lado, teniendo en cuenta que en Euskadi una de las mayores problemáticas de la sociedad es el reto demográfico, podemos afirmar que la dinámica migratoria entre los años 2001-2013 ha tenido un impacto demográfico muy positivo. Sabiendo que el 50% de la población vasca tiene más de 45 años, la dinámica migratoria ha rejuvenecido la pirámide demográfica lo cual es necesario para la sociedad.”. Estas impresiones y datos, se complementan con el trabajo diario que desarrollamos desde la Fundación Ellacuría y otras muchas entidades del Tercer Sector Social, donde se evidencian, además, los aportes que realizan las personas migradas, a nuestras sociedades, fuera del estrictamente económico. Personas y colectivos con ánimo participativo y de construcción social, que intentamos acompañar y visibilizar.