Cristine Khan, realiza sus prácticas del Máster Internacional en Migraciones y Cohesión Social (MISOCO)-UD.
«Mis dos meses como pasante en la Fundación Ellacuría han sido fundamentales para mi experiencia en Bilbao y en entender mejor la situación de los inmigrantes en un nuevo contexto. Estoy haciendo un Master en Migraciones Internacionales y Cohesión Social con Erasmus Mundus. Ahora mismo estudio en la Universidad de Deusto y el semestre pasado estudié en la Universidad de Amsterdam. Sin embargo, resulta interesante que a veces siento que he aprendido más en mis dos meses acá que en mis nueve meses haciendo el Master; la teoría sólo me ayuda hasta cierto punto.
Como integrante de una familia de inmigrantes, y sobre todo mujeres inmigrantes, me atrajo mucho esta entidad y la posibilidad de colaborar con mujeres inmigrantes. Mi interés en el trabajo doméstico empezó desde pequeña, acompañando a mis abuelas mientras cuidaban personas mayores.
En Ellacuría estoy colaborando específicamente con la sistematización de Torre de Babel. Empecé sin conocer los procesos de la sistematización. Aunque he leído muchos artículos y documentos para entenderla, lo que realmente me ha ayudado es participar en el grupo y los encuentros con Torre de Babel. El sábado pasado, realizamos el segundo encuentro como parte de la sistematización. Salí del encuentro no solo entendiendo mejor el proceso sino valorando yo misma el trabajo del grupo y de las mujeres que lo forman. La sistematización es una manera interactiva de reflejar juntos sobre el impacto del grupo; me ha servido como medida para entender el grupo de Torre de Babel, y el trabajo que han realizado durante los nueve años. He visto que Torre de Babel es efectivamente un refu-apoyo, como dicen las mujeres, que sirve para acoger, formar, apoyar, y reivindicar.
Además de la parte más investigativa, mi trabajo aquí también me obliga a pensar otra vez en la realidad de los inmigrantes, no tan alejada ni separada de la mía. Uno de los momentos más impactantes para mi fue cuando me encontré en la Fundación con una mujer que es empleada en una casa donde doy clases particulares de inglés. Dos semanas antes ella me contó un poco sobre su mala experiencia con la familia donde nosotras dos trabajamos y yo le había pasado el nombre de Ellacuría sin saber que ya lleva 10 meses en Torre de Babel. Aunque nosotras dos somos mujeres y tenemos el mismo color de piel, nuestras nacionalidades nos separan según el empleador. Clases de ingles a dos niños de tres años valen más que el trabajo de la persona que cuida estos niños. Lamentablemente, nuestra sociedad fomenta esta mentalidad.
A través de este momento tenía más claro el significado de entidades como Ellacuría. La mujer y yo vamos a la Fundación por razones diferentes. Yo busco una manera de aprender, entender, y colaborar mientras ella busca ayuda y apoyo. Aun así, me atrevería a decir que nosotras dos hemos encontrado un espacio también para aprender y obtener una nueva visión. Veo que Ellacuría les brinda a ella y a muchos inmigrantes la posibilidad de sentirse bien, reivindicarse, y recibir el apoyo imprescindible que les falta. Como una de las mujeres de Torre de Babel nos dijo en el encuentro, a veces hay cosas que “sólo se aprenden con la ONG». Aunque me molesta mucho que sea así, agradezco mucho haber encontrado una oportunidad para profundizar mis conocimientos y aprender de una forma diferente.»
Gracias por haber estado presente y dar a conocer nuestra realidad.
Y si, es la realidad que se vive, aunque se sirvan de nosotras, no valoran nuestro trabajo hijos o familia……pero si la persona directa a quien brinda.mos nuestro servicio.