Hasta el 21 de julio se está desarrollando la Transpirenaica Social y Solidaria, una iniciativa dirigida a jóvenes en riesgo de exclusión social, que con el objetivo de apoyar a su inclusión, les brindan la oportunidad de una experiencia de vida, relaciones y propuesta educativa, de gran impacto vital. En esta iniciativa participa la Fundación Ellacuría, con un grupo de jóvenes, apoyando su participación en la misma, y siendo parte de la organización del recorrido. Os compartimos un resumen de la experiencia hasta hoy, y os iremos contando más testimonios. Transpirenaica Social Solidaria ¿Qué ha pasado estos días en la #TSS17? La Transpirenaica Social Solidaria llegó el pasado 8 de junio a Bilbao para empezar lo que sería la 5a travesía Transpirenaica Social Solidaria, este año con el lema Un Mundo por la Paz. La TSS tiene como objetivo la inclusión social de todas las personas, dicho de otra forma, que cada persona encuentre su lugar en el mundo. Tenemos una visión de un mundo en el que cabemos todos independientemente de sus orígenes. Consideramos entre nuestros valores la acogida incondicional. Relatamos en estas líneas lo hecho durante los días de la travesía. Podemos hablar de la travesía desde lo meramente objetivo pero también desde lo vivido y compartido. Nos mueve el agradecimiento a cuantas personas nos ayudan, el proyecto no sería posible sin la implicación directa de personas y entidades. 08.06.2017 – PRÓLOGO – Bilbao y Donostia A la llegada a Bilbao nos recibieron los jóvenes y representantes de la Fundación Ellacuría y con ellos y representantes de Banco Sabadell Euskadi, visitamos el centro de la ciudad y asistimos al Foro Social titulado «Pasos en el proceso de Paz» en la Universidad de Deusto. Por la noche, estuvimos en Donostia con Jon, Concejal del Ayuntamiento que nos invitó a cenar en la sociedad gastronómica más antigua de la ciudad, la Unión Artesana Elkartea, creada el 1870. La sociedad gastronómica de mano de Luís y Jon nos prepararon una cena llena de cariño. Compartimos viandas y alegría. ¡Donostia siempre es grande, hasta la lluvia se apuntó! ¡Muchas gracias Luis y Jon por acogernos tan bien y hacernos sentir como en casa! Eskerik asko lagunak! 09.06.2017 – Donosti / Hondarribia La asociación Loiolaetxea para la integración social nos invitó a desayunar en su casa dónde aprovechamos para compartir más vivencias con los nuevos transpirenaicos que se habían unido al grupo la noche anterior. Después de un gran desayuno, Jon, del Ayuntamiento de Donostia, nos hizo de guía de la ciudad y nos acompañó hasta el Ayuntamiento dónde nos reunimos con Eneko Goia, Alcalde de la ciudad. El trato que recibimos cada año por parte de los representantes del Ayuntamiento es magnífico. ¡Muchas gracias Donostia, muchas gracias por vuestro cariño y por todo lo que nos dais! Antes de irnos de Donosti, también conocimos el fantástico proyecto Sisters and the city, muy interesante si tenéis pensado visitar la ciudad. Por la tarde llegamos a Hondarribia. El Concejal de Deportes y Cultura del Hondarribiko Udala, Kalixa, experto remero y campeón de trainera nos enseñó los trucos para remar todos a una. No fue fácil pero la diversión estuvo asegurada. En el Ayuntamiento nos recibieron con todos los honores, los jóvenes se sintieron muy bien acogidos y compartimos las ilusiones de esta travesía. Después de una excelente visita guiada, fuimos recibidos con todos los honores en la Sociedad Klink Elkartea, con un baile Agurra de bienvenida y un coro » Agus Jaunak» que nos puso los pelos de punta con canciones tradicionales. La cena que nos ofrecieron fue tan increíble como el recibimiento. Por la tarde llegamos a Hondarribia. El Concejal de Deportes y Cultura del Hondarribiko Udala, Kalixa, experto remero y campeón de trainera nos enseñó los trucos para remar todos a una. No fue fácil pero la diversión estuvo asegurada. En el Ayuntamiento nos recibieron con todos los honores, los jóvenes se sentidieron muy bien acogidos y compartimos las ilusiones de esta travesía. Después de una excelente visita guiada, fuimosrecibidos con todos los honores en la Sociedad Klink Elkartea, con un baile Agurra de bienvenida y un coro que nos puso los pelos de punta con canciones tradicionales. La cena que nos ofrecieron fue tan increíble como el recibimiento. 10.06.2017 – Etapa 1 – Hondarribia – Bera ¡EMPIEZA LA TRAVESÍA TSS17¡ ¡Y llegó el día tan esperado, empieza la #TSS17! ¡Empezamos la #TSS17 en Cabo de Higuer, Hondarribia (Euskadi) con el propósito de llegar el próximo 21 de julio en el Cap de Creus, (Catalunya) caminando por UN MUNDO POR LA PAZ!El sol había salido hacía pocos minutos, la brisa del mar y los nervios que teníamos a flor de piel hacían de ese momento, una experiencia más que especial. Kalixa, Concejal de Deportes y Cultura del Ayuntamiento de Hondarribia nos acompañó con su familia y aprovechó para entregarnos un «makilla» a cada uno de nosotros. Después de bañarnos en el mar, desayunamos con Txomin, Alcalde de Hondarribia en la asociación Emeki Emakume Elkartea. ¡Muchas gracias Hondarribia por la acogida y el cariño! ¡El makilla nos ayudará a cruzar el Pirineo! ¡Primera etapa de la #TSS17 superada! Bera nos acogió y nosotros disfrutamos de la estancia acompañados de los voluntarios de ERIE, Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencias de la Cruz Roja Navarra. Los voluntarios montaron para nosotros dentro del Frontón Eztegara de Bera un simulacro de campamento de emergencia parecido al que están acostumbrados a organizar para situaciones especiales. Compartimos experiencias y risas, mientras los transpirenaicos empezaban a conocerse un poco más.La Cruz Roja Navarra nos comentó que todos podemos ser voluntarios ¡Anímate! 11.06.2017 – Etapa 2 – Bera – Elizondo Salimos de Bera hacía Elizondo y ya en el monte Santa Bárbara descubrimos que el cansancio podría ser fuerte ese día. Fue una etapa larga en la que el calor se apuntó por momento pero fue mitigado por la niebla. Durante todo el recorrido fuimos acompañados por los voluntarios de la Cruz Roja Navarra y el equipo terrestre. A pesar del cansancio disfrutamos de los paisajes increíbles de Bera, Etxalar y Baztán. En Elizondo, capital del Valle, fuimos acogidos por la gente de Malkorra que nos […]
Os compartimos nuestro resumen de actividad de la Fundación Ellacuría del año 2016. Lo hemos preparado en dos formatos: infografía euskera – castellano y vídeo. Ambos intentan resumir los datos principales de nuestra actividad, recogida en datos e imágenes, para mostrar el trabajo que hacemos entre personal y voluntariado. Siempre coordinadas con nuestras entidades aliadas, dentro de SJM y la familia ignaciana. Esperamos que os guste, y la compartáis. Nos seguimos viendo en el camino!
¡RETO SOLIDARIO! En la Fundación Ellacuría apoyamos la recaudación de fondos para la Transpirenaica Social y Solidaria ¿Cómo lo haremos? a través de Younes Crespo Ouadou quien correrá en la Zurich Marató de Barcelona. Queremos recaudar unos 1000 € (o más!) antes del 12 de marzo, para apoyar la travesía de la Transpirenaica Social y Solidaria, que busca visibilizar los esfuerzos de jóvenes extranjeros para mejorar su vida. Sigue este link para hacer tu donativo, a través de la plataforma Mi grano de arena Ayúdanos a difundir en tus contactos, cuantos más seamos, más podremos recaudar! ¡Vamos hacia la meta!! Contamos con tu apoyo!!
Los días 25-26-27 de Noviembre ha tenido lugar el encuentro de jóvenes: Fronteras Invisibles, un espacio enmarcado en la propuesta universitaria “Aristos Campus Mundus” en la que la Universidad de Deusto, la Universidad de Comillas, y la Ramón Llull ofrecen a sus estudiantes la posibilidad de experiencias y contacto con realidades sociales diversas. A través de la Fundación Ellacuría se ha desarrollado el encuentro con la participación de 24 jóvenes de distintas procedencias: Marruecos, Madrid, Camerún, Mali, Afganistán, Bilbao, Barcelona etc. Lo cual ha propiciado el descubrimiento de la riqueza que supone la diversidad cultural. Esta ha sido una experiencia basada en una convivencia intercultural, comprometida con la acogida y los derechos de las personas extranjeras y en situación de migración forzada, refugio y/o desplazamiento. Durante este tiempo compartido, se han generado distintas actividades relacionadas con los procesos migratorios de las personas, que abarcan desde preocupaciones relacionadas con las dinámicas que se generan en los procesos de refugio e inmigración, hasta nuestra realidad más cercana y cotidiana. Desde la oportunidad de compartir testimonios y vivencias, se han tratado y profundizado sobre temas como los Derechos Humanos, siempre desde una mirada social, e intentando derribar esas barreras que a veces tenemos dentro de nosotros mismos. Una vivencia real de una situación que a veces a muchas personas les queda lejana. Una manera de sentirse acogido por un tiempo corto, pero lleno de emociones. Las y los jóvenes participantes han pernoctado en el espacio “Gauean” donde algunos de los jóvenes marroquíes pernoctan durante el invierno. En estos días, “los acogidos han sido acogedores”, lo cual ha sido un acierto para todas las partes y ha enriquecido enormemente la experiencia. Ha sido un fin de semana con la oportunidad de abrirnos a comprender la diversidad de la vida que nos rodea, dejándonos impregnar sobre la importancia de la defensa de la dignidad humana. Esta experiencia, nos ha reafirmado en nuestra confianza en las personas, es decir, en la bondad de aquellos que sentimos como “otros”. Gracias a quienes que siguen demostrando su confianza en los demás y en una utopía compartida. Asier Torre acompaña actualmente a los grupos de jóvenes del programa «Gauean».
A punto ya de llegar al fin de la Transpirenaica Social y Solidaria, os compartimos la experiencia de nuestro compañero Asier Arpide, en el tramo que transitó junto con jóvenes a los que acompañamos desde la Fundación. Merece la pena la reflexión, en un entorno social y político que no favorece el desarrollo de parte de nuestra sociedad. «Ya a siete de julio e iniciados los San Fermines, célebres fiestas de las tierras por las que ha sido nuestro caminar junto con la Transpirenaica Social y Solidaria este junio de 2016, me propongo contaros cuál ha sido nuestra impresión sobre este bonito proyecto. Desde la Fundación Ellacuria acompañamos a los transpirenaicos por el Pirineo Navarro y un poco más. Iniciamos la salida en el cabo Higuer y llegamos a Zuriza. Dos jóvenes amazigh viviendo el Ramadán se animan a hacer etapas de montaña de unos 20 km de media. No comen, ni beben, durante la horas de sol, y se levantan a las tres y media de la mañana para poder hacerlo. Durante el día una sonrisa y plenitud. Supongo que en parte son posibilidades de una juventud que yo perdí hace no mucho. La naturalidad e ilusión con la que lo viven llega al grupo que les arropa y anima, e incluso busca la forma de solidarizarse con ellos y saber qué es lo que les mueve y qué supone una experiencia así. Alguna persona se anima a vivirlo durante un día y también ellos son acompañados. Acompañantes acompañados. ¿Quién acompaña a quién?. ¿Quién en esta sociedad no necesita de otro en algún momento? Un “otro” que le acompañe en su caminar, en sus momentos de dificultad, en sus momentos de alegría… De eso va este proyecto. Un grupo plural y diverso al que se van sumando personas,grupos y colectivos, y que también van saliendo a lo largo de los días. Diferentes edades, situaciones vitales, religiones, idiomas, recursos personales y físicos… Todo vivido con naturalidad, con apertura, con adaptación para que todas las personas entren. Quizá haya un punto de inocencia perdida en nuestra sociedad en la que se nos llena la boca de discursos de aquello que no somos capaces de hacer, o que no estamos dispuestos a hacer. Una experiencia en el que todo el mundo cuenta, nadie se queda atrás, donde se rescatan valores secuestrados en nuestra sociedad de consumo, de usar y tirar, que prima lo fácil, lo rápido, la ley del mínimo esfuerzo, del pelotazo… frente al caminar, lento y pausado que nos permite mirar, mirar de verdad al otro y a nuestro entorno. Donde el esfuerzo tiene sentido al final del día, donde el compañerismo es la base de la dinámica grupal, donde el afán de superación tanto personal como de las dificultades que nos encontramos en el camino suponen el crecimiento individual y grupal, donde compartimos la lluvia, el barro y el viento, pero también la alegría, las canciones y las largas charlas que nos hacen sentirnos conocidos de hace mucho tiempo. Donde entendemos lo que perdimos al dejar de escribirnos cartas y las cambiamos por los mensajes de watsap, rápidos, cortos y muchas veces intrascendentes, que son efímeros frente al papel guardado, tangible, que se lee y relee y nos lleva a otras épocas y lugares no siempre mejores, pero que en todo caso son parte de nuestra historia. En definitiva, jóvenes universitarios, jóvenes en procesos de incorporación social, migrantes, educadores, personas con discapacidad intelectual, voluntarias de empresa privada y representantes de las mismas, montañeras, personas dispuestas a conocer y dejarse conocer, a dedicarse un tiempo en un entorno natural, a presentar su realidad, que nace de las diferentes realidades que la conforman, en los espacios y ciudades y pueblos a los que van llegando y van siendo acogidos, contrastando con representantes públicos (alcaldes y concejales), descubriendo también la humanidad que habita tras las instituciones, son los que demuestran que otra sociedad es posible y deseada. ¿Será cuestión de escala?, ¿de actitudes?, ¿de prioridades?. Será cuestión de ordenarnos y poner el mundo y su realidad al servicio yel cuidado del ser humano, y no las personas al servicio de la economía y los mercados. No es responsabilidad de los políticos lo que está en la capacidad de las personas que conforman la sociedad, es nuestra obligación pedir y exigir a los políticos la gestión positiva de esta realidad que nosotros como sociedad debemos ir haciendo realidad. Pena de miedos que al final definen nuestros comportamientos y elecciones, y como sociedad temerosa tenemos los políticos que nos merecemos. Al final los elegimos y reelegimos nosotros. Quizá si recuperásemos un poco de esa inocencia perdida, si apostásemos de nuevo por esos valores que nos llenan la boca pero que no rigen nuestros actos, también tendríamos los políticos que nos merecemos y quizá fuesen otros. Y quizá si les diésemos tiempo para hacer las cosas, y en ese tiempo de caminar con otros tuviesen más diálogo y acuerdos, y la referencia no fuesen los 4 años hasta las siguientes elecciones, habría políticas de más largo recorrido, más coherentes y mejores para los ciudadanos. Quizá. Mientras tanto podremos seguir disfrutando de experiencias como la vivida en la Transpirenaica Social y Solidaria que nos aportan horizonte y esperanza.
Nuestro compañero Asier Arpide, nos comparte sus reflexiones sobre la experiencia del domingo 22 de mayo, en Zegama: «El pasado 22 de mayo tres jóvenes amazigh vinculados al programa de participación juvenil Gaztelduak de la Fundación Social Ellacuria, acudieron junto con la Transpirenaica Social y Solidaria (TSS) al maratón montañero que tiene su cita anual por estas fechas en Zegama (Gipuzkoa). La experiencia ha sido realmente impactante. Una vez más se pone en valor la naturaleza y el deporte como dos espacios de incorporación e inclusión, que permiten generar nuevas relaciones desde enfoques y valores diferentes a los que predominan en nuestro entorno social del día a día. Espacios “fáciles”, no forzados, que permiten relaciones muy simétricas independientemente del lugar de origen o de aspectos materiales, perspectiva que recoge y cuida la propuesta de la TSS. Un pueblo volcado con una prueba deportiva exigente, que convoca a los mejores especialistas del mundo, y que pone en el mapa valores ya olvidados o por lo menos no predominantes en nuestra sociedad, cada vez más hedonista, en la que prima la ley del mínimo esfuerzo, donde se aspira al “pelotazo”, donde la superficialidad campa a sus anchas… Frente a esta realidad descubrimos otra en la que se valora la superación personal basada en el esfuerzo, donde el sacrificio y la entrega a una práctica que nos llena tiene sentido, donde la constancia y el compromiso es la base para la participación, donde nos comprendemos parte de la naturaleza y vinculados a su sostenibilidad… En Zegama hemos podido comprobar que los sueños compartidos tienen mucho más valor y riqueza, y son mucho más reales que aquellos que se quedan en el ámbito particular. El sueño de un pueblo que trabaja por poner en el mapa mundial a Zegama con su paraje natural, unos animan, otros hacen horarios imposibles desde sus negocios no buscando tanto el beneficio económico, que también, como ofrecer servicios a todos los que allí nos juntamos, otros se “patean” mil veces el recorrido para marcarlo y acondicionarlo… Familias que han apoyado a sus parejas, padres, madres, para que puedan preparase y participar en esta prueba, y que a la llegada a meta se abrazan y lloran como si todos hubieran corrido. Organizaciones que han realizado lo imposible y han confiado para que alguna persona haya podido participar, cumpliendo el sueño del corredor y a la vez siendo el sueño de todos, viviendo con tremendo orgullo e ilusión el paso por meta. Y entre todo esto llegan los gladiadores, suben la pendiente concentrados, con el esfuerzo marcado en la cara, y una marea humana a ambos lados del sendero los aclama y jalea, los suben en volandas, los llenan de ilusión y les trasmiten que esto es posible a pesar del cansancio de sus piernas y del ardor de sus pulmones. Y entre ellos hay uno, uno que avanza en primer lugar, que surge entre la bruma, y que su ligereza y su trotar hace más pensar en un duende de la montaña que en un ser humano, es Kilian, que una vez más se hace con la victoria de forma portentosa pero desde la mayor de las humildades y con gran agradecimiento a todos aquellos que le acompañan en el trayecto. Desde aquí nuestro ánimo e impulso a los tres jóvenes amazigh que están realizando la carrera de su vida, superando toda clase de obstáculos y pendientes, y puedo asegurar que no son pocas. Contáis con nuestro apoyo, vuestros sueños son también los nuestros.
«Es posible que el año 2015 sea recordado por la crisis de personas refugiadas que se desató durante su verano. Más de un millón de personas arribaron a las costas europeas, huyendo de la guerra, buscando una nueva oportunidad. Y se encontraron con la parálisis gubernamental, en el mejor de los casos. En el peor, con la hostilidad más excluyente. ¿Cómo podemos afrontar y colaborar en semejante reto? ¿Cómo podemos estar mínimamente a la altura de nuestros valores y declaraciones?» Este texto es parte de la introducción de nuestra Memoria del año 2015. Os invitamos a leerla, compartirla y acompañarnos en esta tarea ciudadana de exigir a nuestros gobernantes respuestas a la altura de la situación. Y por otro lado, ejercer nuestra ciudadanía, nuestra solidaridad, como complemento de la responsabilidad pública, en el respeto a los derechos de las personas refugiadas y migrantes. Puedes leer el texto completo aquí. Y en euskera, aquí.
Compartimos con vosotros un artículo publicado en el blog de la página web «SolucionesONG», de la Fundación Haz lo Posible donde nuestro compañero Asier Arpide explica la experiencia «Fronteras Invisibles» desarrollada en 2015, en colaboración con la Universidad de Deusto, dentro del programa Aristos Campus Mundus 2015. «Nuestra propuesta para la Experiencia ACM 2015 en Bilbao proponía generar un espacio de convivencia y reflexión conjunta entre jóvenes diversos: jóvenes provenientes del ámbito universitario y jóvenes con un proyecto migratorio a sus espaldas, que vinieron siendo menores de edad sin sus familias o personas adultas de referencia. De esta forma se encontraron 28 jóvenes de diferentes procedencias: Bilbao, Barcelona, Marruecos, Madrid, Inglaterra, Puerto Rico… reflexionando y contrastando sobre la realidad de los jóvenes en España. Realidades compartidas desde las que viabilizar sus proyectos vitales y establecer sinergias y colaboraciones a partir del conocimiento de la realidad del otro.» Para seguir leyendo: http://www.solucionesong.org/posts/1152
En el marco de la Campaña de Navidad que desde el Colegio Nuestra Señora de Begoña (Bilbao) organiza vinculando a su alumnado y familias, ya será el tercer año que la Fundación Social Ignacio Ellacuria colabora en la propuesta que se realiza a los estuidantes que cursan bachiller. En concreto se les anima a conformar “mochilas de emergencia” (ropa de abrigo, mudas, calcetines, calzado, alimentos en conserva, saco de dormir…) para facilitarlas a otros jóvenes que viven en Bilbao, que son de origen extranjero, y en un porcentaje importante ha salido de los centro tutelados de la Diputación Foral de Bizkaia al cumplir la mayoría de edad. Nos parece que es un buen momento para que estos jóvenes estudiantes conozcan la realidad de chicos no muy distantes en edad que viven en su propia ciudad realidades muy diferentes a la de ellos y ellas, que en general están invisibilizados y que cuando se les visibiliza suele ser con mensajes negativos del que se hacen eco los medios de comunicación con un tremendo impacto para el conjunto de un colectivo que lucha día a día para abrirse camino. Por ello, son los propios jóvenes que participan en Ellacuria los que pasan por las diferentes aulas explicando la situación que ellos mismos conocen de primera mano, lo han recogido y expresan en el texto que viene a continuación: Al cumplir dieciocho años, mayoría de edad, se termina la tutela que realiza la Diputación y el joven tiene que abandonar el centro de menores. – Hay algunos chicos que continúan su proceso a través del programa de la Diputación llamado Mundutik Mundura. Es un programa que no tiene plazas para todos los que salen de los centros y habitualmente acceden a él los jóvenes que más tiempo llevan en centro, y dura dieciocho meses. – El resto, la mayoría, salen a la calle. No hay entorno familiar que les de cobertura y su red social son jóvenes que se encuentran en una situación muy similar a la de ellos. Los primeros pasos en estas circunstancias es ponerse en contacto con el Servicio de Emergencia Municipal (SMUS) y solicitar la tarjeta de comedor y plaza en el albergue. El albergue facilita plaza para tres noches, una vez cubiertas hay que esperar noventa días para poder volver a solicitar plaza y repetir el ciclo. Una vez solucionado esto hay otro paso a realizar, ponerse en contacto con el Programa Hemen, un servicio conformado por diferentes entidades sociales que intenta ofrecer un acompañamiento educativo a jóvenes en esta situación. Las listas de espera no son menores a los tres meses, en los cuales tienes que empezar a ponerte en marcha. Desde entidades que forman parte de ese consorcio se ofrecen cursos de formación profesional. Es indispensable comenzar alguno para poder ser atendido. En centro formativo se vuelve espacio de referencia para cualquier entidad acompañante o interviniente en el proceso del joven. Este proceso formativo se inicia desde la situación de calle en la que se encuentran y la realidad es que la exigencia que se pide a los jóvenes en calle es exactamente la misma que a un chico que va desde su casa y su entorno familiar. Se pide la misma puntualidad, concentración, ritmo que al resto de jóvenes que realizan el curso. Cuando viviendo en la calle, en una casa abandonada, debajo de un puente, en una chabola, no descansas igual, estas en constante situación de alarma, tienes frío, te duele la espalda, la situación de salud se resiente… No es fácil. Los recursos son muy limitados, la sensación de soledad es grande. Hechas de menos un entorno que te acoja emocionalmente, que te arrope, tu familia… Y tienes unas exigencias educativas, profesionales, que te exigen y no quieren que te abandones, que te dejes caer en el victimismo y la autocompasión. No es fácil. Estando en la calle la consigna es AGUANTAR. Con la duda de cuando seré atendido y se abrirán posibilidades de entrar a un piso, plaza de larga duración en un albergue, acceso a Gauean, solicitud y recibir ayuda económica… Vivir con la duda, la indefinición, sin plazos concretos es duro. La situación en calle es complicada y dura, en los últimos tiempos hemos ido viendo cómo se reducían los apoyos que desde las asociaciones se nos facilitaban en algunos momentos. Sus recursos también son menores. A veces algún conocido que ya está en piso o tiene alguna ayuda te deja pasar alguna noche en su casa, te facilita algo de ropa o comida, te da algo de dinero, o te permite darte una ducha o lavar la ropa. Otras a través de otro conocido contactas con alguna asociación con la que mantienes algún contacto posterior y te va apoyando en lo que puede. Pero , no se conoce los espacios de la ciudad, los recursos… Estando en el centro de menores, cuando has hecho alguna salida ha sido a un sitio concreto, a veces acompañado… En este contexto damos los primeros pasos los jóvenes de dieciocho años extranjeros que cumplimos la mayoría de edad aquí en Bilbao, en Bizkaia, sin que nuestras familias estén cerca. Muchas gracias por vuestra atención, escucha y por vuestro interés en conocer una realidad diferente pero real.
En el anterior post enmarcábamos la experiencia de la Transpirenaica Social y Solidaria y anunciábamos unas normas que permiten la convivencia, normas no explicitadas pero por todos asumidas, de forma natural, sin contratos, pero desde el compromiso personal que desarrollamos brevemente aquí: Quien se siente menos fuerte es quien marca el ritmo, nadie se queda atrás, vamos juntos. El grupo se adapta a las necesidades del más débil, y se ponen recursos para ayudar que el grupo vaya a una. Una persona abre la marcha, busca las marcas, indica el camino, y otra la cierra y acompaña y anima a los que van al final. Todos aportan. Cada uno en la medida de lo que tiene. Unos ponen un fondo común, otros cubren los gastos que supone su participación, otros se hacen presentes sabiendo que el grupo no sería el mismo sin ellos, algunos nos reciben en sus casas, otros hacen bocadillos para 25 personas, o nos reciben en su txoko y nos invitan a cenar, o nos abren su pastelería para desayunar… Cuánto se tiene cuando se comparte lo mucho o poco que cada uno tiene. Nadie es invisible. El último que se incorpora a la caminada se presenta, a nadie se le piden papeles, el que está forma parte del grupo desde el momento que llega. Para lo bueno y lo malo. Todos participan: expresan cómo viven el proyecto, su incorporación al mismo, y toman decisiones relacionadas con las cosas que les afectan mientras forman parte del grupo. Se respeta el desarrollo y la libertad individual, porque todos tienen claro el objetivo común. Todo el mundo se siente libre para tomar las decisiones que le afectan siendo conscientes que estas no influirán negativamente en la consecución del objetivo compartido. Hay momentos para estar todos juntos, momentos para encontrarse con tu grupo de referencia, momentos de estar sólo, momentos para estar acompañado, hay quien hace el Ramadán y también quien no lo hace, hay quien decide dormir según llega al destino de la jornada y quien decide celebrar durante toda la noche. Pero al día siguiente todos estarán en la línea de salida a la misma hora, con las mismas ganas e ilusión sabiendo que tras la jornada quedarán menos kilómetros para llegar a la meta. Es una apuesta por la convivencia en la diversidad, no es apuesta sencilla, pero es firme. No se busca las relaciones fáciles ni superficiales. El fundamento de la relación es la igualdad de los participantes en tanto que personas, no en la homogeneidad del grupo. Esto en relaciones intensas hace que surjan roces y diferencias, pero también la capacidad de querer volver a encontrarnos, de escucha, de hacer autocrítica, de reconocer nuestros errores y aciertos en la relación con el otro, en buscarle de nuevo para reconciliarnos, en superar nuestros orgullos y miedos. Y en esto os aseguro que los participantes nos han dado grandes lecciones. Es un espacio de construcción de confianza, donde se apuesta por la persona, y esto hace sentirnos aceptados, superar posicionamientos defensivos, ser capaces de mostrarnos nosotros mismos sin la losa del “qué dirán”, sin el miedo a ser juzgados, y desde estas premisas el comportamiento individual y colectivo gana salud, es un compartimiento más abierto, propositivo, creativo. Nos movemos en dinámicas mucho más empáticas. Y todo esto no implica, ni mucho menos, que este todo hecho o no haya aspectos a mejorar. Es un proyecto joven, que tiene que seguir madurando, desarrollándose, dotándose de ciertas dinámicas organizativas que le ayuden sin perder su frescura y naturalidad. Organización y estructura vs frescura y naturalidad, una más de las múltiples tensiones y equilibrios en los que nos movemos a diario en las diferentes facetas de nuestra vida. Es un proyecto que no pretende agotarse en esos 42 días, sino que quiere establecer dinámicas de reflexión y encuentro mantenidas durante el año, con relaciones que se mantengan estables en el tiempo. Es un proyecto ¿o es algo más?. Es una invitación, es un reto, es una buena práctica…. ¿Te sumas?