3 de diciembre, V Centenario de San Francisco Javier
“Regresaron los setenta y dos llenos de alegría” Lc, 10,17.
“Dichosos los ojos que ven lo que veis” Lc, 10,23.
Entre el 13 y el 16 de Noviembre, en el contexto de la celebración del Quinto Centenario del nacimiento de San Francisco Javier, se han celebrado en Javier las Jornadas “Regreso y encuentro: Misión y compromiso por la Vida digna y la Justicia”.
Con este sugerente título, la Provincia de Loyola junto con Alboan y la Universidad de Deusto, ha querido propiciar una lectura de los retos y desafíos, de los tesoros y las dificultades que comunidades cristianas de todo el mundo encuentran en su lucha por la vida digna de las personas y en su compromiso con la justicia, como en su tiempo hizo Javier.
Para ello se recogieron las experiencias individuales y comunitarias de comunidades de Asia (Corea, Filipinas e India), Latinoamérica (Perú, Colombia, México y Brasil), Africa (Congo, Camerún y Tanzania), Norteamérica (Canadá) y Europa (España). Historias sencillas y cotidianas, pero llenas de fuerza, de vida, de coraje, de esperanza. Narraciones anónimas y silenciosas, pero llenas de Palabra de Dios, de buena noticia.
En Javier se fueron compartiendo y desgranando esos distintos modos en que la fe movió al compromiso por la justicia y de cómo ese compromiso compartido con otros y otras daba sentido y aliento a la fe. Fue un privilegio escuchar la voz alegre de las Comunidades de Filipinas que construyen casas y crean red social en los barrios perdidos de Manila, compartir las lágrimas de los trabajadores encarcelados en Corea por defender un trabajo digno, recrearse en el colorido de las palabras en gamit de una mujer adivasi de Gujerat. Llegó la palabra serena y perseverante de los pueblos indígenas de Bachajón en México y de Colomba en Guatemala, la palabra viva y verdadera del barrio marginal de “El Agustino” de Lima en Perú, la palabra bella, suave y seductora como la misma Amazonía en la que camina místico y austero el equipo itinerante. Vinieron las menudas historias con acento extranjero de Romero´s house en Toronto y de Loiolaetxea en San Sebastián en vida y lucha compartida con otros. Sobrecogieron las dramáticas narraciones de vidas rotas por el SIDA en Congo, la miseria impúdica del barrio de Tandale en Tanzania y la difícil convivencia con gentes de otras creencias en la pobreza de Bogo en Camerún, pero fue un regalo su sonrisa abierta, su abrazo generoso y acogedor, la infinita vida que se crea y recrea en medio de todo ello, Africa que danza, canta y vence a tanta muerte.
Compartieron estos días seis teólogas y teológos, que leyeron estas narraciones e hicieron una reflexión en voz alta, con tonos y matices distintos, pero todos ellos creativos, sugerentes, humildes, gozosos, abiertos, cercanos.
Regresa Javier a su tierra, 500 años después, a un mundo tan distinto, pero en el que descubre que su vida y su testimonio han valido la pena, que sigue vivo en la palabra y el gesto de tantos hombres y mujeres a los que sigue moviendo el Cristo crucificado, a los que sigue dando vida el Cristo sonriente. Regresa y encuentra hombres y mujeres en tanta diversidad, de tantos rincones, de tantas voces distintas que dicen la misma palabra, que viven la misma buena noticia: que el reino de Dios vive escondido en los pobres y los sencillos, que es posible otra Iglesia, que es posible otro mundo.