EL MOTOR DE TODO EL
ECUMENISMO EN ESPAÑA:
D. JULIÁN GARCÍA HERNANDO
¿Cómo hacer aquí una semblanza de quien, como fundador y director durante casi 25 años, ha publicado decenas de artículos en los que ha puesto bien de manifiesto su carisma ecuménico?
Sin embargo, es preciso hablar ahora de D. Julián García Hernando, singular pionero del movimiento ecuménico en España. Su ingente labor de casi 40 años puede dividirse en tres partes: Fundador de las Misioneras de la Unidad, Director del Secretariado de Ecumenismo de la Conferencia Episcopal Española, Fundador y Director del Centro Ecuménico Misioneras de la Unidad. Con todo lo importante de sus dedicaciones ecuménicas, subrayaría como la más significativa el Centro Ecuménico.
Una obra para el ecumenismo
Allá por el año 1950 llegó a Segovia como rector del Seminario Diocesano, en el que había cursado toda su carrera sacerdotal, transpirando por todas sus actitudes dos inquietudes: cambio y unidad. Efectivamente, durante una década transformó el Seminario anticipándose a muchas cosas abordadas por el Concilio Vaticano II y creó en ese centro eclesiástico un ambiente ecuménico notable. En el Octavario de Oraciones por la Unión de las Iglesias, primero, y en la Semana de la Unidad después, pasaron por allí ecumenistas como el P. Santiago Morillo, SJ, el Ilustre D. Francisco Aguirre, el P. Ignacio Saade, el Hermano Roberto de Taizé y otros. En 1960 creó lo que llamó Academia Ecuménica, desde la que, con estudios, conferencias, exposiciones de libros y revistas de ecumenismo, dio vida a un alto compromiso ecuménico por parte de los alumnos y muchas personas de la ciudad.
El 6 de enero de 1962 fundó, con la aprobación del obispo, Mons. D. Daniel Llorente y Federico, que siempre aceptó las propuestas ecuménicas del rector de su Seminario, la Institución Femenina Misioneras de la Unidad. A partir de esa fecha algunas jóvenes de Segovia dedicaron su vida a la causa de la búsqueda de la unidad de los cristianos. Paradójico resulta recordar que entonces en Segovia no existía ni un solo protestante ni ortodoxo. La repercusión de las Misioneras de la Unidad en toda España ha sido considerable y durante muchos años, excepto la realidad ecuménica de Barcelona de la que hemos hablado en otros números de Pastoral Ecuménica, el ecumenismo español ha sido roturado y sostenido por las Misioneras de la Unidad, a las que D. Julián ha dedicado sus mejores desvelos y tiempo.
La Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales
Nació en la población vallisoletana de Campaspero (campo áspero) en 1920, ingresó en el Seminario de Segovia donde fue ordenado sacerdote el 19 de marzo de 1943. Ingresó en la Hermandad de Operarios Diocesanos y años después fue enviado de rector a Segovia, donde ganó por oposición la cátedra de Historia de la Iglesia, enseñanza que impartió hasta 1966, cuando se trasladó a Madrid para comenzar su trabajo como Director del Secretariado de Ecumenismo de la Conferencia Episcopal Española.
A lo largo de 30 años su actividad al servicio de este organismo fue ingente, la era García Hernando, podríamos decir. Le cupo la organización inicial, el desarrollo y la consolidación del ecumenismo en España, tan alejada de estas realidades. Fue el autor de sus Estatutos, primero del Secretariado Nacional de Ecumenismo, presidido por Mons. Pedro Cantero, y pasados unos años de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales.
Tareas a destacar, entre tantas, fueron: la creación de las delegaciones diocesanas de ecumenismo, las Jornadas Nacionales de Teología y Pastoral del Ecumenismo desde 1967 a 1983, convertidas en Jornadas Interconfesionales de Ecumenismo de 1984 a 1998.
Sus relaciones con el ecumenismo europeo y mundial se hicieron constantes y estrechas como se constata por su asistencia a tantas Asambleas Generales del Consejo Mundial de Iglesias, a siete de las nueve celebradas hasta ahora e incluso a la última de Porto Alegre. D. Julián era bien conocido en los locales del Consejo Mundial de las Iglesias en Ginebra, donde trabó amistad con tantos protestantes y ortodoxos. Entre ellos destaca el Metropolita Emilianos Timíadis, con quien fundó los Encuentros de Religiosas/os, en 1970, hasta este de 2008 en que se celebra, después de 40 años, el XXXVI Encuentro en Sobrado de los Monjes, en Galicia, después de haber recorrido numerosos lugares católicos, ortodoxos y protestantes de Europa. Y también de España en otras ediciones.
Una curiosa anécdota que refleja el lugar de D. Julián en el Consejo Ecuménico de las Iglesias: al no encontrar los dirigentes de Fe y Constitución lugar para la celebración de su V Conferencia, consultaron al sacerdote español, por aquellos días en Ginebra, si podría hallar un sitio en España; ni corto ni perezoso recabó el parecer y posibilidades del arzobispo de Santiago de Compostela y en la ciudad del Apóstol tuvo lugar esa reunión ecuménica, en 1993, uno de los mayores frutos ecuménicos.
Dentro de la ingente actividad en la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales (CERI) destaca la creación del Comité Cristiano Interconfesional, en 1968, en el que, de forma fraterna, intervenían la lEE, IERE, Iglesias Ortodoxas griega y rumana y otras, que tan grandes frutos ecuménicos produjo a lo largo de 30 años El Comité tenía dos secretarios: D. Julián y el pastor Poveda, de la IEE. Fue un organismo verdaderamente práctico y en la brecha de la acción ecuménica, que hoy debería ser sustituido por un Consejo de Iglesias, no aceptado aún en España por la católica.
Por otra parte, CERI organizó y participó en los grandes Congresos Interconfesionales e Internacionales del Centro Ecuménico de la Universidad de Salamanca, como se dijo en el número anterior de Pastoral Ecuménica, y también en Congresos Islamo-Católicos en Córdoba y Alcalá de Henares.
No podría citar sino en muchas páginas la actividad ecuménica de D. Julián García Hernando al cargo de CERI, pero he de terminar aludiendo a la creación de su Boletín Informativo, aún subsistente.
En 1982 apareció el BEN. Para su estudio y debate CERI convocó una reunión especial y se cuidó, por otra parte, de la contestación al documento que desde CPPUC se pedía en 1985.
Instituto Misioneras de la Unidad y Centro Ecuménico
Durante más de 30 años, desde 1972, ha funcionado en el centro de Madrid, Plaza del Conde de Barajas, 1, y luego, a partir de abril de 2003, en la calle de José Arcones Gil, 37, el Centro Ecuménico Misioneras de la Unidad. Tal vez sea esta la obra principal de D. Julián García Hernando.
La característica específica de este Centro Ecuménico es la formación ecuménica y la espiritualidad. Desde ese 1972, más de 20 profesores cada año, en cuatro clases semanales, han impartido a cientos de alumnos enseñanzas de teología, Biblia, historia del ecumenismo, espiritualidad ecuménica, liturgia, etc. Hace años se impartieron cursos a distancia. Cada mes se celebra una oración ecuménica dirigida por pastores de diferentes Iglesias ecuménicas y el Centro colabora con la Delegación Diocesana de ecumenismo y con otras Iglesias en la Semana de la Unidad.
El capítulo de publicaciones es importante. Primero un Boletín ciclostilado, “Centro Ecuménico Misioneras de la Unidad”, de 1978 a 91, con una periodicidad bimensual y al final mensual. En 1986 apareció Pastoral Ecuménica, revista de ecumenismo, con las secciones de Estudios, trabajos de fondo del tema ecuménico, Miscelánea, artículos informativos y Recensiones de libros de ecumenismo. Repasar los 74 números de estos 25 años es una delicia y el testimonio del Movimiento Ecuménico. Había durante muchos cursos una sección de información ecuménica con el título de: “Movimiento Ecuménico” donde se ofrecían abundantes noticias de ecumenismo en general, de la Iglesia ortodoxa y del ecumenismo en España. Esta sección desapareció cuando en el año 2000 se fundó el Boletín electrónico Infoekumene, donde muy ampliamente se ofrecen noticias acerca de ecumenismo, movimientos ecuménicos, materiales de ecumenismo y documentos ecuménicos, con una periodicidad bimensual.
Aparte hay que citar la edición de folletos y algunos libros de D. Julián García Hernando.
El Centro Ecuménico cuenta con sus asociaciones: Cristianos para la Unidad, cuyo objetivo es la búsqueda de la unidad por medio de personas preocupadas por esta causa en sus dimensiones espiritual, doctrinal, pastoral y social. Asociación Centro Ecuménico Misioneras de la Unidad (ACEMU) con personas de diversas diócesis, un grupo de cristianos inquietos que buscan dar testimonio de la unidad en su ambiente. ACEMU cuenta en su haber con la organización de los Congresos de Ecumenismo, con los que se ha pretendido convocar y reunir a muchas personas comprometidas en España con el Movimiento y presentarles los temas más actuales y vitales del ecumenismo.
El primero de los Congresos, con el lema: “El 40 aniversario del Decreto Unitatis Redintegratio” en Madrid, los días 10-12 de diciembre de 2004, cuyas actas se publicaron en los números 64-65 de Pastoral Ecuménica, en un solo volumen; el segundo sobre: “El Directorio de Ecumenismo” tuvo lugar, también en Madrid, los días 1-3 de diciembre de 2006 y sus actas fueron publicadas en el número 70 de Pastoral Ecuménica. Se prepara el tercero sobre: “Retos de Sibiu para el Ecumenismo en España” para el próximo mes de noviembre.
Con la asistencia de más de 130 personas las ponencias y mesas redondas estuvieron en todo momento a gran altura y por petición de los asistentes el próximo Congreso de 2008 acogerá más solicitudes de asistencia.
Por otra parte, son de notar las nuevas instalaciones de este Centro Ecuménico con una magnífica biblioteca de temas doctrinales, pastorales, históricos… de ecumenismo; en una buena hemeroteca conserva las más importantes revistas nacionales y extranjeras de ecumenismo y un excelente archivo guarda documentos de las más importantes actividades ecuménicas de España y de este Centro.
Amén de esto el Centro Ecuménico cuenta con un salón-capilla donde se celebran conferencias, clases y actos de oración ecuménica.
Entre tantas personalidades ecuménicas, españoles y extranjeros, de diversas Iglesias, hay que destacar la visita del cardenal Walter Kasper, Presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, que visitó el Centro el 30 de marzo de 2004, donde pronunció una importante conferencia seguida de nutrido coloquio. Fue, sin duda, un espaldarazo para la obra ecuménica de D. Julián García Hernando.
Varios homenajes a este insigne ecumenista han subrayado la trascendencia de su obra ecuménica en España. El primero tuvo lugar en Madrid en 1992, con motivo del 50 aniversario de su ordenación sacerdotal y dio lugar a la edición de una espléndida obra: “Al servicio de la Unidad”. El segundo se celebró en Segovia, en la Semana de la Unidad del año 2000 y quedó reflejado en el número 49 de Pastoral Ecuménica, todo él dedicado a este acontecimiento El tercero tendrá lugar próximamente, ofrecido por la Asociación Ecuménica Internacional (IEF), en la que con ahínco y eficacia trabajó durante muchos años.
Unido a D. Julián García Hernando desde hace más de 50 años, no sabría encontrar una expresión adecuada para calificar su admirable acción ecuménica en España. Él lo ha hecho todo o casi todo en el ecumenismo en nuestra nación. Es, al menos, como el Couturier español. Qué el Señor continúe bendiciendo y protegiendo su obra.
José Luis DÍEZ MORENO