Nuestro compañero en prácticas, Asier Torre, de la Universidad de Deusto, asistió a las Jornadas sobre Diversidad y Desarrollo Económico, realizada los días 26 y 27 de octubre pasado en Bilbao y organizadas por Ikuspegi. De esa experiencia, nos comparte algunos datos interesantes, extraídos del informe Impacto económico y demográfico de la inmigración extranjera en el País Vasco del Observatorio Vasco Ikuspegi
Este estudio parte de la idea de contrastar el estereotipo que existe en nuestra sociedad vasca, de que la población extranjera recibe más de lo que aporta a las arcas públicas.
“El estudio viene a darse tras una investigación rigurosa. Esta ha tenido en cuenta la inversión social que se lleva a cabo desde las administraciones públicas y por otro lado la aportación en materia tributaria.
En cuanto a la inversión social se han tenido en cuenta los gastos en prestaciones económicas, servicios sociales, educación, sanidad y vivienda. Y respecto a las aportaciones en materia tributaria se han tenido en cuenta las cotizaciones sociales, impuestos especiales, IRPF e IVA.
Analizando los resultados del estudio en profundidad podemos afirmar que en 2008, un periodo claro de crecimiento y alza, el saldo fue positivo en unos 71 millones de euros exactamente. Además, por si no fuera poco, analizando los datos de 2012 en pleno periodo de crisis, recesión y recortes en el ámbito social, el saldo fue positivo, 38 millones de euros. Tras analizar estos datos podemos afirmar que los inmigrantes extranjeros aportan más de lo que reciben por parte de los sistemas de bienestar y que no detraen recursos públicos.
Por otro lado, teniendo en cuenta que en Euskadi una de las mayores problemáticas de la sociedad es el reto demográfico, podemos afirmar que la dinámica migratoria entre los años 2001-2013 ha tenido un impacto demográfico muy positivo. Sabiendo que el 50% de la población vasca tiene más de 45 años, la dinámica migratoria ha rejuvenecido la pirámide demográfica lo cual es necesario para la sociedad.”.
Estas impresiones y datos, se complementan con el trabajo diario que desarrollamos desde la Fundación Ellacuría y otras muchas entidades del Tercer Sector Social, donde se evidencian, además, los aportes que realizan las personas migradas, a nuestras sociedades, fuera del estrictamente económico. Personas y colectivos con ánimo participativo y de construcción social, que intentamos acompañar y visibilizar.