“Existir es existir políticamente” A. Sayak El pasado 19 de noviembre se cumplieron 81 años desde que las mujeres ejercieron efectivamente el derecho a votar libremente en España. Aunque dicho derecho, junto con otros muchos, se canceló durante la dictadura, otros países tardaron más en reconocerlo. Por ejemplo, Suiza no lo hizo hasta 1971. Hoy nos parece inconcebible que hasta hace relativamente poco la mitad de la población estuviera excluida de la condición de ciudadana. Participar en la toma de decisiones de aquello que nos afecta es un derecho elemental, que hunde sus raíces en nuestra condición humana de seres sociales. Hoy, la ampliación del círculo de la ciudadanía encuentra un último reducto en las personas inmigrantes, que de hecho son excluidas de la capacidad de elegir a los representantes en los lugares donde viven, trabajan, contribuyen y crean sociedad. Se trata, a nuestro juicio, de una anomalía democrática de primer orden. En el debate sobre la integración de las personas inmigrantes solemos poner énfasis en el acceso al empleo, a los servicios y a las prestaciones del estado de bienestar. “¡Primero hay que comer!” – dirán algunos. No les falta razón, al indicar que existen unas bases materiales mínimas que soportan la condición ciudadana. También incluimos en la idea y trabajo por la integración la cuestión de la participación social, apoyando y fortaleciendo las relaciones comunitarias, el asociacionismo, las redes y plataformas de entidades. Sin embargo, la participación política y electoral suele estar ausente del trabajo por la integración. Cierto que en nuestro entorno existen limitaciones legales importantes, empezando por el artículo 13.2 de la Constitución Española, que condiciona la participación a la existencia de tratados internacionales bajo el principio de reciprocidad. Se trata, sin duda, de un marco legal insuficiente, que debería modificarse para abrirse a la plena posibilidad de sufragio activo y pasivo de los extranjeros residentes. Sin embargo, mientras tanto, es necesario hacer uso del margen legal existente, por pequeño que sea. De esa manera, se podrá comenzar a revertir la tendencia a la infra – representación política de las personas residentes de origen extranjero, con la consiguiente dificultad para hacer valer sus intereses y voces – también diversos- en la esfera pública. Por eso, mientras seguimos abogando por que se desvincule la condición ciudadana de la nacionalidad y por que existan mecanismos más inclusivos de participación política, no dejamos de hacernos eco y recomendar esta guía electoral de Harresiak Apurtuz, con todas las indicaciones para poder participar en las próximas elecciones locales, que tendrán lugar en primavera del año que viene.
El próximo jueves 18 de diciembre se celebra el Día internacional de las Personas Migrantes, celebrado por primera vez en el año 2000 a iniciativa de las Naciones Unidas. Desde la Fundación Ellacuría queremos invitaros a un encuentro de Música y Reivindicación, que realizaremos dentro de la programación de Munduko txokoa, formación para la solidaridad en Arrupe etxea, el sábado 20 de diciembre a partir de las 18,30 horas, en el salón de Actos de Arrupe Etxea, c/ Padre Lojendio Nº 2, Bilbao (cerca del metro Abando). Compartiremos música, reflexión y una dinámica con el lema “Cruzando fronteras para crecer en derechos”. Nos acompañarán los grupos musicales Sin fronteras, Izen Barik y Sapali Percussion. Al final, realizaremos un pequeño lunch. Una actividad para toda la familia. Entrada libre. Os esperamos! Informazio gehiago
La Asociación Diáspora Saharaui – DISABI- está realizando una serie de actividades en el Ayuntamiento de Basauri, dentro de las propuestas deProgramación Basauri Sahara “Planeta Basauri”. Se están realizando diversas actividades, exposiciones, charlas, cine-debate, talleres, con la intención de acercar a la ciudadanía la realidad y las luchas del pueblo saharaui en la actualidad. Adjuntamos programa con las actividades propuestas.
“¡Ah! Así que trabajáis en el ámbito de las migraciones. Pensaba que con ese nombre vuestra organización estaría más relacionada con el pensamiento y la acción de Ignacio Ellacuria”. El anterior es un comentario que se produce no pocas veces cuando personas conocedoras de la vida del rector de la UCA de El Salvador asesinado hace ahora veinticinco años descubren que nuestra misión gira en torno al trabajo por la ciudadanía inclusiva desde la realidad de las personas migrantes. Durante los días pasados me ha asaltado frecuentemente este cuestionamiento. He tenido ocasión de compartir un tiempo con la Red Jesuita con Migrantes en Guadalajara – México. La red está compuesta por todas las entidades jesuitas que acompañan, sirven y defienden a las personas migrantes. En este caso, en el llamado “flujo norte”, que lleva a miles de personas centroamericanas y mexicanas a transitar desde sus países, a través de México y hasta los Estados Unidos. He podido aprender sobre la situación en los países de origen. Junto a las razones económicas y a la reunificación familiar, cada vez cobra más fuerza la expulsión por la violencia social ejercida por el crimen organizado y las maras. Nos hemos asomado a la inmensidad de sufrimiento y violaciones de derechos humanos que enfrentan los migrantes en su tránsito. Acoso policial, secuestros, crimen organizado, extorsión, violencia sexual, tráfico de personas, accidentes en “La Bestia” (los trenes de mercancías que abordan para avanzar). Muchos y muchas desaparecen en el camino. “Lo importante es no perder la vida para seguir adelante…soportamos que nos golpeen, nos secuestren y vendan, nos violen, nos roben…” decía un joven hondureño en un albergue de Guadalajara. Pedro Pantoja, sacerdote a cargo de los albergues en un territorio controlado por el cártel de los “zetas”, hablaba de “la flor que nace de la muerte” en referencia a las tantas mujeres que a pesar de sufrir vejaciones y violaciones en el camino, conservan la determinación de tirar adelante. También hemos conocido a toda la red de personas que se movilizan en su apoyo, muchas veces enfrentándose a los mismos poderes fácticos y criminales que controlan el territorio. Son redes de albergues, gente organizada o individual que ofrece su hospitalidad, aun a costa de jugarse el patrimonio y la vida. Las Patronas, mujeres campesinas de México que apoyan a los migrantes, quizá sea una de las experiencias más conocidas. “¿Por qué es delito compartir nuestro pan?”, nos decía Norma Romero, una de sus fundadoras. “Ustedes nos importan, también tenemos hijos”, es lo que replican a los migrantes que se sorprenden ante su respuesta solidaria. Las caravanas de madres y familiares que parten de Centroamérica en busca de los familiares desparecidos en el camino también suponen también una reacción a toda esta violencia. El tránsito culmina con el paso de la frontera a Estados Unidos, cada vez más militarizada. A la vez, se produce un fenómeno que conocemos bien en Europa: su externalización. La frontera sur de EE.UU. se corre hacia el sur de México. Los retenes militares y policiales son frecuentes en todos los corredores, muchísimo antes de que los migrantes se acerquen a la línea fronteriza. Quienes consiguen cruzar se enfrentan a la detención, criminalización y a una deportación muchas veces realizada sin la mínima consideración humanitaria. Son dejados de noche, en zonas fronterizas controladas por el crimen organizado, despojados de los mínimos medios, como teléfonos, dinero, etc., donde fácilmente son presa de todo tipo de abusos. La crisis de los menores migrantes no acompañados de este verano ha situado en la palestra esta realidad en toda su crudeza. Y, finalmente, también hemos podido acercarnos a toda la labor que las organizaciones de migrantes latinos llevan a cabo en Estados Unidos por la reforma migratoria, reivindicando el derecho de tanta gente que durante años ha contribuido a la sociedad estadounidense con su trabajo en situación indocumentada. La situación se ha complicado después de las elecciones de principio de este mes. Todo el mundo está a la espera de que el presidente Obama adopte por decreto una decisión que sea beneficiosa para los millones de migrantes que viven una situación tan precaria, separados de sus familias, o con el riesgo de ser deportados y serlo definitivamente de las que formaron en Estados Unidos. Todas estas personas me han impactado y conmovido profundamente. El mencionado Pedro Pantoja, nos hablaba de los y las migrantes como “sujeto histórico emergente” que “nos ha hecho perder el miedo a la muerte” y al cual “tenemos que seguir en su camino, su lucha y sus símbolos”. Esta realidad tan apabullante y central de la realidad sociopolítica del momento, junto con tantas historias desbordantes de coraje, solidaridad y redención en medio de la muerte me llevaron a preguntarme si Ignacio Ellacuria no estaría hoy en medio de esta batalla, con los mismos instrumentos que utilizaba en su tiempo: el análisis crítico, la investigación, el diálogo social y político, la creación de opinión. He podido formular la pregunta a varios jesuitas centroamericanos con los que he convivido estos días. Algunos de ellos fueron compañeros de Ellacuria. La respuesta ha sido coincidente, entre ellos y con lo que yo barruntaba: el “hacerse cargo de la realidad, cargar con la realidad y encargarse de la realidad” propio de Ignacio Ellacuria hoy no dejaría escapar la cuestión migratoria. Claro que esto no deja de ser una especulación y un juego mental. Pero tal llamamiento a analizar la realidad y asumir nuestra responsabilidad en su transformación no puede obviar este auténtico fenómeno de la migración, que impacta a las mayorías populares en Centroamérica y es una seña de identidad del mundo entero. Para hacerse cargo de la realidad, lo primero y fundamental es una mirada honesta a la misma. La mirada desde abajo – desde las víctimas, desde quien está privado de sus derechos, desde “los y las nadie”– es la que nos permite abrirnos a una preocupación universal por una sociedad y una ciudadanía inclusivas. Así que en nuestra entidad llevamos con orgullo y […]
El domingo 16 de noviembre de 2014 se cumpliran 25 años del asesinato de los mártires de la UCA (Elba Ramos(Santiago de Maria, El Salvador, 1947) y su hija Celina Ramos (Jayaque, El Salvador, 1973), Ignacio Ellacuría (Portugalete 1930), Juan Ramón Moreno (Vallatuerta, Navarra, 1933), Segundo Montes (Valladolid, 1933), Ignacio Martín-Baró (Valladolid, 1942), Amando López (Cubo de Bureba, Burgos, 1936), y Joaquín López (Chalchuapa, El Salvador, 1918)) , por ello este año las entidades de la Compañia de Jesus en Araba y Bizkaia, conmemoramos su aniversario con las siguientes actividades, desde lunes 10 de noviembre al sábado 22 de noviembre: Mesa redonda “Mujeres trabajando por la justicia” (Bilbao) Conferencias El pensamiento social y etico de Ignacio Ellacuria (Bilbao y Vitoria) Mesa redonda Servicio a la verdad y a los pobres: Mártires en la Universidad (Bilbao) Exposición bibliográfica (Bilbao) Ofrenda floral (Portugalete) Eucaristias (Bilbao y Durango) Homenaje a los mártires de la UCA-El Salvador (Bilbao) Oración (Bilbao) Video forum (Durango) Proyeccion documental: Ignacio Ellacuria vida y compromiso (Bilbao) Publicaciones: Ignacio Ellacuria: Bajar de la cruz al pueblo; Arrupe. Testigo del siglo XX, profeta del XXI; artículos en revista Mensajero de noviembre Ver programación completa
Dentro de la programación de Munduko txokoa, formación para la Solidaridad en Arrupe etxea, y de la de la Semana Ignaciana 2014 podremos asistir a la mesa redonda de Mujeres trabajando por la justicia, el lunes, 10 de noviembre, a las 19:00h en el aula polivalente de Arrupe etxea (C/Padre Lojendio 2, 48008-Bilbao). Contaremos con los testimonios de Jacinta Canis (India) y de Justine Mesika (RDC) Entrada libre hasta completar aforo. Descárgate la programación de Munduko txokoa!
Urriaren, 17 eta 18an, Ikuspegik eta Biltzenek “Etorkinen seme-alabak: integrazioaren erronka” izenburupean antolatutako Jardunaldiak ospatu dira. Bertan, gaiari heltzeko ikuspuntu eta esperientzia anitzetako pertsonak izan dira hizlari. Uniberstitate eta akademiatik hasita, hezkuntza arloan adituak eta Eusko Jaurlaritzako ordezkariak, etorkinekin harreman zuzena dutenak, bai eskuhartze lanetan, zein esperientzia propioa bizi dutenak eta immigrazioaren gaian adituak direnak. Seme-alaben egoera eta errealitatea, immigrazioaren fenomenoarekin guztiz lotuta dagoen gaia izan arren, esperientzia luzeko herrialdeetan ez bezala, gure herrian ez da izan orainarte behar bezala landutako gaia. Dakigun moduan, beste herrialdeetatik etorritako pertsonen mugimendua orain dela bi hamarkadatako errealitatea da gurean eta orainarte ineteres muga fluxuetan eta herritar berri hauen integrazio modu eta mekanismoetan oinarritu ei da. Bada garaia beraz, etorkin izan diren pertsona hauen ondorengoetaz ardura hartzeko eta beraien prosezuen inguruan hausnartu eta ikertzeko, prozesu hauek ahalik eta aberasgarri zein armoniosoen izan daitezen. Asko dira Jardunaldietan hitzegin ta landu ziren ideiak, hala nola, kapital sozial eta ekonomikoaren garrantzia, integrazioa bi norabidetako prozesu bezala ulertzearen beharra, kulturatekotasunari lotuta, eskoletan inklusioaren idea garatzea eta geletako anistasunari kasu egin ta berau lantzearen beharra. Bestetik, egunerokoan herritarron eskuhartzean zaila dugun, baia berebiziko garrantzia duten politika sozial, ekonomiko eta atzerritartasun legearen eraldaketa, berdintasuna eta aukera eskubideak sustatzea. Baia denetatik, hizlari batek, Hasar Samadik, planteatutako identitate dilema da agian gehien hunkitu ninduena. Hasar bi urte zituela etorri zen Euskal Herrira bizitzera eta berton hogeitabost urte daramatza bizitzen. Hemen hezitu izanak berriz, eztu identitate anitz horrek sortarazten dizkion buruhausteetatik askatu. Oraindik ere, gure gizartean, oztopoak existitzen baitira beste kultura eta erlijioak praktikatzen dituzten pertsonek, beraien identitate hori askatasunez bizitzeko eta etengabe azalpenak ematen ibili ez izateko. Baina korapiloa ezta hor etetzen, beraien gurasoen herrialdeetara doazenean, kasu honetan bere jaioterria dena, han ere sentsazio berdina dute, eta guzti honen aurrean Hajarrek bere buruari galdetzen dio; Zein multzotan sartzen gaituzte? Noiz arte gara etorkinak? Ez dugu iraungitze datarik? Nongoak sentitzen gara? Batzuetan bertakoak, besteetan jaioterrikoak…, Nola azaldu zure lagunei gaueko giroan atera nahi ez duzula? Edota gurasoei gradu amaierako bidaira joan nahi duzula?…eta sentsazio eta sentimendu guzti hauek batzen dituen galdera sinple bat; Nork ez du nahi naturaltasunez bizi? Ba honen erantzuna aski erraza da, denok. Horregatik denon ardura da herritar hauek askatasun ta naturaltasunez bizitzea beraien identitate anitza, ez al dugu denok aniztasun hau gure baitan begiztatzen?
Los días 28 y 29 de octubre hemos celebrado en Madrid la primera asamblea del Servicio Jesuita a Migrantes de España. Unas cincuenta personas de las distintas entidades ignacianas que trabajan por los derechos de los y las migrantes hemos reflexionado juntas sobre la hospitalidad, la complicada situación de la frontera sur de España, los retos de la integración en época de crisis y la trata de personas para la explotación sexual. Además, hemos agradecido el camino recorrido juntos en los últimos años, lo que nos impulsa a avanzar en el trabajo compartido, para mejor acompañar, servir y defender a la gente migrante. Además de las entidades del sector social de los jesuitas en España, hemos disfrutado de la presencia y participación de CVX, de la Universidad de Comillas y Deusto, de José Luis Pinilla SJ, responsable de migraciones de la CEE, de Esteban Velázquez SJ, del equipo de migraciones de la diócesis de Tánger y de Antonio Bohórquez SJ, asistente del director de JRS Europa.