En el anterior post enmarcábamos la experiencia de la Transpirenaica Social y Solidaria y anunciábamos unas normas que permiten la convivencia, normas no explicitadas pero por todos asumidas, de forma natural, sin contratos, pero desde el compromiso personal que desarrollamos brevemente aquí: Quien se siente menos fuerte es quien marca el ritmo, nadie se queda atrás, vamos juntos. El grupo se adapta a las necesidades del más débil, y se ponen recursos para ayudar que el grupo vaya a una. Una persona abre la marcha, busca las marcas, indica el camino, y otra la cierra y acompaña y anima a los que van al final. Todos aportan. Cada uno en la medida de lo que tiene. Unos ponen un fondo común, otros cubren los gastos que supone su participación, otros se hacen presentes sabiendo que el grupo no sería el mismo sin ellos, algunos nos reciben en sus casas, otros hacen bocadillos para 25 personas, o nos reciben en su txoko y nos invitan a cenar, o nos abren su pastelería para desayunar… Cuánto se tiene cuando se comparte lo mucho o poco que cada uno tiene. Nadie es invisible. El último que se incorpora a la caminada se presenta, a nadie se le piden papeles, el que está forma parte del grupo desde el momento que llega. Para lo bueno y lo malo. Todos participan: expresan cómo viven el proyecto, su incorporación al mismo, y toman decisiones relacionadas con las cosas que les afectan mientras forman parte del grupo. Se respeta el desarrollo y la libertad individual, porque todos tienen claro el objetivo común. Todo el mundo se siente libre para tomar las decisiones que le afectan siendo conscientes que estas no influirán negativamente en la consecución del objetivo compartido. Hay momentos para estar todos juntos, momentos para encontrarse con tu grupo de referencia, momentos de estar sólo, momentos para estar acompañado, hay quien hace el Ramadán y también quien no lo hace, hay quien decide dormir según llega al destino de la jornada y quien decide celebrar durante toda la noche. Pero al día siguiente todos estarán en la línea de salida a la misma hora, con las mismas ganas e ilusión sabiendo que tras la jornada quedarán menos kilómetros para llegar a la meta. Es una apuesta por la convivencia en la diversidad, no es apuesta sencilla, pero es firme. No se busca las relaciones fáciles ni superficiales. El fundamento de la relación es la igualdad de los participantes en tanto que personas, no en la homogeneidad del grupo. Esto en relaciones intensas hace que surjan roces y diferencias, pero también la capacidad de querer volver a encontrarnos, de escucha, de hacer autocrítica, de reconocer nuestros errores y aciertos en la relación con el otro, en buscarle de nuevo para reconciliarnos, en superar nuestros orgullos y miedos. Y en esto os aseguro que los participantes nos han dado grandes lecciones. Es un espacio de construcción de confianza, donde se apuesta por la persona, y esto hace sentirnos aceptados, superar posicionamientos defensivos, ser capaces de mostrarnos nosotros mismos sin la losa del “qué dirán”, sin el miedo a ser juzgados, y desde estas premisas el comportamiento individual y colectivo gana salud, es un compartimiento más abierto, propositivo, creativo. Nos movemos en dinámicas mucho más empáticas. Y todo esto no implica, ni mucho menos, que este todo hecho o no haya aspectos a mejorar. Es un proyecto joven, que tiene que seguir madurando, desarrollándose, dotándose de ciertas dinámicas organizativas que le ayuden sin perder su frescura y naturalidad. Organización y estructura vs frescura y naturalidad, una más de las múltiples tensiones y equilibrios en los que nos movemos a diario en las diferentes facetas de nuestra vida. Es un proyecto que no pretende agotarse en esos 42 días, sino que quiere establecer dinámicas de reflexión y encuentro mantenidas durante el año, con relaciones que se mantengan estables en el tiempo. Es un proyecto ¿o es algo más?. Es una invitación, es un reto, es una buena práctica…. ¿Te sumas?
El sábado 10 de enero, tuve la oportunidad de celebrar en Barakaldo junto con la Asociación Agharas y las asociaciones de la Plataforma Sumando-Gehituz de Barakaldo, el nuevo año bereber 2965 El ambiente de juventud y alegría que compartimos, ha sido una experiencia muy estimulante. Jóvenes que con historias complejas, fueron capaces de compartir una celebración alegre y reivindicativa. Jóvenes que transmiten convicción con la música, el humor, los versos en su lengua Amazigh que aunque no entendiéramos su significado literal, me hacían pensar en ellos mismos en el futuro, transmitiendo esta cultura a sus hijas e hijos que quizás nazcan en Euskadi. Un año nuevo, el 2965 del calendario Bereber, que como cualquier nuevo ciclo, les llena de ilusión y esperanza de concretar sus sueños. Sueños de una vida plena, una vida en constante desarrollo, luchando por darse a conocer con su juventud y ganas de vivir, mirando a los ojos a una sociedad que muchas veces los observa con recelo. Desde la Fundación Ellacuría acompañamos también estos procesos personales y con una mirada grupal. Deseamos que se les conozca y valore, como parte de esta juventud diversa que convive en nuestra sociedad. Para toda la comunidad Bereber en Euskadi, Zorionak eta Urte Berri On!
“Existir es existir políticamente” A. Sayak El pasado 19 de noviembre se cumplieron 81 años desde que las mujeres ejercieron efectivamente el derecho a votar libremente en España. Aunque dicho derecho, junto con otros muchos, se canceló durante la dictadura, otros países tardaron más en reconocerlo. Por ejemplo, Suiza no lo hizo hasta 1971. Hoy nos parece inconcebible que hasta hace relativamente poco la mitad de la población estuviera excluida de la condición de ciudadana. Participar en la toma de decisiones de aquello que nos afecta es un derecho elemental, que hunde sus raíces en nuestra condición humana de seres sociales. Hoy, la ampliación del círculo de la ciudadanía encuentra un último reducto en las personas inmigrantes, que de hecho son excluidas de la capacidad de elegir a los representantes en los lugares donde viven, trabajan, contribuyen y crean sociedad. Se trata, a nuestro juicio, de una anomalía democrática de primer orden. En el debate sobre la integración de las personas inmigrantes solemos poner énfasis en el acceso al empleo, a los servicios y a las prestaciones del estado de bienestar. “¡Primero hay que comer!” – dirán algunos. No les falta razón, al indicar que existen unas bases materiales mínimas que soportan la condición ciudadana. También incluimos en la idea y trabajo por la integración la cuestión de la participación social, apoyando y fortaleciendo las relaciones comunitarias, el asociacionismo, las redes y plataformas de entidades. Sin embargo, la participación política y electoral suele estar ausente del trabajo por la integración. Cierto que en nuestro entorno existen limitaciones legales importantes, empezando por el artículo 13.2 de la Constitución Española, que condiciona la participación a la existencia de tratados internacionales bajo el principio de reciprocidad. Se trata, sin duda, de un marco legal insuficiente, que debería modificarse para abrirse a la plena posibilidad de sufragio activo y pasivo de los extranjeros residentes. Sin embargo, mientras tanto, es necesario hacer uso del margen legal existente, por pequeño que sea. De esa manera, se podrá comenzar a revertir la tendencia a la infra – representación política de las personas residentes de origen extranjero, con la consiguiente dificultad para hacer valer sus intereses y voces – también diversos- en la esfera pública. Por eso, mientras seguimos abogando por que se desvincule la condición ciudadana de la nacionalidad y por que existan mecanismos más inclusivos de participación política, no dejamos de hacernos eco y recomendar esta guía electoral de Harresiak Apurtuz, con todas las indicaciones para poder participar en las próximas elecciones locales, que tendrán lugar en primavera del año que viene.
El próximo jueves 18 de diciembre se celebra el Día internacional de las Personas Migrantes, celebrado por primera vez en el año 2000 a iniciativa de las Naciones Unidas. Desde la Fundación Ellacuría queremos invitaros a un encuentro de Música y Reivindicación, que realizaremos dentro de la programación de Munduko txokoa, formación para la solidaridad en Arrupe etxea, el sábado 20 de diciembre a partir de las 18,30 horas, en el salón de Actos de Arrupe Etxea, c/ Padre Lojendio Nº 2, Bilbao (cerca del metro Abando). Compartiremos música, reflexión y una dinámica con el lema “Cruzando fronteras para crecer en derechos”. Nos acompañarán los grupos musicales Sin fronteras, Izen Barik y Sapali Percussion. Al final, realizaremos un pequeño lunch. Una actividad para toda la familia. Entrada libre. Os esperamos! Informazio gehiago
El pasado domingo 2 de noviembre, a pesar de la amenaza de lluvia, cuatro jóvenes nacidos en Marruecos, se remangaron para participar en una actividad que planteaba la limpieza y recogida de residuos en la costa. En concreto en el estuario de Barbadún (Muskiz). Una actividad promovida por Euskalherriko Eskautak de Bizkaia, que tras la buena experiencia de la participación de jóvenes extranjeros en los campamentos de verano, ofrecen la posibilidad de agendar actividades de forma compartida, posibilitando el encuentro mantenido que permite el conocimiento entre jóvenes diversos. En total más de 800 kilos de residuos recogidos. La sensación de un buen trabajo hecho. Y la certeza de que con guantes todas las manos son iguales, las de las de las mujeres, las de los hombres, las de las de aquí, o de allí… Y además son expresión del deseo de trabajar, de construir juntas. De implicarnos en la realidad que nos rodea, a pesar de las dificultades. En un estuario los residuos los deja el mar, o llegan desde el río o son directamente depositados por paseantes. Es una realidad compleja y vulnerable pero de gran valor. No es la única realidad con estas características, no os parece!? Todas las personas que nos pusimos los guantes teníamos el deseo de mejorar nuestro entorno, el entorno en el que vivimos. Trabajamos juntas y coordinadas, centradas en lo que nos une, en lo que compartimos, con alegría y optimismo, sabiendo que quizás el año que viene tengamos que volver a limpiar, pero con la confianza de que es posible que sea algo menos y que los que nos animemos seamos más, y más jóvenes. Después del trabajo reflexionamos sobre lo realizado, sus causas, alternativas posibles de mejora…Compartimos y contrastamos ideas, conocemos otras realidades. Y terminamos comiendo todos juntos un bocata de embutido. Algunos con cerdo y otros sin él, algunos con gluten y otros sin él, algunos light y otros… Y cantando el Agur eskaut. Desde aquí nuestro agradecimiento a estos jóvenes, no por creer que un mundo mejor es posible, sino por estar construyéndolo ya. ESKERRIK ASKO!
Dentro de las propuestas que se realizan desde el área de Participación de la Fundación Ellacuria, se invitó a las asociaciones de personas migradas que tienen vinculación con la fundación, a realizar un encuentro de Intercambio de Experiencias Asociativas. Se realizó el sábado 18 de octubre. Esta invitación a reflexionar se planteó como continuidad a un trabajo realizado hace tres años, donde se profundizó en algunos temas centrales de la vida de estas entidades. En esta ocasión, se invitó a dos asociaciones con diferente recorrido. Asociación ASDIUC, vinculada al Consorcio Culturas Unidas. Y también invitamos a una asociación en proceso de creación, Asociación de Salvadoreños/as “SALVES”, quienes compartieron sus inquietudes, sueños y propuestas. Posteriormente, se intercambiaron opiniones y reflexiones en torno a tres temas: Base social, Gestión (humana y económica) y Participación en redes. Compartimos la experiencia recogida por nuestro alumno en prácticas de Educación Social de la Universidad de Deusto, Adrián Lancho, que nos acompañó en la organización de la actividad. “Mi impresión acerca del encuentro es muy positiva, ya que personalmente, tuve la oportunidad de conocer mejor la situación en la que están muchas asociaciones y también su funcionamiento. Pero algo muy importante es que muchos de los participantes conocieron a miembros de otras asociaciones, y de esta manera pudieron intercambiar información e ideas sobre el funcionamiento y la situación de la entidad, así como de las necesidades y dificultades que se puedan encontrar en el día a día. Por otro lado añadir que, el debate por grupos que se planteó tratando los temas de la gestión, la participación y la base social de las asociaciones fue muy interesante, ya que se pudieron tratar de manera más específica y por lo tanto la participación fue muy activa, y salieron todo tipo de comentarios, opiniones e impresiones a través de las cuales pudieron surgir nuevas propuestas e ideas de cambio y de mejora para un futuro no muy lejano. Para terminar decir que en general fue un encuentro muy didáctico en el que todos y todas nos llevamos y conocimos algo nuevo que ayude a las asociaciones a mejorar poco a poco”.