Gauean Uretamendi es un espacio de encuentro, donde cuatro jóvenes, Yassine, Mustapha, Younes y Abdel Karim, se reúnen cada noche con uno o dos voluntarios/as (una red de más de de cuarenta y pico personas procedentes fundamentalmente del ámbito de la espiritualidad ignaciana) y tienen su espacio para dormir, después de haber tomado un café con leche caliente y haberse contado algo de lo vivido durante la jornada y jugar alguna partida al dominó, al parchís o a lo que sea.
Esta experiencia se puede prolongar los fines de semana con un desayuno compartido y quizás en algunos casos una jornada de actividad con las personas voluntarias, las familias de estas o con sus amigos/as… y en algunos casos con personas de la parroquia
Es al mismo tiempo un espacio ganado a la calle donde hubieran tenido que dormir nuestros compas, que a los 18 años tienen que buscarse la vida. Hasta entonces la vida era más fácil porque les correspondía por derecho estar en centrosde menores. Ahora toca la ley de la selva… digo, de extranjería. Y las restricciones de los servicios sociales.
Cuando te acercas a las situaciones y les pones cara, son más palpables y es cuando te planteas muchas cosas que antes no habias tenido en cuenta.
La experiencia de Gauean ha sido enriquecedora, para mi y mi familia que ha participado como voluntaria.
Ahora cuando mis hijos adolescentes, vean un extrangero por la calle, se preguntarán, ¿Donde estudia? ¿Donde duerme? ¿Estará agusto? ¿Necesitará algo? Porque se acordarán de Musta, Karim, Yasim y Younnes, ya no verán un extrangero si no una persona, que tiene nombre, familia, vida, ilusiones, proyectos….
Como nosotros.
Eskerrik asko por compartir tu reflexión, Ainhoa! En Ellacuria creemos, como tú, que los espacios de encuentro y relación son la mejor estrategia contra los prejucios. Un lujo contar con la aportación tuya y de tu familia.