No corren buenos tiempos para la convivencia en nuestras sociedades. La crisis afecta más duramente a los colectivos más vulnerables. Diversos Informes y campañas nos lo recuerdan.
Ante estas realidades abrumadoras, en Fundación Ellacuría hemos seguido apostando por dos líneas de trabajo, modestas y complementarias. En primer lugar, la creación de espacios de encuentro donde cultivar vínculos entre personas diferentes. No hay mejor lucha contra los prejuicios que dejar entrar en tu vida a los demás. Los «otros» pasan a ser «nosotros». En esa dinámica relacional, vemos como las personas se empoderan para ser sujetos de participación, de ciudadanía activa. En segundo lugar, el acompañamiento directo a las personas nos otorga una legitimidad para decir una palabra sobre los discursos y políticas que los afectan. Esa es la línea de incidencia pública que, a través de diversas redes, llevamos a cabo. Esta memoria 2014 tratar de ofrecer un reflejo de toda esa labor.
Miguel González-Director
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