En este mes, en el que los compañeros y compañeras musulmanas están realizando el Ramadán, hemos querido conversar y conocer, qué es y cómo lo viven. Para ello, hemos recogido las conversaciones mantenidas con tres de las personas con las que compartimos camino en la Fundación Ellacuria.
¿Que es para ti el Ramadán?
Marian Mahmud. Es el mes sagrado, el 9º mes del calendario lunar. Se practica el ayuno desde la salida del sol hasta el ocaso, no comer, no beber, no tener relaciones sexuales. Ella le da importancia a poder dar dinero a quien tienes cerca y lo necesitas, la solidaridad con aquel que está teniendo una necesidad y tú puedes ayudar en eso. Es un mes que iguala y une a todos los musulmanes de cualquier parte del mundo.
Es un período donde se vive una entrega profunda a la religión. Te concentras en ti y en tu espiritualidad, valoras tu religión, las tradiciones, tomas conciencia.
Sabes que tu religión forma parte de tu identidad, y das continuidad a las tradiciones.
También une mucho a nivel familiar, compartir las experiencias, transmitir a los y las jóvenes la experiencia y sentir de los mayores en temas religiosos.
Aquellas personas que por estar enfermas o las mujeres embarazadas, no pueden cumplir con el Ramadán, pueden “compensar” con otros días de ayuno a lo largo del año.
En el fin del Ramadán, una manifiesta por medio de la celebración y las ropas nuevas, un renacer espiritual. Ramadán fortalece la voluntad. Te hace sentir que eres capaz de superar muchas cosas como has superado este período de ayuno. Conectas con tu parte más espiritual.
Ella ha notado una evolución a través de los años que lleva cumpliendo con el mes de Ramadán, con una mayor conciencia espiritual, y encontrar el sentido en la reflexión y el diálogo interno.
Barra Njom. Es uno de los cinco pilares obligatorios del Islam. Mientras pueda, voy a seguir haciéndolo. Es uno de los cinco pilares entre los que se diferencia a un musulmán practicante del que no lo es. Porque supone un sacrificio, no poder comer, ni beber, ni tener relaciones sexuales…hay que tener fe para hacerlo.
Te hace pensar en las personas que no tienen nada, porque te hace guardar la comida hasta la noche. Te ayuda a ponerte en el lugar de las personas pobres, sientes su necesidad y cuando les das, lo haces desde el corazón, porque ya has sentido lo que es no tener.
Ibrahim Ounasser. Es el mes más grande del año. Es una época para el perdón, por todo lo que has hecho mal, Dios te perdona.
¿Algunas dificultades o ventajas de vivirlo en un país no musulmán?
Marian Mahmud. Ella vive con una familia española y esta familia trata de acompañarla de alguna manera, pero se siente mucho la diferencia entre hacerlo aquí que en el Sahara. Es mejor por el tema del clima, que aquí es más benigno y hace más llevadero el ayuno, pero muchas veces tiene que dar explicaciones sobre lo que hace, o al estar trabajando, concienciarse para poder estar bien en su trabajo. En otros países musulmanes este es un mes de vacaciones donde la gente está más libre de obligaciones para hacerlo. Aquí también se nota que no se consiguen todos los alimentos que acostumbran comer para esta época, y en eso se nota las diferencias. El ambiente general de la sociedad no ayuda, entonces suele juntarse son primos y familiares que tiene por aquí. Algún año ha podido ir al Sahara a hacer juntos en familia el Ramadán.
Ha tenido a veces algún despiste inconciente con el tema del ayuno, como cuando unas sobrinas le ofrecieron chicles, y los cogió sin darse cuenta, o probar comidas para saber el punto de dulce o de sal, pero son anécdotas que luego las compensa…
Barra Njom: Hacer el Ramadán aquí es fácil. El tiempo que hace aquí favorece, en Senegal hace mucho calor y se pasa peor.
Los niveles de vida no son iguales económicamente hablando. Aquí cada uno se preocupa de uno mismo, pero allí, una persona aporta para toda la familia.
Aquí puedes planearte bien, hacer las compras, para preparar a la noche la cena, y no es tan caro, puedes comprar chuletas, un kilo de carne es más barato que allí, que casi es más caro…el poder adquisitivo es diferente.
Sí que es diferente si trabajas. Allí se puede programar el trabajo, por ejemplo, desde la mañana hasta las tres o así, porque toda la plantilla lo hace. Aquí no, tienes que seguir hasta la hora que acabas de trabajar y según los horarios se corta y a mi me ha pasado, estar fuera en otros pueblos y como tienes hambre, acabar comiendo en bares, que gastas más dinero.
Aquí vivo solo. Allí el Ramadán toca a toda la familia. Hasta muchos jóvenes de quince años se lanzan a hacerlo (normalmente se empieza a hacer a partir de los dieciocho años), para compartir con la familia.
En Senegal en final del Ramadán se celebra colectivamente, se junta todo el pueblo. Aquí nos juntamos las personas de la asociación.
Ibrahim Ounasser: Aquí no es tan difícil hacer el Ramadán, hace menos calor que en Marruecos, allí hace mucho calor. Por eso tampoco se come mucho a la noche, se bebe mucho eso sí, mucho agua.
Aquí, en el piso que comparto con otros chicos marroquíes, tomamos té, comemos dátiles, pasteles, verdura…
El último día, para celebrar el fin del Ramadán vamos a la mezquita. La gente que vive en la calle y no tiene comida también va.
Yo aquí todavía no he trabajado, pero en Marruecos no puedes trabajar mucho, hasta las doce o así, o las cuatro si puedes.
RAMADAN MUBARAK! ZORIONAK RAMADAN! FELIZ RAMADAN!