La Fundación Ellacuría ha llevado a cabo una investigación científica dónde analiza la respuesta social a las consecuencias de la pandemia, y en concreto al papel de los colectivos y asociaciones de personas migradas, hecho que no había sido estudiado hasta ahora.
La investigación ha contado con la participación de 14 asociaciones y federaciones de personas migradas de los tres territorios históricos del País Vasco, así como con responsables técnicos de la administración pública y personas migradas en situación de exclusión residencial durante los confinamientos.
Los resultados del estudio evidencian la capacidad de agencia de las asociaciones de personas migradas para contribuir a la transformación social, activando redes autoorganizadas que dieron respuesta a las carencias de la planificación institucionalizada de la emergencia, potenciando a la vez el liderazgo y el papel activo de las personas más vulnerables. Otro aspecto destacado es la experiencia previa de las organizaciones de migrantes y el papel del fortalecimiento asociativo para la organización y la participación en un contexto tan limitado y complejo. El impacto obtenido por estas acciones solidarias incidió hacia una participación más comunitaria y dialógica de la intervención social y la gestión pública, que si se estableciera como un funcionamiento de carácter estructural generaría mejores soluciones, servicios y políticas sociales más eficientes.
La publicación, editada en papel y en digital, cuenta con un prólogo de Gorka Urrutia, director del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de Deusto y está disponible en euskera, castellano e inglés (se puede descargar clicando a la imagen).