Ante la próxima convocatoria electoral en corporaciones locales, forales y autonómicas, los cristianos y cristianas estamos llamados a emitir un voto el próximo domingo día 27. No sólo a eso, en los posteriores acuerdos de gobierno y en la ejecución de las distintas las políticas en las corporaciones, estamos llamados y llamadas a exigir de nuestros representantes compromiso con el bien común, especialmente con los intereses de los colectivos de personas más vulnerables o vulneradas. Os presentamos unas líneas que nos pueden servir de guía y de contraste en esta tarea que el domingo día 27 tan sólo comienza, y que a lo largo de los próximos cuatro años deberá reclamar nuestra atención, nuestro discernimiento, nuestra oración, y también nuestra movilización cuando sea necesaria.
El colectivo de sacerdotes valencianos reunido en el Grup de Rectors del Dissabte (se reúnen habitualmente ese día de la semana) ha aprobado un documento con consideraciones sobre las próximas elecciones autonómicas y municipales. El texto ha sido aprobado por la treintena de presbíteros del grupo y está firmado de cara a su difusión en los medios de comunicación por los nombres más representativos y conocidos del mismo (Ximo García Roca, Julio Ciges, Josep Antoni Comes, Honori Pasqual y Vicent Ruix, entre otros).
ANTE LAS ELECCIONES AUTONÓMICAS Y MUNICIPALES DE 2007
Los miembros del Grup de Rectors del Dissabte, que nos reunimos para revisar y potenciar la tarea evangelizadora que realizamos en ambientes populares, obreros y estudiantiles, con una perspectiva de inculturación en nuestro pueblo valenciano, hemos reflexionado desde la fe en Cristo Resucitado sobre las elecciones municipales y autonómicas que el 27 de mayo vamos a celebrar.
Como bien señala el Concilio Vaticano II, la fe, lejos de llevamos a una evasión de las cuestiones temporales o terrenas, nos empuja a comprometernos más profundamente en su transformación a fin de hacerlas más humanas, justas y solidarias, siempre al servicio de todo el ser humano y de todos los seres humanos (Cfr. GS nº 43). Por eso la fe siempre conlleva una denuncia de lo injusto e inhumano y una afirmación de aquello que favorece la construcción de una sociedad más democrática, libre y participativa. Si no es así, no es verdaderamente fe cristiana.
Para iluminar, pues, el compromiso cristiano ante las próximas elecciones, hemos examinado la realidad social y política que vivimos, con el fin de ofrecer unos criterios generales de discernimiento:
- Por una sociedad de diálogo, colaboración y participación de todos
El deterioro de la acción política mediante la descalificación, el insulto personal, la mentira y el encubrimiento, están conduciendo a la crispación de la convivencia ciudadana y al desprestigio de la tarea política.
Conscientes de que la forma más humana y civilizada de resolver los problemas y conflictos es recurrir al diálogo y la negociación, APOYAMOS las propuestas que sometan la acción política a los criterios éticos de la paz, el diálogo, la libertad y la justicia. Es necesario establecer mecanismos de diálogo y colaboración entre gobierno y oposición, y entre éstos y la sociedad civil. - Por una sociedad plurinacional y con solidaridad entre sus pueblos
Algunos grupos utilizan los sentimientos identitarios de los pueblos y Comunidades Autónomas, para crear un clima de hostigamiento y enfrentamiento interesado entre los ciudadanos y ciudadanas del Estado Español.
Sabedores de la riqueza que constituyen las diversas identidades culturales y lingüísticas de nuestros pueblos, APOYAMOS las propuestas que favorezcan un auténtico respeto a las identidades nacionales y a los deseos democráticos de su ciudadanía, y una real solidaridad entre las diversas Autonomías. - Por una sociedad acogedora con los inmigrantes y defensora de sus derechos
Nuestro bienestar es a costa de los países del sur, cuya situación sin salida obliga a sus gentes a inmigrar. Hiere nuestra conciencia humana y cristiana el trato vejatorio que se da a las personas inmigrantes, reducidas a la dimensión laboral y sometidas a la discriminación institucional y la negación de sus derechos básicos.
APOYAMOS, pues, las propuestas que tiendan a crear en los pueblos del sur condiciones que eviten la emigración forzosa, así como las encaminadas a humanizar la situación de las personas inmigrantes en nuestro país, reconocer sus derechos civiles, políticos y sociales, y fomentar activamente la convivencia. - Por una sociedad respetuosa del territorio y con proyectos sostenibles
Es un hecho alarmante el abuso especulativo y la explotación de la tierra, convertida en simple yacimiento de beneficios económicos. La destrucción de los espacios colectivos y la
degradación de los recursos naturales por intereses particulares y de las grandes empresas, hipoteca gravemente el futuro de nuestro territorio.
Por ello, APOYAMOS las propuestas que, para evitar toda especulación, garanticen el carácter primario de la tierra como bien público, el control ciudadano de su uso, desde criterios ecológicos y proyectos sostenibles, y el respeto a los derechos de las generaciones futuras. - Por una sociedad que priorice los servicios públicos y atienda a los barrios más necesitados
Constantemente se nos embelesa con boatos y obras faraónicas que suponen cantidades ingentes de dinero público, mientras en los barrios populares aumenta el deterioro de las infraestructuras relacionadas con los servicios sociales, sanitarios, culturales y habitacionales.
Conscientes de que los servicios públicos benefician a la inmensa mayoría de los ciudadanos y ciudadanas, APOYAMOS los programas que privilegien en los presupuestos públicos el servicio a los más desfavorecidos y a los barrios populares, y que orienten la acción de gobierno al fortalecimiento de los servicios públicos. - Por una sociedad respetuosa con la verdad y el pluralismo
Es evidente el bajo nivel ético del sistema radiotelevisivo de la Comunidad Valenciana y la enfermedad crónica de «Canal 9», regido fundamentalmente por criterios comerciales e índices de audiencia, con una marcada orientación partidista que excluye otras realidades sociales y políticas.
Sabedores de la influencia que los medios audiovisuales ejercen en la ciudadanía, APOYAMOS las medidas que garanticen en ellos, de manera concreta, la libertad de expresión, la presencia de la diversidad política y social, la regulación mediante códigos éticos y la promoción de la cultura, el civismo, el buen gusto y la participación ciudadana. - Por una sociedad solidaria y comprometida en la cooperación internacional
El deterioro de la solidaridad internacional y la potenciación del egoísmo individualista, se
ven alimentados por la falta de políticas solidarias y de cooperación.
Por ello, APOYAMOS las propuestas que promuevan la cultura de la solidaridad, institucionalicen, en los municipios y autonomías, un mínimo del 0,7% para el desarrollo y la cooperación, y favorezcan medidas contra la pobreza y la discriminación a escala local e internacional. - Por una sociedad aconfesional y respetuosa con la libertad religiosa y el pluralismo ético
Sufrimos continuamente una situación lamentable: muchas veces la Iglesia es utilizada, de manera partidista, para causas y con estilos antievangélicos; otras, la misma jerarquía eclesiástica intenta ocupar un espacio público sin tener en cuenta el principio constitucional de la no confesionalidad.
Por eso, APOYAMOS las propuestas que respeten las diversas confesiones y garanticen la libertad religiosa, la no confesionalidad de las instituciones públicas y el reconocimiento del pluralismo ético en cuestiones tan vitales como la eutanasia, la ecología, la investigación biomédica, la homosexualidad, etc.
Dado que la política forma parte de nuestra vida de ciudadanos y ciudadanas, y que la calidad de vida depende en gran medida de la política que se lleva a la práctica en nuestros municipios y Comunidades Autónomas, hacemos un llamamiento a la responsabilidad de todas las personas y a su implicación activa en este proceso electoral.
Valencia, mayo de 2007