La política europea de inmigración y asilo, o la quimera de la seguridad sin libertad ni justicia Comunicado del Apostolado Social de la Compañía de Jesús España y Latinoamérica-Caribe Las Delegaciones del apostolado social jesuita de Europa y Latinoamérica-Caribe nos sumamos el 18 de diciembre, aniversario de la firma de la Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y sus familias (1990), a la celebración de la jornada mundial del migrante. Queremos devolver una mirada sobre la persona que emigra o que busca refugio, y desde ella sobre su familia, sus comunidades, sobre las sociedades de origen y acogida. No queremos cerrar la mirada ante decisiones políticas y legislativas que ponen en riesgo la garantía de derechos humanos de personas especialmente vulnerables. Desde esta perspectiva, nos preocupa seriamente la deriva de las políticas europeas de inmigración y asilo, tal como se manifiestan en la Directiva de Retorno y en el Pacto europeo sobre la inmigración y el asilo. En su desarrollo priman la seguridad en detrimento de la libertad y la justicia. Y esto por más que proclamen el respeto a todos los instrumentos internacionales que garantizan los derechos humanos; y aunque pretendan la integración social de inmigrantes legales y refugiados, garantizando el disfrute de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes. Con tal preocupación por la suerte de las personas más necesitadas de protección internacional, denunciamos algunas medidas que se encuentran en el filo de la legalidad y de la ilegalidad internacional, de la salvaguarda de los derechos humanos y de su denegación: La regulación de la salida obligatoria y de la expulsión de migrantes en situación irregular (confusamente denominadas “retorno voluntario” y “retorno”) no considera las amenazas a los derechos humanos en sus países de origen, ni obliga a los Estados miembros de la UE a garantizar asistencia letrada efectiva. Los plazos fijados para el “retorno voluntario” (entre 7 y 30 días) lo vuelven inviable en condiciones de seguridad jurídica. A la vez que permite el internamiento de migrantes en proceso de expulsión sin suficiente control judicial, y con un plazo (6 meses, prorrogables hasta 18) desproporcionado para las necesidades de identificación y aseguramiento del proceso. Las prohibiciones de reingreso (hasta 5 años) impiden de hecho que la persona pida asilo en la UE por causas sobrevenidas tras su retorno al país de origen. La regulación de los retornos en frontera excluye cualquier garantía jurisdiccional y bloquea de hecho la petición de asilo. Tal como regula la repatriación de menores de 18 años a sus países de origen (para entregarlos a sus padres o tutores, o a instituciones de acogida de menores) no se garantiza, ante todo y sobre todo, el interés superior del menor. Desde las delegaciones del Apostolado Social de la Compañía de Jesús reconocemos que no hay margen político para modificar los términos de la Directiva de Retorno. Confiamos en que se pida justicia, en última instancia ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) para hacer prevalecer el Derecho internacional público, el Derecho Internacional de los derechos humanos y el Derecho humanitario cuando se apliquen las normas de los Estados miembros que traspongan la Directiva. Y cuando se abran procesos de reforma legislativa en los Estados miembros de la UE, invitamos a tomar distancia de las exigencias coyunturales del mercado de trabajo, a tener presentes las necesidades estructurales de las sociedades europeas en términos demográficos, y a centrar la mirada en las personas más vulnerables y sus derechos. Otros textos: Comunicado del Apostolado Social – Versión en Inglés Pacto europeo de inmigración y asilo
LA REPÚBLICA DEL CONGO LLORA A SUS HIJOS Y NO QUIERE CONSOLARSE Declaración de la Comisión Permanente de los Obispos sobre la guerra en el este y noreste de la R.D. del Congo “Nosotros, arzobispos y obispos, miembros de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Nacional del Congo, reunidos en Kinshasa, en sesión extraordinaria del 10 al 13 de noviembre del 2008, afligidos y conmocionados por la tragedia humana en el este y noreste de la R. D. del Congo, lanzamos un grito de desesperación y protesta. En efecto, hace sólo un mes que en nuestra última Conferencia Episcopal Nacional del Congo, la CENCO, a través de su presidente, hizo una declaración sobre la reanudación de las hostilidades en el este y el noreste de la R. D. del Congo. A pesar de nuestros angustiados gritos de ayuda dirigidos tanto a nuestros gobernantes como a la comunidad internacional, la situación en esta parte de nuestro país no ha hecho más que empeorar y está tomando dimensiones insoportables, sumamente inquietantes y capaces de desestabilizar toda la región si no se hace algo urgentemente. Sí, como nos dicen hoy la Escritura: Un clamor se ha oído en la R. D. del Congo, mucho llanto y lamento: es Goma, Kiwanja, Dungu…, es la nación entera que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen (Cf. Mt. 2, 18). ¿Un genocidio silencioso? Vivimos un auténtico drama humanitario que, como un genocidio silencioso, se está llevando a cabo bajo los ojos de todos. Las masacres a gran escala de la población civil, el exterminio selectivo de los jóvenes, las violaciones sistemáticas llevadas a cabo como un arma de guerra, se han desencadenado de nuevo con una crueldad y una virulencia impensables contra la población local que jamás ha exigido más que una vida tranquila y digna en sus tierras. ¿Quién estará interesado en semejante drama? Lo más deplorable es que estos terribles hechos ocurren bajo la mirada impasible de quienes han recibido el mandato de mantener la paz y proteger a la población civil. Nuestros mismos gobernantes se muestran impotentes ante la amplitud de la situación, y dan la impresión de no estar a la altura de los desafíos de la paz, de la defensa de la población congoleña y de la integridad del territorio nacional. La entera clase política no parece comprender la dimensión de su responsabilidad ante este drama que corre el peligro de hipotecar el futuro de la nación. Recursos naturales y plan de balcanización: eje de la guerra Es evidente que los recursos naturales de la R. D. de Congo alimentan la avidez de ciertas potencias y no son ajenos a la violencia que se impone a la población. En efecto, todos los conflictos se producen en las rutas económicas y en torno a los yacimientos de minerales. ¿Cómo se puede entender que los diferentes acuerdos sean violados sin ninguna presión eficaz para obligar a sus signatarios a respetarlos? Las distintas conferencias y reuniones para resolver esta crisis no han abordado todavía los temas de fondo y no han hecho otra cosa que postergar y defraudar las aspiraciones legítimas de paz y justicia de nuestro pueblo. Además, el plan de balcanización que no cesamos de denunciar se está llevando a cabo a por personas interpuestas. Se tiene la impresión de una gran conspiración que permanece escondida. La grandeza de la R.D. del Congo y sus numerosas riquezas no deben servir de pretexto para hacer de ella una jungla. Pedimos al pueblo congoleño que no ceda jamás a las veleidades de quienes quieren la balcanización de su territorio nacional. Les recomendamos que jamás firmen una revisión de las fronteras establecidas a nivel internacional y reconocidas por la Conferencia de Berlín y los acuerdos posteriores. Condenamos con vehemencia esta manera innoble de considerar la guerra como medio para resolver los problemas y acceder al poder. El orden constitucional emanado de las elecciones democráticas en nuestro país debe ser mantenido. Denunciamos todos los crímenes cometidos contra ciudadanos pacíficos y desaprobamos de la manera más absoluta toda agresión al territorio nacional. Denunciamos la dejadez con que la comunidad internacional trata los problemas de la agresión de la que nuestro país es víctima. ¿Qué pedimos? Pedimos el cese inmediato de las hostilidades y que se garanticen las condiciones de seguridad para el regreso de todos los desplazados a sus tierras. Con la máxima urgencia apelamos a la solidaridad nacional e internacional para que se aumente la ayuda humanitaria en favor de los miles de hombres, mujeres y niños amontonados en los campamentos. Invitamos a toda la población congoleña a un despertar nacional para vivir como hermanos y hermanas, en solidaridad y cohesión nacional, para que la R. D. del Congo no se deje llevar hacia la violencia y las divisiones. Exhortamos al gobierno congoleño a hacer todos los esfuerzos necesarios para restablecer la paz en toda la extensión del territorio nacional. Es el sagrado deber de nuestros gobernantes ejercer sus funciones de gobierno para proteger al pueblo y garantizar la seguridad de las fronteras. Nadie ignora que la falta de un ejército republicano es perjudicial para la paz en el país. Pedimos a la comunidad internacional que se empeñe sinceramente en hacer respetar el derecho internacional. Consideramos imperiosa la necesidad de enviar una fuerza de pacificación y de estabilización para restablecer los derechos en nuestro país. Todo el mundo ganará más un Congo en paz, que con un Congo en guerra. Compromiso de la Iglesia Solidaria con los sufrimientos de su pueblo, la Iglesia-familia de Dios que se encuentra en la R. D. del Congo se compromete a acompañar a sus hijos e hijas por el camino de la reconciliación y de la paz. Expresa su reconocimiento a Su Santidad Benedicto XVI por su atención al drama de la R. D. del Congo, por sus repetidos llamados a todos a fin de que busquen una solución pacífica y por la ayuda financiera que él mismo acaba de dar […]
Discurso de TZVETAN TODOROV Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2008 Antes de la época contemporánea, el mundo jamás había sido escenario de una circulación tan intensa de los pueblos que lo habitan, ni de tantos encuentros entre ciudadanos de países diferentes. Las razones de tales movimientos de pueblos e individuos son múltiples. La celeridad de las comunicaciones incrementa el prestigio de los artistas y de los sabios, de los deportistas y de los militantes por la paz y la justicia, poniéndolos al alcance de los hombres de todos los continentes. La actual rapidez y facilidad de los viajes invita hoy a los habitantes de los países ricos a practicar un turismo de masas. La globalización de la economía, por su parte, obliga a sus elites a estar presentes en todos los rincones del planeta y a los obreros a desplazarse allá donde puedan encontrar trabajo. La población de los países pobres intenta por todos los medios acceder a lo que considera el paraíso de los países industrializados, en busca de unas condiciones de vida dignas. Otros huyen de la violencia que asola sus países: guerras, dictaduras, persecuciones, actos terroristas. A todas esas razones que motivan los desplazamientos de las poblaciones se han sumado, desde hace algunos años, los efectos del calentamiento climático, de las sequías y de los ciclones que este conlleva. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, por cada centímetro de elevación del nivel de los océanos, habrá un millón de desplazados en el mundo. El siglo XXI se presenta como aquel en el que numerosos hombres y mujeres deberán abandonar su país de origen y adoptar, provisional o permanentemente, el estatus de extranjero. Todos los países establecen diferencias entre sus ciudadanos y aquellos que no lo son, es decir, justamente, los extranjeros. No gozan de los mismos derechos, ni tienen los mismos deberes. Los extranjeros tienen el deber de someterse a las leyes del país en el que viven, aunque no participen en la gestión del mismo. Las leyes, por otra parte, no lo dicen todo: en el marco que definen, caben los miles de actos y gestos cotidianos que determinan el sabor que va a tener la existencia. Los habitantes de un país siempre tratarán a sus allegados con más atención y amor que a los desconocidos. Sin embargo, estos no dejan de ser hombres y mujeres como los demás. Les alientan las mismas ambiciones y padecen las mismas carencias; sólo que, en mayor medida que los primeros, son presa del desamparo y nos lanzan llamadas de auxilio. Esto nos atañe a todos, porque el extranjero no sólo es el otro, nosotros mismos lo fuimos o lo seremos, ayer o mañana, al albur de un destino incierto: cada uno de nosotros es un extranjero en potencia. Por cómo percibimos y acogemos a los otros, a los diferentes, se puede medir nuestro grado de barbarie o de civilización. Los bárbaros son los que consideran que los otros, porque no se parecen a ellos, pertenecen a una humanidad inferior y merecen ser tratados con desprecio o condescendencia. Ser civilizado no significa haber cursado estudios superiores o haber leído muchos libros, o poseer una gran sabiduría: todos sabemos que ciertos individuos de esas características fueron capaces de cometer actos de absoluta perfecta barbarie. Ser civilizado significa ser capaz de reconocer plenamente la humanidad de los otros, aunque tengan rostros y hábitos distintos a los nuestros; saber ponerse en su lugar y mirarnos a nosotros mismos como desde fuera. Nadie es definitivamente bárbaro o civilizado y cada cual es responsable de sus actos. Pero nosotros, que hoy recibimos este gran honor, tenemos la responsabilidad de dar un paso hacia un poco más de civilización.
REFLEXIONES EN TORNO A LA CRISIS FINANCIERA CRÓNICA DE UNA “CRISIS” ANUNCIADA Hace algunos años, el premio Nobel de literatura Gabriel García Márquez, escribió una pequeña novela con el sugerente título de “Crónica de una muerte anunciada”. En sus páginas narraba las peripecias de una joven mujer que se casa sin ser “virgen” (en un entorno machista que, obviamente, no podía aceptar esta afrenta) y la “sentencia cantada” de quien presumiblemente había sido el causante de la desdicha. Con este mismo título podríamos referirnos a la actual crisis de la economía mundial pues, lo que hoy estamos presenciando, ya se presagiaba desde hace varios años cuando el capitalismo salvaje se adueñó de los criterios rectores de la economía mundial. Entre el 2005 y el 2007 la Reserva Federal de los Estados Unidos hace una rebaja muy importante en el precio del dinero pasando del 6.5% al 1%. Con esta rebaja en las tasas de interés se estimuló de gran manera la construcción y compra de viviendas en lo que se ha denominado el “Boom inmobiliario”. Sin embargo, esta realidad tiene dos lecturas distintas: los inversionistas y la de los banqueros. Los primeros entienden que es una excelente oportunidad pues van a aumentar sus bienes de capital con propiedades adquiridas con un dinero barato, pero, para los segundos, la colocación de numerosos créditos a bajo interés, tarde que temprano, afectaría la rentabilidad de sus instituciones. Para contrarrestar esta falta de rentabilidad, el sistema financiero de los Estados Unidos define dos estrategias: Concesión de préstamos de alto riesgo: con estos pretendía colocar dinero a tasas más elevadas a un tipo de clientes llamados NINJA (de las palabras inglesas: no income, no job, no assets que traducen: sin ingresos fijos, sin empleo, sin garantías reales). Este dinero, así colocado, presentaba un riesgo grande de impago que la banca asumió. Una buena cantidad de los créditos son destinados para la compra de las viviendas que genera el boom inmobiliario. Los NINJA son beneficiarios de créditos hipotecarios por un valor superior al de sus casas pues, de acuerdo con la ley del mercado, era más que probable que dichas casas, en poco tiempo, costasen más que la hipoteca. A estas hipotecas que tienen un riesgo alto de impago se les denomina subprime, que en lenguaje llano son las hipotecas basura. Mientras el sistema fue boyante no pasó nada; sin embargo, cuando la cartera vencida empieza a crecer y la liquidez de la banca se ve amenazada se encienden las alarmas que suscitarán respuestas de diversa índole. Aumentar el número de operaciones crediticias: para compensar las bajas de interés los bancos optan por aumentar la venta de créditos desde la lógica que 1000 por poco es más que 100 por mucho. La avalancha de créditos concedidos no tarda en disminuir las reservas de los bancos por lo que éstos acuden a entidades financieras extranjeras para que les presten dinero y poder mantener el ejercicio crediticio. Con estas acciones el problema de los bancos de Estados Unidos empieza a tener dimensión global aunque el ahorrador, e incluso el director de agencia, de cualquier banco en Londres, Bilbao o París no se imaginan que su dinero pueda estar siendo utilizado con altísimos niveles de riesgo. La proliferación de hipotecas basura y el recurso a préstamos de la banca internacional no tardó en convertirse en una bola de nieve que día a día fue involucrando a un número mayor de instituciones financieras colapsando al sistema del capitalismo especulativo. Asistir al rescate de bancos de la talla de Lehman Brothers, quebrados por los préstamos a otros bancos menores, no deja de ser un espectáculo dantesco. En el Estado español la crisis generada por la proliferación de créditos de alto riesgo tiene dimensiones preocupantes pues los bancos han tenido que captar en el exterior cerca de 100.000 millones de euros anuales por la limitada capacidad de ahorro de los españoles. Paradójicamente, según un artículo de El Mundo citado en www.economialdia.wordpress.com, la fiesta crediticia ha concedido préstamos de alto riesgo que triplican el Producto Interior Bruto del Estado. Sólo el sector inmobiliario, sin contar el sector de la construcción, acumulan un riesgo de 400.000 millones de euros. CUIDADOS INTENSIVOS PARA UN SISTEMA MORIBUNDO Continuando con la analogía de la muerte anunciada, el sistema capitalista ha salido a reanimar sus entidades con una serie de medidas que pretenden garantizar la estabilidad financiera y, según sus voceros, ofrecer nuevamente créditos a las pequeñas empresas y las familias. Vamos a señalar aquí las tres medidas que el ejecutivo español ha dictado últimamente mediante el real decreto 1642/2008 y los dos reales decretos-ley 6/2008 y 7/2008. Real Decreto 1642/2008: este decreto fija en 100.000 € el nuevo importe garantizado que regirá el Fondo de Garantía de Depósitos de Entidades de Crédito modificando el hasta ahora vigente aprobado en el Real Decreto 948/2001. Estas garantías se aplicarán por titular y entidad. La justificación de este aumento, que supera el umbral fijado por los estados miembro de la Unión Europea que asciende a 50.000 €, está en el intento de “mantener e incrementar la confianza de los depositantes e inversores en nuestras entidades de crédito y Empresas de Servicios de Inversión”. Real Decreto-Ley 6/2008: la medida contemplada en este decreto consiste en la creación de un Fondo para la Adquisición de Activos Financieros. Esta medida se justifica, según los autores del decreto, porque los acontecimientos suscitados a partir de agosto de 2007 en los Estados Unidos han traído como consecuencia una “disminución intensa de la capacidad de las entidades financieras para captar recursos en los mercados de capitales. La incertidumbre sobre los riesgos de crédito y contrapartida ha distorsionado el buen funcionamiento de los mercados, dificultando la captación de recursos por parte de las entidades financieras y, en último término, la financiación a empresas y familias”. Con esta medida, de carácter temporal, lo que se pretende es que el estado pueda comprar activos de máxima calidad a la banca española de tal manera que ésta […]
III FORO SOCIAL MUNDIAL DE MIGRACIONES Rivas Vaciamadrid (España) – Septiembre de 2008 El Foro Social Mundial de las Migraciones – FSMM es un acontecimiento que se encuadra en la línea de los Foros Sociales Mundiales que, desde el año 2001, vienen ofreciendo diversos formatos bajo la coordinación de un Consejo Internacional. Se trata de Foros Mundiales, Foros Regionales y Foros Temáticos. El FSMM celebrado entre el 11 y el 13 de septiembre de 2008 en el municipio de Rivas Vaciamadrid (Madrid, España) se sitúa dentro de los foros temáticos, siendo el tercero que se celebra a nivel mundial. El FSMM es un espacio de debate democrático de ideas, de reflexión, formulación de propuestas, cambio de experiencias y articulación de movimientos sociales, redes, ONGs y otras organizaciones de la sociedad civil que se oponen a la globalización neoliberal comandada por las grandes corporaciones y quienes sirven a sus intereses y a las consecuencias de su dominio tales como la restricción del reconocimiento de la ciudadanía y los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales y el apoyo a la libre circulación de capitales que no siempre se ve acompañada por la libertad de circulación de las personas. Es un proceso mundial que busca la construcción de otro mundo posible, de una sociedad planetaria orientada a una relación fecunda entre los seres humanos y de estos con la tierra, consolidando una globalización solidaria en la que se reconozcan los derechos de los desplazados y su integración en los países de acogida en el mundo. El III Foro Social Mundial de las Migraciones aprobó en su clausura la siguiente declaración: Nuestras Voces Somos personas y organizaciones de migrantes, desplazados/as y refugiados/as; víctimas del tráfico de seres humanos y la trata; somos también movimientos y organizaciones sociales trabajando junto a ellos; somos sujetos individuales y colectivos que, preocupados por el hecho migratorio comprendido en su integralidad, nos hemos ocupado de desarrollar acciones comprometidas con la transformación radical de las condiciones en las que los seres humanos se han visto obligados a migrar, desplazarse o refugiarse. Nosotras, las personas migrantes, desplazadas y refugiadas y nuestras organizaciones, nos constituimos en un nuevo sujeto político y en una fuerza social mundial que se consolida en este III Foro Social Mundial de las Migraciones. Por todo lo anterior y con legítimo derecho, levantamos nuestras voces para decir: No al creciente deterioro de las condiciones de vida que impacta a la mayoría de las personas del planeta, en el norte como en el sur global y que impacta de manera especial a las personas migrantes, refugiadas y desplazadas de los diferentes continentes, y muy especialmente las de los pueblos palestino, saharaui, colombiano, sudanés e iraquí y a las políticas cómplices de Estados Unidos, Europa y España en particular. No a las migraciones forzadas de los pueblos indígenas como resultado de la expropiación de sus tierras y de los megaproyectos agroindustriales, que traen como consecuencia el desarraigo y la destrucción de sus culturas. No a las diferentes manifestaciones de racismo en contra de las personas y comunidades migrantes en todos los continentes y particularmente, en contra de las personas de África Negra y la comunidad latina en los Estados Unidos. No a la reproducción y el fortalecimiento de un sistema patriarcal que, en el contexto de la feminización de las migraciones, profundiza aun más la asimetría de género ya existentes, y se traduce en la continuidad de la ubicación de la mujer en trabajos relacionados al ámbito privado y al cuidado de otros, en condiciones de esclavitud. No a los proyectos que estigmatizan, segmentan y excluyen a las personas migrantes y sus familias y deterioran el tejido social comunitario y organizativo. Rechazamos la pretensión de transformar las remesas en sustituto de políticas estatales de desarrollo en los países de origen y en refuerzo al circuito financiero del capital, ampliando aún más las históricas asimetrías sociales, políticas, económicas y culturales. No al discurso mediático convencional que desde los estereotipos, refuerza la criminalización y la victimización de las personas migrantes como discurso hegemónico; a la xenofobia, la discriminación y el racismo que se propaga desde ellos y que acrecienta esas conductas y prácticas en las sociedades y países de tránsito y destino de personas migrantes. No a la globalización capitalista, neoliberal, concentradora y excluyente, depredadora del ser humano y de la naturaleza y que en su conjunto representa la causa fundamental de las migraciones contemporáneas. Nuestros Derechos Somos sujetos que nos hacemos cargo de procesos; analizamos e interpretamos la compleja realidad del hecho migratorio, desde el lugar del ser humano, su dignidad y la integralidad de nuestros derechos humanos; imaginamos y ponemos en marcha iniciativas múltiples y diversas y apostamos por nuestro protagonismo histórico, por la construcción de otra realidad: En las condiciones actuales del capitalismo mundial, las personas migrantes somos una muestra evidente de las desigualdades económicas y sociales entre los países y dentro de los países. Situación que se profundiza por la sincronía de una crisis mundial, multidimensional: económica, ambiental, alimentaria y energética. La construcción de muros geográficos, políticos, legales y culturales, como la directiva europea de “la vergüenza”, y otras leyes públicas y disposiciones oficiales similares, son una estrategia criminalizante que, en aras de la mayor rentabilidad del capital internacional, elimina todos los derechos humanos. Para ello se recurre, además, a la externalización de fronteras, la internalización mental a través de la persecución, el hostigamiento y las deportaciones; las detenciones arbitrarias, la impunidad policial fronteriza y los centros de internamiento, donde la violación de los derechos humanos es cotidiana. Insistimos en que los acuerdos laborales bilaterales y regionales inspirados en el modelo filipino de programas temporales de trabajadores huésped que, al impedir el arraigo, anula cualquier posibilidad de reivindicar sus derechos, propiciando la sobreexplotación y deshumanización de las personas trabajadoras, cumplan plenamente con las obligaciones establecidas en los convenios 97 y 143 de la OIT; sin lo cual se profundiza el deterioro integral del Trabajo Humano, con pérdida de su valor salarial, social y jurídico, […]
THE NEURALGIC ISSUE OF GLOBAL MIGRATION TODAY Descargar versión en castellano Jon Sagastagoitia Orbea, sj Introduction “Development is the process of expanding human freedoms that include elementary capabilities like being able to avoid deprivations and starvation, undernourishment, escapable morbidity and premature mortality, as well as the freedoms that are associated with being literate and numerate, enjoying political participation and uncensored speech and so on” (1). International trade and global financial markets are very good at generating wealth, but they do not take care of other social needs, such as the preservation of peace, alleviation of poverty, protection of the environment, labor conditions, or human rights (2). Most people know that they “with adequate opportunities, can effectively shape their own destiny and help each other” (3). That is the motivation for migration. Empirical data about migration According to statistics from the World Bank, in 2006 the world population stood at 6.5 billion. 191 million people (3% of world total population) were living outside their country of birth. 64 million of them were living in the European Union; 53 million in Northern America; 45 million in industrious regions of Asia. Migrants represented about the 14 per cent of the total population in these receiving regions. The process of migration has been increasing in the last years. For example, in the period 2000-2005 the net migration from less developed regions to developed ones has been 2.6 million per year. Causes of migration Migration is affected by factors such as international economic imbalances, poverty and environmental degradation, natural disasters, combined with absence of peace and security, human rights violations, and the varying degrees of development of judicial and democratic institutions (4). All these factors push and even force people to leave their countries to seek better opportunities to live. So, there are people who migrate fleeing from armed conflicts, genocide, or human rights abuses (5) (in 2006 there were 13 million refugees in the world, plus 26 million internal displacements). However, the majority of people migrate because of the lack of opportunities to work in their home countries. In this sense, some economic indicators show the unequal income distribution in the world: 16 per cent of the world total population receives 76 per cent of the Gross Domestic Product. This means that GDP per capita in high and middle developed regions is about 99 US Dollar, while in less developed regions (more than 1 billion people) it is less than 2 US Dollar. Therefore, available employment, safety and socio-economic standards in developed countries are the major pull factors for desperate workers in the poor world. Transportation and communication have made moving easier, so that people migrate for better opportunities to live. Effects of migration On one hand, receiving countries are increasingly recognizing the need and benefit of international migration. They are less inclined to reduce immigration than a decade ago. They are implementing policies promoting the immigration of the highly skilled workers to do the well-paid jobs that the native, older population cannot do. But at the same time they are increasing the barriers for majorities of low-skilled workers (6). The five most industrialized countries in the world are spending 17 billion US Dollars to prevent illegal immigration (7). By now, politics about migration have been focused mainly on the control of the borders, at a very high cost in lives and money. The consequences have been: death, illegal immigration and human right abuses. On the other hand, migrants contribute to the economies of their home countries through their remittances. In 2004, remittances sent to less developed countries were 145 billion US Dollars (8), which represents 0.3% of the Gross Domestic Product worldwide. According to the 0.7% worldwide campaign against poverty, migrants are the main supporters of that program. They contribute themselves three times more than official aid. It is an example where the private money is serving the public good. However, there are consequences affecting the development of home countries such as the loss of young workers and exodus of better skilled workers (the issue of “brain drain”). A policy reform: humanitarian aid or justice? The theological reflection (9). Universal freedom of movement.Right to emigrate. Duty of governments to establishand control borders for the sakeof the common good. Right of sovereignty. Based on:• The principle of the universal destination of goods.• The dignity of the human person. SOLIDARITY Migration is not only an ethical and political issue but a theological issue as well. It is related to love of God and to love of one’s neighbor as oneself. The Gospel warns believers to “welcome the stranger,” because “what you do unto the least of my breth¬ren, you do unto me” (Mt 25, 35. 40-41). In this sense, Catholic Social Teaching offers a strong defense for universal freedom of movement (the right to emigrate) and a call for openness and a spirit of solidarity on the part of receiving nations. Pope Pius XII in a letter to the American Bishops in 1948 captures well the two-prong foundation of the right to emigrate: First, it is the principle of the universal destination of goods. Those who are unable to satisfy their needs or to fulfill their familiar or social duties because of unfavorable conditions in their homelands have a right to move to where it is possible to do so. Second, it is the dignity of the human person. It means that every human being has the right to life, to bodily integrity and to the means necessary to the proper development of life. It implies a broad range of social, political and economic rights. However, Catholic social thought also assumes that it is the duty of governments to establish and control borders for the sake of the common good: the sovereignty of the state must be observed. How does one reconcile the tension between the right to emigrate and the right of sovereignty? The issue is the dignity of the human person. It defines, on one hand, the scope of the […]
EL MOTOR DE TODO EL ECUMENISMO EN ESPAÑA: D. JULIÁN GARCÍA HERNANDO ¿Cómo hacer aquí una semblanza de quien, como fundador y director durante casi 25 años, ha publicado decenas de artículos en los que ha puesto bien de manifiesto su carisma ecuménico? Sin embargo, es preciso hablar ahora de D. Julián García Hernando, singular pionero del movimiento ecuménico en España. Su ingente labor de casi 40 años puede dividirse en tres partes: Fundador de las Misioneras de la Unidad, Director del Secretariado de Ecumenismo de la Conferencia Episcopal Española, Fundador y Director del Centro Ecuménico Misioneras de la Unidad. Con todo lo importante de sus dedicaciones ecuménicas, subrayaría como la más significativa el Centro Ecuménico. Una obra para el ecumenismo Allá por el año 1950 llegó a Segovia como rector del Seminario Diocesano, en el que había cursado toda su carrera sacerdotal, transpirando por todas sus actitudes dos inquietudes: cambio y unidad. Efectivamente, durante una década transformó el Seminario anticipándose a muchas cosas abordadas por el Concilio Vaticano II y creó en ese centro eclesiástico un ambiente ecuménico notable. En el Octavario de Oraciones por la Unión de las Iglesias, primero, y en la Semana de la Unidad después, pasaron por allí ecumenistas como el P. Santiago Morillo, SJ, el Ilustre D. Francisco Aguirre, el P. Ignacio Saade, el Hermano Roberto de Taizé y otros. En 1960 creó lo que llamó Academia Ecuménica, desde la que, con estudios, conferencias, exposiciones de libros y revistas de ecumenismo, dio vida a un alto compromiso ecuménico por parte de los alumnos y muchas personas de la ciudad. El 6 de enero de 1962 fundó, con la aprobación del obispo, Mons. D. Daniel Llorente y Federico, que siempre aceptó las propuestas ecuménicas del rector de su Seminario, la Institución Femenina Misioneras de la Unidad. A partir de esa fecha algunas jóvenes de Segovia dedicaron su vida a la causa de la búsqueda de la unidad de los cristianos. Paradójico resulta recordar que entonces en Segovia no existía ni un solo protestante ni ortodoxo. La repercusión de las Misioneras de la Unidad en toda España ha sido considerable y durante muchos años, excepto la realidad ecuménica de Barcelona de la que hemos hablado en otros números de Pastoral Ecuménica, el ecumenismo español ha sido roturado y sostenido por las Misioneras de la Unidad, a las que D. Julián ha dedicado sus mejores desvelos y tiempo. La Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales Nació en la población vallisoletana de Campaspero (campo áspero) en 1920, ingresó en el Seminario de Segovia donde fue ordenado sacerdote el 19 de marzo de 1943. Ingresó en la Hermandad de Operarios Diocesanos y años después fue enviado de rector a Segovia, donde ganó por oposición la cátedra de Historia de la Iglesia, enseñanza que impartió hasta 1966, cuando se trasladó a Madrid para comenzar su trabajo como Director del Secretariado de Ecumenismo de la Conferencia Episcopal Española. A lo largo de 30 años su actividad al servicio de este organismo fue ingente, la era García Hernando, podríamos decir. Le cupo la organización inicial, el desarrollo y la consolidación del ecumenismo en España, tan alejada de estas realidades. Fue el autor de sus Estatutos, primero del Secretariado Nacional de Ecumenismo, presidido por Mons. Pedro Cantero, y pasados unos años de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales. Tareas a destacar, entre tantas, fueron: la creación de las delegaciones diocesanas de ecumenismo, las Jornadas Nacionales de Teología y Pastoral del Ecumenismo desde 1967 a 1983, convertidas en Jornadas Interconfesionales de Ecumenismo de 1984 a 1998. Sus relaciones con el ecumenismo europeo y mundial se hicieron constantes y estrechas como se constata por su asistencia a tantas Asambleas Generales del Consejo Mundial de Iglesias, a siete de las nueve celebradas hasta ahora e incluso a la última de Porto Alegre. D. Julián era bien conocido en los locales del Consejo Mundial de las Iglesias en Ginebra, donde trabó amistad con tantos protestantes y ortodoxos. Entre ellos destaca el Metropolita Emilianos Timíadis, con quien fundó los Encuentros de Religiosas/os, en 1970, hasta este de 2008 en que se celebra, después de 40 años, el XXXVI Encuentro en Sobrado de los Monjes, en Galicia, después de haber recorrido numerosos lugares católicos, ortodoxos y protestantes de Europa. Y también de España en otras ediciones. Una curiosa anécdota que refleja el lugar de D. Julián en el Consejo Ecuménico de las Iglesias: al no encontrar los dirigentes de Fe y Constitución lugar para la celebración de su V Conferencia, consultaron al sacerdote español, por aquellos días en Ginebra, si podría hallar un sitio en España; ni corto ni perezoso recabó el parecer y posibilidades del arzobispo de Santiago de Compostela y en la ciudad del Apóstol tuvo lugar esa reunión ecuménica, en 1993, uno de los mayores frutos ecuménicos. Dentro de la ingente actividad en la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales (CERI) destaca la creación del Comité Cristiano Interconfesional, en 1968, en el que, de forma fraterna, intervenían la lEE, IERE, Iglesias Ortodoxas griega y rumana y otras, que tan grandes frutos ecuménicos produjo a lo largo de 30 años El Comité tenía dos secretarios: D. Julián y el pastor Poveda, de la IEE. Fue un organismo verdaderamente práctico y en la brecha de la acción ecuménica, que hoy debería ser sustituido por un Consejo de Iglesias, no aceptado aún en España por la católica. Por otra parte, CERI organizó y participó en los grandes Congresos Interconfesionales e Internacionales del Centro Ecuménico de la Universidad de Salamanca, como se dijo en el número anterior de Pastoral Ecuménica, y también en Congresos Islamo-Católicos en Córdoba y Alcalá de Henares. No podría citar sino en muchas páginas la actividad ecuménica de D. Julián García Hernando al cargo de CERI, pero he de terminar aludiendo a la creación de su Boletín Informativo, aún subsistente. En 1982 apareció el BEN. Para su estudio y debate CERI convocó una reunión especial y se cuidó, por otra parte, de la contestación al documento […]
Con ocasión de la Jornada Mundial del Refugiado, el Padre Adolfo Nicolás ha concedido a la televisión italiana una entrevista que, por su interés para quienes creemos en una nueva sociedad donde los valores de la acogida, del encuentro intercultural e interreligioso son valores, queremos difundir desde este espacio de comunicación. El Padre Nicolás aborda desde su experiencia en el lejano oriente el tema de las barreras y las fronteras entre personas y estados. Dice: “La frontera la llevamos dentro, porque todos nosotros somos inseguros, todos nosotros tenemos miedo…” Más adelante dirá que las fronteras muchas veces son establecidas por la ignorancia frente a la personas que tenemos delante, “cuando no se ve el resto del mundo, el centro somos nosotros”. El segundo tema abordado en la entrevista es el encuentro, del que dice, es la único medio que tenemos para superar las dificultades y abrirnos a los otros. El encuentro, afirma el P. Nicolás, “nos puede cambiar y nos cambia”. Finalmente abre un horizonte interesante sobre la educación para la acogida. “Abrir, comunicar hábitos mentales, del corazón y culturales para la enseñanza de las variedades: así podemos educar personas flexibles, abiertas, que no se asustan de cualquier novedad o de cualquier cosa diferente, sino que están listas para apreciar todas las posibilidades humanas”. Para leer el texto íntegro de la entrevista realizada por el periodista Aldo María Valli utiliza el enlace de «guardar o imprimir».
Desde hace un poco más de un año la Fundación Social Ignacio Ellacuría, junto con otras organizaciones sociales, se plantearon la pregunta sobre cómo atender y propiciar procesos de incorporación y formación para los menores no acompañados que han ingresado al Territorio Histórico de Bizkaia y, que al cumplir los 18 años, deben salir de los Centros de Menores tutelados por la Diputación Foral. La respuesta a esta pregunta fue la conformación de un Consorcio que pusiera en marcha el PROYECTO HEMEN. El pasado 23 de junio, en el Diario DEIA, apareció la siguiente nota que, por su interés para el mundo de la inmigración, queremos divulgar. Responsable del Proyecto: Estibaliz Martínez CEAR – Euskadi-Bilbao _____________________________________________________ DEIA.COM 23 de junio de 2008 Varias entidades sociales ayudan a 70 jóvenes extranjeros a buscar su emancipación. Ofrecen a los jóvenes que no acceden al programa foral ayuda para acceder a servicios de alojamiento, formación… Aitziber Atxutegi Bilbao. El año pasado 151 jóvenes extranjeros no acompañados se acogieron al programa de emancipación foral Mundutik Mundura. Pero, ¿qué ocurre con el resto de chavales inmigrantes que, una vez cumplidos los 18 años, dejan de estar tutelados por la Diputación? Ésa fue la pregunta que se plantearon, hace más de un año, una serie de entidades sociales que trabajan en el ámbito de las migraciones. Para evitar que cayeran en la exclusión, decidieron poner en marcha el programa de emancipación Hemen que, en sus apenas ocho meses de vida, ha atendido y dado una oportunidad a 76 de estos jóvenes. «Nos dimos cuenta de que había un grupo de chicos de entre 18 y 23 años que estaban en una situación de especial vulnerabilidad, ya que habían salido de los centros de protección y no habían podido participar en los programas de emancipación», explica Estibaliz Martínez, coordinadora de Hemen. Al ver que estos chicos se acercaban hasta sus sedes y después de trabajar cada uno por su lado, la Fundación Ellacuría, Izangai Elkartea, Cáritas de Bizkaia, Asociación Elkarbanatuz, la Asociación Goiztiri y CEAR Euskadi decidieron formar un consorcio -al que este año se ha unido la Fundación Peñascal- y poner en marcha el programa de emancipación, en octubre del año pasado. Su objetivo era -y sigue siendo- diseñar y acompañar «itinerarios de incorporación social» para estos jóvenes extranjeros no acompañados «a fin de evitar su exclusión social». «Son chavales que repentinamente se encuentran fuera de los sistemas de protección en una edad fundamental para el desarrollo de la persona como es la adolescencia, desorientados respecto a los servicios normalizados que atienden necesidades básicas como alojamiento y comida, y otras más específicas como formación, asistencia social, jurídica…», relata la coordinadora del programa. Desde los locales de Arrupe Etxea, una trabajadora social y dos educadores sociales -además de un grupo de voluntarios- les ayuda a encontrar alojamiento y formación, además de cubrir otras necesidades jurídicas o laborales. «Orientamos a los jóvenes hacia recursos normalizados de atención, planteando pasos reales de autonomía», explica Martínez, que en la realidad supone desde facilitarles un piso donde poder residir a tramitarles un pasaporte, matricularles en un centro de iniciación profesional o ayudarles con la manutención. Aunque les ayudan a acceder a una vivienda, advierte de que el programa no ofrece alojamiento directo a los participantes. «No somos un recurso residencial», subraya. Antes de que cumplan 18 años, los jóvenes que están tutelados en centros de la Diputación y que no van a ingresar en el programa Mundutik Mundura son derivados a Hemen. Martínez calcula que alrededor del 80 ó 90% de los menores inmigrantes no acompañados que residen en los centros de Artzentales o Artxanda llega hasta el programa, «un porcentaje muy alto», de la mano de los propios educadores de los centros. El primer paso es realizar una pequeña entrevista de presentación con Hemen. Es una pequeña toma de contacto, una «entrevista de acogida donde intentarnos conocerle un poco, ver cuáles son sus datos personales, en qué centro está, qué ha pasado…», explica Martínez. Posteriormente se realiza otra, más amplia, en la que se detectan las necesidades y se elabora el itinerario de inserción, «conjuntamente. Siempre es pactado entre ambas partes», destaca la coordinadora. A lo largo del proceso se realizan también pequeñas entrevistas de seguimiento, «en forma de tutoría personal o con la persona voluntaria de referencia», y se ajustan los posibles fallos. Estibaliz Martínez destaca la labor que desarrollan estos voluntarios que acompañan al joven a lo largo de esa emancipación y se convierten en sus «adultos de referencia, se implican en sus procesos». Aunque apenas han pasado seis meses desde su puesta en marcha, sus responsables están satisfechos con los resultados que están logrando. «Se ha conseguido que los jóvenes que estaban abocados a la exclusión hayan iniciado un itinerario de incorporación y lo hayan mantenido en el tiempo», se congratula la coordinadora. OBJETIVOS EXIGENTES. El programa se marcó unos objetivos muy exigentes: lograr que el 100% de los jóvenes que salieran de los centros de protección y no llegaran a un recurso de emancipación hubieran al menos conocido el programa y los recursos sociales en la red social normalizada, que el 50% se formara y adhiriera a un plan individual de incorporación social, que el 70% tengan cubiertas sus necesidades más básicas y hayan accedido a las ayudas sociales municipales, que el 25% hayan accedido a un alojamiento, que el 20% hayan podido acceder a una primera experiencia laboral… A pesar de reconocer que el programa tiene «un escaso recorrido como para dar una buena evaluación del mismo», su coordinadora cifra en un 90% el cumplimiento del objetivo general que se marcaron en su fundación: ofrecer una oportunidad a jóvenes que, de otra forma, estarían condenados a la exclusión.
DIRECTIVA EUROPEA DE RETORNO… NUEVO DESAFÍO PARA LA SOCIEDAD DE LA INMIGRACIÓN Equipo de la Fundación Social Ignacio Ellacuría La Directiva Europea de Retorno (en adelante DER) ha suscitado un sinnúmero de reacciones entre las personas inmigradas, entre los colectivos que acompañamos sus procesos de incorporación social y entre diferentes actores sociales y políticos. No en vano han surgido estas reacciones pues esta nueva directiva, aprobada por la mayoría del Parlamento europeo, estigmatiza aún más a la población inmigrante y, de alguna manera, criminaliza el hecho de la migración Sur-Norte con categorías, a nuestro juicio, desproporcionadas. Con el pretexto de gestionar de la mejor manera la política de migración en el conjunto de los Estados miembros de la Unión Europea, como se afirma en los considerandos de la directiva(1), se puede generar un clima racista y xenófobo que en nada ayudaría a construir una nueva sociedad de la inmigración donde los valores compartidos sean una fuente de riquezas para las propias identidades nacionales de los países receptores. Las nuevas sociedades multiculturales ven en los flujos migratorios una oportunidad por cuanto el diálogo y el encuentro con otras formas de entender la realidad y de gestionar la construcción social aportan nuevas perspectivas que, una política cerrada a lo diverso, no genera. Entendemos, no compartimos, que algunos sectores sociales vean la inmigración como una amenaza. Sin embargo, creemos que un conocimiento mayor de las potencialidades del encuentro intercultural podrían ampliar sus horizontes de análisis y hacer que se sumen a quienes apostamos por la integración como camino de posibilidad para una nueva sociedad inclusiva. No descartamos que haya que tomar algunas medidas para gestionar los flujos migratorios, pero criminalizar y estigmatizar el hecho no sentimos que sea el camino. En este artículo queremos ofrecer a nuestros lectores una presentación del texto de la Directiva(2) y algunos comentarios que juzgamos pertinentes para su comprensión y para que, desde nuestros ámbitos de influencia, vayamos generando opinión frente a este tema que nos implica a todas y todos. EL DOCUMENTO (Para bajar el texto pulse el el enlace guardar o imprimir) La DER está compuesta por cinco capítulos y 21 artículos. Existió un sexto capítulo (el 5º) que fue suprimido en la propuesta. Éste hacía referencia a la interceptación en otros Estados miembros. En espera del texto oficial, este es el contenido de la Directiva: Capítulo I. DISPOSICIONES GENERALES Art. 1 Objeto Art. 2 Ámbito de aplicación Art. 3 Definiciones Art. 4 Disposiciones más favorables Art. 5 No devolución, interés superior del niño, vida familiar y estado de salud El objeto de la DER es establecer una serie de normas comunes para el retorno de nacionales de nacionales de terceros países que se encuentren ilegalmente en los estados miembros. Según la DER estas normas serán dictadas en conformidad con los derechos fundamentales, el derecho internacional y los derechos humanos. En las consideraciones que fundamentan el texto insisten en que cualquier procedimiento evitará tratos crueles que puedan vulnerar los derechos humanos de quienes serán repatriados y que, cuando fuere necesarios utilizar medidas coercitivas, éstas serán supeditadas a los principios de eficacia y proporcionalidad. Como fundamento de derecho no se puede esperar menos, sin embargo, la historia reciente nos muestra que no en pocas ocasiones, a la hora de aplicar las medidas contra inmigrantes ilegales, la aplicación de la norma va acompañada de tratamientos vejatorios. El ámbito de aplicación son las personas de terceros países que se encuentran de manera irregular en territorio europeo, no obstante, los Estados podrán no aplicar la DER si a la persona inmigrante se le ha denegado el permiso de entrada a un Estado de acuerdo con el acuerdo de Fronteras Schengen o si está incurso en algún procedimiento de tipo penal. El artículo 4º pretende garantizar que la aplicación de la DER no vaya en detrimento de las condiciones más favorables como los acuerdos bilaterales o multilaterales con los países de las personas inmigradas. En ese mismo orden de ideas, quiere garantizar los derechos de los niños, la vida familiar, la consideración por el estado de salud y el derecho a la no devolución consagrado en la convención de refugio que impide que una persona sea devuelta a su país cuando este movimiento puede causar riesgos para su vida y dignidad(3). Capítulo II. FINALIZACIÓN DE LA ESTANCIA ILEGAL Art. 6 Decisión de retorno Art. 6 bis Salida voluntaria Art. 7 Expulsión Art. 8 Aplazamiento de la expulsión Art. 8 bis Retorno y expulsión de menores no acompañados Art. 9 Prohibición de entrada Art. 10 Artículo suprimido La decisión de retorno es el acto jurídico mediante el cual un Estado miembro obliga a la persona inmigrante irregular a retornar o salir de su territorio. Se contemplan cuatro excepciones que es bueno tener en cuenta: primera, si la persona tiene permiso en otro Estado miembro. Segunda, si otro estado se hace cargo de la persona en virtud de tratados bilaterales. Tercera, cuando se le concede permiso de residencia por razones humanitarias u otras consideraciones y cuarta, cuando se están adelantando procedimientos de renovación del permiso de residencia. En el caso de no aplicarse ninguna de las excepciones se tomará la decisión de retorno con acuerdo a las normas de la DER. La decisión de retorno tiene dos modalidades: Salida voluntaria: en un plazo comprendido entre siete y 30 días. La DER permite a los Estados incluir en su Derecho interno que este plazo sea solicitado por la persona incursa en la decisión de retorno y para ello deberá informar de este procedimiento. Esta norma, de ser incluida en el Derecho interno, creemos que podría generar algún grado de desprotección a los inmigrantes pues los canales de comunicación, más aún cuando hay problemas de traducción, suelen dejar vacíos que casi siempre van en perjuicio de los más débiles. De aplicarse esta norma en el Estado español, sería importante difundir esta normativa en los colectivos para disminuir al máximo la conculcación de sus derechos. El plazo de salida podrá ser aumentado para atender circunstancias particulares […]