EL MOTOR DE TODO EL ECUMENISMO EN ESPAÑA: D. JULIÁN GARCÍA HERNANDO ¿Cómo hacer aquí una semblanza de quien, como fundador y director durante casi 25 años, ha publicado decenas de artículos en los que ha puesto bien de manifiesto su carisma ecuménico? Sin embargo, es preciso hablar ahora de D. Julián García Hernando, singular pionero del movimiento ecuménico en España. Su ingente labor de casi 40 años puede dividirse en tres partes: Fundador de las Misioneras de la Unidad, Director del Secretariado de Ecumenismo de la Conferencia Episcopal Española, Fundador y Director del Centro Ecuménico Misioneras de la Unidad. Con todo lo importante de sus dedicaciones ecuménicas, subrayaría como la más significativa el Centro Ecuménico. Una obra para el ecumenismo Allá por el año 1950 llegó a Segovia como rector del Seminario Diocesano, en el que había cursado toda su carrera sacerdotal, transpirando por todas sus actitudes dos inquietudes: cambio y unidad. Efectivamente, durante una década transformó el Seminario anticipándose a muchas cosas abordadas por el Concilio Vaticano II y creó en ese centro eclesiástico un ambiente ecuménico notable. En el Octavario de Oraciones por la Unión de las Iglesias, primero, y en la Semana de la Unidad después, pasaron por allí ecumenistas como el P. Santiago Morillo, SJ, el Ilustre D. Francisco Aguirre, el P. Ignacio Saade, el Hermano Roberto de Taizé y otros. En 1960 creó lo que llamó Academia Ecuménica, desde la que, con estudios, conferencias, exposiciones de libros y revistas de ecumenismo, dio vida a un alto compromiso ecuménico por parte de los alumnos y muchas personas de la ciudad. El 6 de enero de 1962 fundó, con la aprobación del obispo, Mons. D. Daniel Llorente y Federico, que siempre aceptó las propuestas ecuménicas del rector de su Seminario, la Institución Femenina Misioneras de la Unidad. A partir de esa fecha algunas jóvenes de Segovia dedicaron su vida a la causa de la búsqueda de la unidad de los cristianos. Paradójico resulta recordar que entonces en Segovia no existía ni un solo protestante ni ortodoxo. La repercusión de las Misioneras de la Unidad en toda España ha sido considerable y durante muchos años, excepto la realidad ecuménica de Barcelona de la que hemos hablado en otros números de Pastoral Ecuménica, el ecumenismo español ha sido roturado y sostenido por las Misioneras de la Unidad, a las que D. Julián ha dedicado sus mejores desvelos y tiempo. La Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales Nació en la población vallisoletana de Campaspero (campo áspero) en 1920, ingresó en el Seminario de Segovia donde fue ordenado sacerdote el 19 de marzo de 1943. Ingresó en la Hermandad de Operarios Diocesanos y años después fue enviado de rector a Segovia, donde ganó por oposición la cátedra de Historia de la Iglesia, enseñanza que impartió hasta 1966, cuando se trasladó a Madrid para comenzar su trabajo como Director del Secretariado de Ecumenismo de la Conferencia Episcopal Española. A lo largo de 30 años su actividad al servicio de este organismo fue ingente, la era García Hernando, podríamos decir. Le cupo la organización inicial, el desarrollo y la consolidación del ecumenismo en España, tan alejada de estas realidades. Fue el autor de sus Estatutos, primero del Secretariado Nacional de Ecumenismo, presidido por Mons. Pedro Cantero, y pasados unos años de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales. Tareas a destacar, entre tantas, fueron: la creación de las delegaciones diocesanas de ecumenismo, las Jornadas Nacionales de Teología y Pastoral del Ecumenismo desde 1967 a 1983, convertidas en Jornadas Interconfesionales de Ecumenismo de 1984 a 1998. Sus relaciones con el ecumenismo europeo y mundial se hicieron constantes y estrechas como se constata por su asistencia a tantas Asambleas Generales del Consejo Mundial de Iglesias, a siete de las nueve celebradas hasta ahora e incluso a la última de Porto Alegre. D. Julián era bien conocido en los locales del Consejo Mundial de las Iglesias en Ginebra, donde trabó amistad con tantos protestantes y ortodoxos. Entre ellos destaca el Metropolita Emilianos Timíadis, con quien fundó los Encuentros de Religiosas/os, en 1970, hasta este de 2008 en que se celebra, después de 40 años, el XXXVI Encuentro en Sobrado de los Monjes, en Galicia, después de haber recorrido numerosos lugares católicos, ortodoxos y protestantes de Europa. Y también de España en otras ediciones. Una curiosa anécdota que refleja el lugar de D. Julián en el Consejo Ecuménico de las Iglesias: al no encontrar los dirigentes de Fe y Constitución lugar para la celebración de su V Conferencia, consultaron al sacerdote español, por aquellos días en Ginebra, si podría hallar un sitio en España; ni corto ni perezoso recabó el parecer y posibilidades del arzobispo de Santiago de Compostela y en la ciudad del Apóstol tuvo lugar esa reunión ecuménica, en 1993, uno de los mayores frutos ecuménicos. Dentro de la ingente actividad en la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales (CERI) destaca la creación del Comité Cristiano Interconfesional, en 1968, en el que, de forma fraterna, intervenían la lEE, IERE, Iglesias Ortodoxas griega y rumana y otras, que tan grandes frutos ecuménicos produjo a lo largo de 30 años El Comité tenía dos secretarios: D. Julián y el pastor Poveda, de la IEE. Fue un organismo verdaderamente práctico y en la brecha de la acción ecuménica, que hoy debería ser sustituido por un Consejo de Iglesias, no aceptado aún en España por la católica. Por otra parte, CERI organizó y participó en los grandes Congresos Interconfesionales e Internacionales del Centro Ecuménico de la Universidad de Salamanca, como se dijo en el número anterior de Pastoral Ecuménica, y también en Congresos Islamo-Católicos en Córdoba y Alcalá de Henares. No podría citar sino en muchas páginas la actividad ecuménica de D. Julián García Hernando al cargo de CERI, pero he de terminar aludiendo a la creación de su Boletín Informativo, aún subsistente. En 1982 apareció el BEN. Para su estudio y debate CERI convocó una reunión especial y se cuidó, por otra parte, de la contestación al documento […]
Con ocasión de la Jornada Mundial del Refugiado, el Padre Adolfo Nicolás ha concedido a la televisión italiana una entrevista que, por su interés para quienes creemos en una nueva sociedad donde los valores de la acogida, del encuentro intercultural e interreligioso son valores, queremos difundir desde este espacio de comunicación. El Padre Nicolás aborda desde su experiencia en el lejano oriente el tema de las barreras y las fronteras entre personas y estados. Dice: “La frontera la llevamos dentro, porque todos nosotros somos inseguros, todos nosotros tenemos miedo…” Más adelante dirá que las fronteras muchas veces son establecidas por la ignorancia frente a la personas que tenemos delante, “cuando no se ve el resto del mundo, el centro somos nosotros”. El segundo tema abordado en la entrevista es el encuentro, del que dice, es la único medio que tenemos para superar las dificultades y abrirnos a los otros. El encuentro, afirma el P. Nicolás, “nos puede cambiar y nos cambia”. Finalmente abre un horizonte interesante sobre la educación para la acogida. “Abrir, comunicar hábitos mentales, del corazón y culturales para la enseñanza de las variedades: así podemos educar personas flexibles, abiertas, que no se asustan de cualquier novedad o de cualquier cosa diferente, sino que están listas para apreciar todas las posibilidades humanas”. Para leer el texto íntegro de la entrevista realizada por el periodista Aldo María Valli utiliza el enlace de «guardar o imprimir».
Desde hace un poco más de un año la Fundación Social Ignacio Ellacuría, junto con otras organizaciones sociales, se plantearon la pregunta sobre cómo atender y propiciar procesos de incorporación y formación para los menores no acompañados que han ingresado al Territorio Histórico de Bizkaia y, que al cumplir los 18 años, deben salir de los Centros de Menores tutelados por la Diputación Foral. La respuesta a esta pregunta fue la conformación de un Consorcio que pusiera en marcha el PROYECTO HEMEN. El pasado 23 de junio, en el Diario DEIA, apareció la siguiente nota que, por su interés para el mundo de la inmigración, queremos divulgar. Responsable del Proyecto: Estibaliz Martínez CEAR – Euskadi-Bilbao _____________________________________________________ DEIA.COM 23 de junio de 2008 Varias entidades sociales ayudan a 70 jóvenes extranjeros a buscar su emancipación. Ofrecen a los jóvenes que no acceden al programa foral ayuda para acceder a servicios de alojamiento, formación… Aitziber Atxutegi Bilbao. El año pasado 151 jóvenes extranjeros no acompañados se acogieron al programa de emancipación foral Mundutik Mundura. Pero, ¿qué ocurre con el resto de chavales inmigrantes que, una vez cumplidos los 18 años, dejan de estar tutelados por la Diputación? Ésa fue la pregunta que se plantearon, hace más de un año, una serie de entidades sociales que trabajan en el ámbito de las migraciones. Para evitar que cayeran en la exclusión, decidieron poner en marcha el programa de emancipación Hemen que, en sus apenas ocho meses de vida, ha atendido y dado una oportunidad a 76 de estos jóvenes. «Nos dimos cuenta de que había un grupo de chicos de entre 18 y 23 años que estaban en una situación de especial vulnerabilidad, ya que habían salido de los centros de protección y no habían podido participar en los programas de emancipación», explica Estibaliz Martínez, coordinadora de Hemen. Al ver que estos chicos se acercaban hasta sus sedes y después de trabajar cada uno por su lado, la Fundación Ellacuría, Izangai Elkartea, Cáritas de Bizkaia, Asociación Elkarbanatuz, la Asociación Goiztiri y CEAR Euskadi decidieron formar un consorcio -al que este año se ha unido la Fundación Peñascal- y poner en marcha el programa de emancipación, en octubre del año pasado. Su objetivo era -y sigue siendo- diseñar y acompañar «itinerarios de incorporación social» para estos jóvenes extranjeros no acompañados «a fin de evitar su exclusión social». «Son chavales que repentinamente se encuentran fuera de los sistemas de protección en una edad fundamental para el desarrollo de la persona como es la adolescencia, desorientados respecto a los servicios normalizados que atienden necesidades básicas como alojamiento y comida, y otras más específicas como formación, asistencia social, jurídica…», relata la coordinadora del programa. Desde los locales de Arrupe Etxea, una trabajadora social y dos educadores sociales -además de un grupo de voluntarios- les ayuda a encontrar alojamiento y formación, además de cubrir otras necesidades jurídicas o laborales. «Orientamos a los jóvenes hacia recursos normalizados de atención, planteando pasos reales de autonomía», explica Martínez, que en la realidad supone desde facilitarles un piso donde poder residir a tramitarles un pasaporte, matricularles en un centro de iniciación profesional o ayudarles con la manutención. Aunque les ayudan a acceder a una vivienda, advierte de que el programa no ofrece alojamiento directo a los participantes. «No somos un recurso residencial», subraya. Antes de que cumplan 18 años, los jóvenes que están tutelados en centros de la Diputación y que no van a ingresar en el programa Mundutik Mundura son derivados a Hemen. Martínez calcula que alrededor del 80 ó 90% de los menores inmigrantes no acompañados que residen en los centros de Artzentales o Artxanda llega hasta el programa, «un porcentaje muy alto», de la mano de los propios educadores de los centros. El primer paso es realizar una pequeña entrevista de presentación con Hemen. Es una pequeña toma de contacto, una «entrevista de acogida donde intentarnos conocerle un poco, ver cuáles son sus datos personales, en qué centro está, qué ha pasado…», explica Martínez. Posteriormente se realiza otra, más amplia, en la que se detectan las necesidades y se elabora el itinerario de inserción, «conjuntamente. Siempre es pactado entre ambas partes», destaca la coordinadora. A lo largo del proceso se realizan también pequeñas entrevistas de seguimiento, «en forma de tutoría personal o con la persona voluntaria de referencia», y se ajustan los posibles fallos. Estibaliz Martínez destaca la labor que desarrollan estos voluntarios que acompañan al joven a lo largo de esa emancipación y se convierten en sus «adultos de referencia, se implican en sus procesos». Aunque apenas han pasado seis meses desde su puesta en marcha, sus responsables están satisfechos con los resultados que están logrando. «Se ha conseguido que los jóvenes que estaban abocados a la exclusión hayan iniciado un itinerario de incorporación y lo hayan mantenido en el tiempo», se congratula la coordinadora. OBJETIVOS EXIGENTES. El programa se marcó unos objetivos muy exigentes: lograr que el 100% de los jóvenes que salieran de los centros de protección y no llegaran a un recurso de emancipación hubieran al menos conocido el programa y los recursos sociales en la red social normalizada, que el 50% se formara y adhiriera a un plan individual de incorporación social, que el 70% tengan cubiertas sus necesidades más básicas y hayan accedido a las ayudas sociales municipales, que el 25% hayan accedido a un alojamiento, que el 20% hayan podido acceder a una primera experiencia laboral… A pesar de reconocer que el programa tiene «un escaso recorrido como para dar una buena evaluación del mismo», su coordinadora cifra en un 90% el cumplimiento del objetivo general que se marcaron en su fundación: ofrecer una oportunidad a jóvenes que, de otra forma, estarían condenados a la exclusión.
DIRECTIVA EUROPEA DE RETORNO… NUEVO DESAFÍO PARA LA SOCIEDAD DE LA INMIGRACIÓN Equipo de la Fundación Social Ignacio Ellacuría La Directiva Europea de Retorno (en adelante DER) ha suscitado un sinnúmero de reacciones entre las personas inmigradas, entre los colectivos que acompañamos sus procesos de incorporación social y entre diferentes actores sociales y políticos. No en vano han surgido estas reacciones pues esta nueva directiva, aprobada por la mayoría del Parlamento europeo, estigmatiza aún más a la población inmigrante y, de alguna manera, criminaliza el hecho de la migración Sur-Norte con categorías, a nuestro juicio, desproporcionadas. Con el pretexto de gestionar de la mejor manera la política de migración en el conjunto de los Estados miembros de la Unión Europea, como se afirma en los considerandos de la directiva(1), se puede generar un clima racista y xenófobo que en nada ayudaría a construir una nueva sociedad de la inmigración donde los valores compartidos sean una fuente de riquezas para las propias identidades nacionales de los países receptores. Las nuevas sociedades multiculturales ven en los flujos migratorios una oportunidad por cuanto el diálogo y el encuentro con otras formas de entender la realidad y de gestionar la construcción social aportan nuevas perspectivas que, una política cerrada a lo diverso, no genera. Entendemos, no compartimos, que algunos sectores sociales vean la inmigración como una amenaza. Sin embargo, creemos que un conocimiento mayor de las potencialidades del encuentro intercultural podrían ampliar sus horizontes de análisis y hacer que se sumen a quienes apostamos por la integración como camino de posibilidad para una nueva sociedad inclusiva. No descartamos que haya que tomar algunas medidas para gestionar los flujos migratorios, pero criminalizar y estigmatizar el hecho no sentimos que sea el camino. En este artículo queremos ofrecer a nuestros lectores una presentación del texto de la Directiva(2) y algunos comentarios que juzgamos pertinentes para su comprensión y para que, desde nuestros ámbitos de influencia, vayamos generando opinión frente a este tema que nos implica a todas y todos. EL DOCUMENTO (Para bajar el texto pulse el el enlace guardar o imprimir) La DER está compuesta por cinco capítulos y 21 artículos. Existió un sexto capítulo (el 5º) que fue suprimido en la propuesta. Éste hacía referencia a la interceptación en otros Estados miembros. En espera del texto oficial, este es el contenido de la Directiva: Capítulo I. DISPOSICIONES GENERALES Art. 1 Objeto Art. 2 Ámbito de aplicación Art. 3 Definiciones Art. 4 Disposiciones más favorables Art. 5 No devolución, interés superior del niño, vida familiar y estado de salud El objeto de la DER es establecer una serie de normas comunes para el retorno de nacionales de nacionales de terceros países que se encuentren ilegalmente en los estados miembros. Según la DER estas normas serán dictadas en conformidad con los derechos fundamentales, el derecho internacional y los derechos humanos. En las consideraciones que fundamentan el texto insisten en que cualquier procedimiento evitará tratos crueles que puedan vulnerar los derechos humanos de quienes serán repatriados y que, cuando fuere necesarios utilizar medidas coercitivas, éstas serán supeditadas a los principios de eficacia y proporcionalidad. Como fundamento de derecho no se puede esperar menos, sin embargo, la historia reciente nos muestra que no en pocas ocasiones, a la hora de aplicar las medidas contra inmigrantes ilegales, la aplicación de la norma va acompañada de tratamientos vejatorios. El ámbito de aplicación son las personas de terceros países que se encuentran de manera irregular en territorio europeo, no obstante, los Estados podrán no aplicar la DER si a la persona inmigrante se le ha denegado el permiso de entrada a un Estado de acuerdo con el acuerdo de Fronteras Schengen o si está incurso en algún procedimiento de tipo penal. El artículo 4º pretende garantizar que la aplicación de la DER no vaya en detrimento de las condiciones más favorables como los acuerdos bilaterales o multilaterales con los países de las personas inmigradas. En ese mismo orden de ideas, quiere garantizar los derechos de los niños, la vida familiar, la consideración por el estado de salud y el derecho a la no devolución consagrado en la convención de refugio que impide que una persona sea devuelta a su país cuando este movimiento puede causar riesgos para su vida y dignidad(3). Capítulo II. FINALIZACIÓN DE LA ESTANCIA ILEGAL Art. 6 Decisión de retorno Art. 6 bis Salida voluntaria Art. 7 Expulsión Art. 8 Aplazamiento de la expulsión Art. 8 bis Retorno y expulsión de menores no acompañados Art. 9 Prohibición de entrada Art. 10 Artículo suprimido La decisión de retorno es el acto jurídico mediante el cual un Estado miembro obliga a la persona inmigrante irregular a retornar o salir de su territorio. Se contemplan cuatro excepciones que es bueno tener en cuenta: primera, si la persona tiene permiso en otro Estado miembro. Segunda, si otro estado se hace cargo de la persona en virtud de tratados bilaterales. Tercera, cuando se le concede permiso de residencia por razones humanitarias u otras consideraciones y cuarta, cuando se están adelantando procedimientos de renovación del permiso de residencia. En el caso de no aplicarse ninguna de las excepciones se tomará la decisión de retorno con acuerdo a las normas de la DER. La decisión de retorno tiene dos modalidades: Salida voluntaria: en un plazo comprendido entre siete y 30 días. La DER permite a los Estados incluir en su Derecho interno que este plazo sea solicitado por la persona incursa en la decisión de retorno y para ello deberá informar de este procedimiento. Esta norma, de ser incluida en el Derecho interno, creemos que podría generar algún grado de desprotección a los inmigrantes pues los canales de comunicación, más aún cuando hay problemas de traducción, suelen dejar vacíos que casi siempre van en perjuicio de los más débiles. De aplicarse esta norma en el Estado español, sería importante difundir esta normativa en los colectivos para disminuir al máximo la conculcación de sus derechos. El plazo de salida podrá ser aumentado para atender circunstancias particulares […]
La gestión de la interculturalidad es uno de los desafíos más importantes para la nueva sociedad de la inmigración. La convergencia de una abanico tan grande de identidades culturales en un mismo espacio geográfico y político demanda de los actores sociales respuestas audaces de tal manera que la diversidad se entienda como una riqueza y no como un obstáculo que pueda entorpecer el curso normal de la vida de los hombre y las mujeres que conviven en un mismo espacio vital. La Fundación Social Ignacio Ellacuría ha invitado recientemente a Bruno Kaimwa y Diego García para compartir, desde sus propias identidades culturales, lo que ha significado el encuentro con la cultura europea y en concreto con la cultura e identidades del País Vasco. A ellos les hemos planteado estas preguntas para su compartir. ¿Cómo ha sido mi experiencia de encuentro INTERCULTURAL? Esa relación o encuentro, ¿cómo ha afectado mi propia identidad? ¿Mi identidad se ha visto enriquecida o disminuida en este proceso de encuentro? ¿En qué aspectos? Bruno Kaimwa (congoleño). Hace año y medio vino a Europa para realizar un master en la Universidad de Deusto y en la Universidad de Palermo (Italia). Bruno describe así su encuentro con la cultura europea. ¿Cómo ha sido mi experiencia de encuentro INTERCULTURAL? Hay tres ámbitos de la vida que, aunque parezcan triviales, han afectado e interpelado mi vida y me han hecho sentir en un espacio que no es el mío. Estos son la comida, la ropa y las ideas. En primer lugar la comida: la gente con quien yo vivía y me relacionaba no estaba preparada para reconocer lo que yo quería o tenía que comer, les impresionaban ciertos alimentos y llegaban a decirme que no comiera eso o aquello. La forma de cocinar también generó algunos desencuentros pues a mis compañeros les parecía inadecuada la forma como yo lo hacía y me daban indicaciones de cómo lo debía hacer. Un aspecto complejo era la compra. En los mercados encontraba pocas cosas típicas de África aunque en Bilbao la situación, con relación a Italia, es un poco mejor pues en los supermercados cada vez encuentro más comidas tropicales aunque los autóctonos no las conozcan suficientemente. Las personas muestran curiosidad al ver qué voy a comer y cómo lo voy a preparar, pero detrás de eso hay un desconocimiento de la dieta africana, por ejemplo, no ven cómo nos podemos comer unos plátanos con cacahuetes. Pero, nosotros, sabemos manejar la dieta y podemos definir qué comer para estar bien alimentados y con buena salud. No es que tenga problemas con la dieta del País Vasco, simplemente, en algunos momentos, me apetece comer productos típicos de mi país. Estos encuentros y desencuentros me han servido también para comprender como se cocina aquí y no hacer escándalo.Con respecto a la ropa puedo decir que es el aspecto menos duro. En los aeropuertos y en la calle la gente manifiesta su curiosidad por la ropa que llevo, por las camisas de colores alegres y vistosos, incluso se acercan a preguntarme de dónde es la ropa y si se puede comprar en alguna tienda de Bilbao. Confieso que me agradaba que valoraran positivamente nuestra forma de vestir, sin embargo, también hubo gente que me insinuó que tenía que cambiar mi forma de vestir para ser más acorde con la cultura europea. El tercer ámbito, el de las ideas, es un poco más complejo. El punto de vista del Sur es difícilmente reconocido por la comunidad científica del Norte. Por ejemplo, si estoy citando un autor que no se conoce en el espacio europeo, aunque la argumentación sea sólida, hay problemas para su aceptación. Hay un punto de vista que domina – el del Norte – y la reflexión debe ir por este camino que es el conocido. Yo creo que hay que insistir en que no hay un solo punto de vista, hay otras teorías que provienen del Sur, que intentan explicar la realidad que vivimos en el mundo y tienen gran validez, no obstante, es difícil convencer al ámbito cultural y académico de Europa porque los autores del Sur no se conocen y reconocen en el norte. Otro aspecto que me ha llamado la atención es la diferente valoración que se tiene sobre si una persona es educada o no. Se suele decir “es un chico bien educado” o “es un chico mal educado”, sin embargo, si no se conoce la cultura de una persona no se puede decir que es mal educado cuando hace una cosa distinta. Hay costumbres africanas que no se comprenden y aquí se interpretan como un comportamiento inadecuado. Con un ejemplo se puede ilustrar la afirmación anterior: en África, un niño bien educado nunca miraría a los ojos a un adulto cuando éste le habla, tiene que mantener una actitud de escucha atenta pero sin mirar a los ojos. Sin embargo, aquí, se entendería como una actitud de despreocupación por lo que le dice el adulto. Esa relación o encuentro, ¿cómo ha afectado mi propia identidad? El encuentro con la cultura europea ha interpelado mi comportamiento en dos niveles. Me ha permitido hacer un inventario de los valores que tengo y que, de alguna manera, no conocía o percibía con claridad cuando vivía en mi país. También me ha permitido detectar los puntos en los cuales no puedo hacer concesión porque afectaría mis valores y los puntos en cuáles debo trabajar porque son una riqueza, por ejemplo, la relación de género. Me he dado cuenta que vengo de una sociedad machista, tenía las teorías de la equidad de género en la cabeza pero hay diferencia entre éstas y la práctica. ¿Mi identidad se ha visto enriquecida o disminuida en este proceso de encuentro? ¿En qué aspectos? Al confrontar las dos culturas, la vasca y la congoleña, mi identidad se ha enriquecido porque ahora tengo la capacidad de ver y valorar los elementos constitutivos de mi cultura y me permite ver las cosas buenas que hay aquí y que yo […]
COMUNICADO DE LOS JESUITAS DE HAITI Nosotros, Jesuitas, trabajando en Haití en diversos espacios, somos testigos del drama diario que viven millones de nuestras hermanas y hermanos haitianos. Como Yahvé en el desierto, nosotros vemos la miseria de nuestro pueblo y escuchamos sus gritos: “Yo soy Yahvé, tu Dios. Yo vi la miseria y oí tu grito. Yo sé de tus angustias. La vida es lo que yo quiero para ti y no la muerte. ¿Pero quién va a libertarte? En el pasado, Moisés fue mi mensajero enviado para liberarlos y sacarlos de la esclavitud de Egipto. En mi Nombre, él los llevó a una tierra que mana leche y miel (Ex. 3,7-12)”. La miseria de nuestro pueblo: Millones de haitianos y haitianas son víctimas del alza vertiginosa y permanente de los precios de los productos de primera necesidad y no satisfacen las necesidades más esenciales, en particular el alimento. La disminución de la producción nacional en todos los sectores de la economía lleva al hambre y a la desnutrición total. El empobrecimiento vergonzoso e intolerable de nuestras poblaciones urbanas y rurales. El aumento de la inseguridad, especialmente el resurgimiento con fuerza del fenómeno del secuestro y la desesperanza de los jóvenes. Nuestra nación está sumergida en la vergüenza y la desesperanza con su soberanía arrodillada y la mayor parte de la población viviendo en condiciones inhumanas. La miseria de nuestro pueblo es igualmente: La incapacidad total de la mayoría de nuestros gobernantes para enfrentar los problemas fundamentales de la sociedad La ausencia total de una oposición política constructiva que controle y estimule la acción gubernamental en beneficio de la nación La aniquilación total de la función política del Parlamento, que ha procedido de manera deshonesta tal como las “ollas de vino”, la corrupción, etc. La irresponsabilidad de la comunidad internacional, particularmente de los países llamados amigos de Haití, de las instituciones financieras internacionales (el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Interamericano de Desarrollo, etc.), que no han cumplido su promesa a Haití, asistiendo cínicamente al descenso a los infiernos de la sociedad haitiana. El pueblo haitiano es un pueblo valeroso y, siéndolo, esta vez ya no es capaz. Torturado por la miseria, grita. Su grito se convierte en llamada. El grito del pueblo hoy: Miles de jóvenes deambulan por las calles para manifestar que ya no pueden más, exigiendo a los políticos, que asuman su responsabilidad. Millones de desempleados, torturados por el hambre, gritan su rabia por las calles de Puerto-Au-príncipe y por las ciudades de provincia. Padres y madres de familia pasan varios días sin poder comer y gritan su miseria en las manifestaciones de la calle… Niños demacrados de las villas miseria y del campo gritan todos los días porque no encuentran nada que comer y no tienen futuro. Llama, grita, nunca baja los brazos. ¡Oh tu, pueblo valeroso! Te toca ayudarme para ayudarte. Contigo yo puedo hacer mucho. Sin ti no lo lograré. Tu necesitas de mi, yo lo se. Yo soy tu Aliado irreemplazable, sin embargo, yo también tengo necesidad de ti, de tus gritos, de tu unidad, de tu experiencia de pueblo sufriente, de tu valor. Vamos a trabajar juntos. La victoria estará de nuestro lado, ya que luchamos por una causa justa. Tú conoces mi nombre: YO SOY EL DIOS DE LA VIDA Y NO DE LA MUERTE. Tú conoces mi Proyecto. Jesús de Nazaret lo expresó bien en el Cuarto Evangelio: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundantemente” (Jn. 10,10) Hemos sido interpelados fuertemente por esta situación intolerable e indignante que amenaza a nuestro país de caer nuevamente en un drama; nos sentimos profundamente unidos a este pueblo que sufre y sinceramente nos solidarizamos con las víctimas. Es por ello que, en nombre de nuestra fe cristiana y de nuestro compromiso como religiosos jesuitas, exhortamos con fuerza: A los responsables políticos: Al Presidente de la República a tomar rápidamente las decisiones políticas que se imponen para restablecer la confianza y la paz, a comprometerse a una reforma a fondo de las instituciones públicas, poniendo definitivamente el país en el camino del desarrollo. A las personalidades del Estado (Primer Ministro, Ministros, Secretarios de Estado y Directores generales, Senadores, Diputados, etc.) a corto plazo a elaborar y a llevar a cabo, en el tiempo más breve, un programa de emergencia (real y eficaz) para aliviar los sufrimientos de la población, y a largo plazo, utilizar los recursos intelectuales y la sabiduría, tanto de nacionales como de extranjeros, con el fin de poner por obra un verdadero plan de desarrollo nacional. A los partidos y las organizaciones políticas que asuman su responsabilidad de crítica y control de la acción gubernamental, ayudando en la búsqueda de soluciones adaptadas al drama que vive nuestra sociedad, participando eficazmente en la reforma del Estado para sacar a nuestro país de la vergüenza y el estancamiento. A los comerciantes, industriales, importadores, banqueros y otras fuerzas vivas de la nación a aportar su contribución para disminuir el sufrimiento de nuestros ciudadanos y conciudadanas, con el fin de tomar consciencia de la necesidad de actuar conjuntamente para ayudar a Haití a levantarse. A todos los componentes de la sociedad civil: religiosos-as, educadores, los estudiantes, responsables y miembros de asociaciones, sindicalistas y obreros, artesanos, pequeños comerciantes, agricultores etc. a ponernos de pie para buscar juntos las soluciones a los problemas de nuestro pueblo. A la comunidad internacional, especialmente a los países llamados amigos de Haití, a las instituciones financieras internacionales etc. a respetar sus compromisos con Haití, teniendo en cuenta sus numerosas promesas de cooperación para ayudar efectivamente al país a salir del fango. ¡Oh pueblo haitiano! Continúa a llamar, a gritar y a convocar a aquéllos que has escogido para servirte. Tu fuerza será la no violencia organizada y sostenida. La violencia nunca es eficaz. Tu me llamas. Sí, yo estaré contigo y en ti por el poder de mi Espíritu. P. Pérard Monestime, sj, P. Dérino de Sainfariste sj P. Kawas François, sj, […]
ANALISIS DE ACTUALIDAD – ABRIL NUEVAS IMÁGENES DE MISIÓN El V Centenario del Nacimiento de San Francisco Javier generó un sinnúmero de actividades religiosas, culturales, académicas y sociales con un impacto importante para la sociedad y en la Iglesia. Desde nuestra plataforma queremos hacer eco de las Jornadas Regreso y Encuentro: misión y compromiso por la vida digna y la justicia, organizadas por la Provincia de Loyola, Alboan y la Universidad de Deusto, aprovechando el reciente lanzamiento del libro que recoge las reflexiones de dichas jornadas por parte de Ediciones Mensajero. En las jornadas, llevadas a cabo en Javier (Navarra), se reunió un grupo de personas provenientes de Asia, África, América y Europa para reflexionar, desde la experiencia, sobre el aporte que desde la misión se hace a la construcción de la vida digna y la justicia. Se expusieron más de 10 experiencias de trabajo con sindicatos, indígenas, sectores marginales de población urbana y de diálogo interreligioso, entre otras. Para la Fundación Ignacio Ellacuría resulta sugerente la ponencia de Michael Amaladoss, jesuita indio que trabaja en el Instituto para el diálogo con las culturas y las religiones en Chenai por lo que puede ayudar a pensar y, sobre todo, a integrar en el imaginario colectivo la variable del encuentro interreligioso como un elemento sustantivo de la sociedad inclusiva que soñamos. El texto que os proponemos aparece en la publicación “Nuevos horizontes para la Misión” de Ediciones Mensajero, páginas 19 – 31. San Francisco Javier, el primer misionero jesuita, nos dio un ejemplo de adaptación al decidir vestirse como un noble europeo cuando quiso dialogar con los monjes budistas de Japón. Los consideró como hombres cultivados comparados con los pobres pescadores de las costas de la India meridional. Este espíritu de adaptación echó raíz en Asia a través de Mateo Ricci y Roberto de Nobili. Este mes celebramos el 400 aniversario de la llegada de De Nobili a Madurai. El espíritu de adaptación no se ha extinguido y el encuentro entre el Cristianismo y otras culturas y religiones ha pasado por muchos cambios paradigmáticos en el siglo pasado, especialmente a raíz del Concilio Vaticano II. Las diversas experiencias de misión en Asia y en el mundo lo atestiguan. El jubileo nos brinda la ocasión no sólo de echar una mirada a la historia y al presente, sino también de soñar y planificar el futuro. Y sólo es posible hacerlo si tomamos conciencia de los diversos movimientos en el campo de la misión. Necesitamos también contextualizar nuestros sueños, aunque tengan un carácter dinámico. En primer lugar, pues, voy a tratar los diversos cambios paradigmáticos que se han dado en la práctica y en la reflexión de la misión. El tiempo limitado a mi disposición no me permite presentar, en todos los casos, el telón de fondo teológico completo. Luego reflexionaré sobre las tres interrogantes cruciales que han planteado los organizadores de este encuentro. Empiezo, pues, con los cambios paradigmáticos. Son cinco. De la Iglesia al Reino de Dios En el pasado, la finalidad de la misión solía definirse como la ‘implantación de la Iglesia’ – plantatio ecclesiae. La implantación a menudo consistía en el ‘trasplante’ de una iglesia europea con sus estructuras, doctrinas y rituales. Aun cuando los misioneros hubiesen podido adaptarse ellos mismos a la cultura y al contexto locales, no adaptaron a la Iglesia. En algunos casos hubo traducciones, pero nada más. Hoy, sin embargo, hemos tomado conciencia de que la misión tiene una finalidad doble: la edificación del Reino de Dios, y la edificación de la Iglesia como símbolo y servidor del Reino. La misión es fundamentalmente la misión de Dios. Es Dios quien envía a su Espíritu para compartir la vida de Dios con la humanidad y el mundo para hacer la unidad del universo (Ef. 1,10) y así “Dios lo será todo para todos” (1 Cor. 15:28). La Palabra y el Espíritu están presentes y activos en los pueblos, en sus culturas y religiones. El Verbo se encarnó en Jesús para llevar a plenitud este proyecto de reconciliación y comunión universales. El Reino es una realidad histórica, y al mismo tiempo dinámica. Al hablar de ello George Soares-Prabhu dice: Cuando la revelación del amor de Dios (el Reino) encuentra su adecuada respuesta en la aceptación confiada de ese amor de parte del hombre (arrepentimiento) empieza todo un extraordinario movimiento de liberación del ser humano y de la sociedad que se extiende por toda la historia humana. El movimiento genera libertad en la medida en que libera a cada individuo de las carencias y obsesiones que le atan. Fomenta la fraternidad universal porque los individuos libres se sienten capaces de interesarse por los demás en un verdadero espíritu comunitario. Y conduce a la justicia, porque insta a cada verdadera comunidad a adoptar estructuras justas en la sociedad que son las únicas en posibilitar libertad y sentido de solidaridad… Nos insta a una lucha incesante en contra de estructuras demoníacas que expresan una falta de libertad (psicológica y sociológica) erigidas por el dinero; y a una creatividad incesante que en cada era producirá nuevos proyectos más en sintonía con la visión humana del Evangelio. En los horizontes de la historia humana, como don que se nos ofrece y como desafío que nos cuestiona, está la visión de Jesús, visión de una sociedad nueva como una tarea inacabada, que nos llama a una permanente revolución (1). El Reino es operativo en toda la humanidad, en sus diversas culturas y religiones. La Iglesia es consciente de ser enviada por Jesús a ser símbolo y servidora del Reino. Está llamada a colaborar con otras religiones para seguir edificando el Reino. Las perspectivas del Reino siguen siendo los criterios para discernir dónde está el Espíritu de Dios activo en cualquier contexto determinado. Si hay personas que se sienten llamadas por Dios a ser discípulos de Jesús, los invitamos a unirse a la comunidad de la Iglesia en misión. Como dijo una Consulta teológica asiática: El Reino de Dios está, pues, universalmente presente y […]
ANÁLISIS DE ACTUALIDAD – MARZO 08 La noche del pasado 21 de febrero inició en todo el territorio del Estado la Campaña para las Elecciones Generales del 2008. Ciertamente, este proceso se da en medio de un clima político intenso que puede generar desorientación en la ciudadanía. Sin embargo, el objetivo de este tiempo de Campaña Electoral no debería ser otro que el del conocimiento y la la reflexión de los programas electorales, así como de su contraste con la situación social existente. Está en juego la construcción de una sociedad cada vez más inclusiva desde el reconocimiento de las diferencias, más comprometida con los colectivos más desfavorecidos, más capaz de convivencia, de paz y de reconciliación. Asuntos como el actual modelo autonómico, las relaciones entre la Iglesia, el Estado, y las minorías religiosas, las políticas educativas, la inversión en políticas sociales que sigue ocho puntos por debajo de la media europea, la experimentación biomédica, el reconocimiento de las parejas del mismo sexo y, obviamente, la situación económica, entre otros, forman un abanico que para los y las electores no resulta fácil de abordar. Pero hay un tema que está siendo instrumentalizado por la mayoría de los partidos: la inmigración. Las propuestas son de índole diversa y consideramos que conviene, para poder decantarnos por alguna de ellas, conocer más a fondo el fenómeno. Desde nuestra plataforma creemos que la nueva sociedad de la inmigración, con todo lo que ella demanda de diálogo intercultural e interreligioso y, sobre todo, de búsqueda de caminos para hacer viable una sociedad inclusiva, es una riqueza y una oportunidad en el contexto de un mundo cada vez más globalizado y de fronteras cada vez más difusas. El Servicio Jesuita a Migrantes, una iniciativa de la Compañía de Jesús para acompañar los procesos migratorios de personas, colectivos, y asociaciones de personas inmigradas, ha elaborado un interesante documento que ayuda a “desmitificar” el fenómeno de la inmigración que consideramos que es un interesante punto de vista para desentrañar el fondo de las diferentes propuestas que se presentan al electorado. El documento que ponemos en sus manos tiene un título muy provocativo: Inmigrantes, invasores o ciudadanos. Se trata de pasar de los tópicos o lugares comunes que surgen en los medios o en las conversaciones informales a un análisis profundo -sencillo en el lenguaje pero elaborado con rigor científico- que permita tomar en serio el fenómeno de la inmigración y elegir con responsabilidad política el mejor programa para gestionarlo. El documento presenta 14 tópicos sobre la inmigración a partir de la recurrente frase de “se dice…”. Cada tópico es acompañado de un análisis lo más realista posible y de propuestas verificables y posibles siempre y cuando la voluntad política acompañe. El punto de partida será el prejuicio generalizado de entender que hay una sociedad de acogida y una población inmigrante perfectamente distintas y diferenciadas. Esa distinción, dicen los autores, tiene cada día menos sentido, en beneficio de una noción de ciudadanía común. Otros documentos de interés Ofrecemos algunos documentos de reciente aparición que, creemos, pueden ser útiles a nuestros lectores a la hora de discernir su participación en la jornada electoral que se avecina en el Estado español. La Fundación Social Ignacio Ellacuría valora y respeta todas las opiniones contenidas en dichos textos sin que esto signifique que las suscriba. PASTORAL OBRERA DE LA DIÓCESIS DE BILBAO Materiales para las elecciones Versión en Castellano Versión en Euskera CRISTIANISME I JUSTICIA ¿Qué debería orientar nuestro voto?
ANALISIS DE ACTUALIDAD – ENERO EL FORO SOCIAL MUNDIAL UN ESPACIO PARA LA CONTRUCCIÓN DE UNA CIUDADANÍA INCLUSIVA En el año 2001, en las puertas del nuevo milenio, se daba comienzo a una de las experiencias más significativas en orden a la construcción de un mundo que no estuviese dominado por las fuerzas del capital y del consumo que preconizaba la ideología neoliberal. Las fuerzas vivas de una sociedad harta de la exclusión que genera la economía liberal de mercado se planteaba el reto de decir que OTRO MUNDO ES POSIBLE, un mundo en el que la solidaridad, la justicia, la equidad de género y entre generaciones sea una realidad. Surge, entonces, el Foro Social Mundial como “un espacio de convergencia para luchar contra el neoliberalismo, lo más amplio que se pueda imaginar. Su pluralismo, diversidad y transversalidad de género son elementos constitutivos; su carácter de angora para el intercambio de ideas y propuestas, constituyen su sustancia”. Desde aquél año estos encuentros se realizan coincidiendo con el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza) en el que los líderes del capital se reúnen para debatir cómo mantener las dinámicas de crecimiento económico en las actuales sociedades. Dos encuentros que se llevan a cabo al mismo tiempo pero con objetivos totalmente opuestos. Este año se ha planteado una dinámica distinta para la realización del Foro. No se llevará a cabo un gran encuentro mundial sino que en su lugar se tendrá un día de Movilización y Acción Global en el que se espera que muchas personas nos unamos para marchar, protestar, celebrar y promocionar discusiones en pueblos, zonas rurales y centros urbanos y así demostrar que otro mundo es posible. La página Web www.wsf2008.net es la principal herramienta para la articulación de los participantes del Foro descentralizado de 2008. En Bilbao, la Coordinadora de ONG’s de Euskadi, bajo el lema “Contra el neoliberalismo: ¡Otro mundo es posible!” ha programado para este sábado 26 una Kalejira a las 16:30 de la Plaza Circular a la Plaza de Arriaga. Allí nos sumaremos a la Manifestación programada para las 17.30. Desde esta plataforma os invitamos a participar. (Ver todo el programa) En orden a aclimatar el desarrollo de las Jornadas Locales del Foro Social Mundial os proponemos la lectura del comentario al Foro de Nairobi 2007 elaborado por Irene León y Sally Burch (tomado de www.visionesalternativas.com). Las autoras presentan una mirada crítica sobre la realización del Foro y plantean el debate sobre las características de este espacio: ¿es un proceso en el que se deben implicar una o varias lecturas de la realidad mundial que vayan generando espacios de intercambio y de confluencias de luchas sociales que permitan visibilizar una agenda común o son momentos puntuales para visibilizar iniciativas altermundialistas (Foro feria) pero sin incidencia mayor en la transformación de las estructuras excluyentes y de marginación social, política, económica y cultural? Un comentario sobre el Foro de Nairobi VII Foro Social Mundial: entre desafíos presentes y miradas al futuro. Irene León, Sally Burch Por su amplia convocatoria y su carácter plural, el Foro Social Mundial sigue siendo el más significativo espacio de desarrollo de pensamiento, ideas y construcción de alternativas frente al neoliberalismo. Las mil doscientas actividades que conformaron la agenda de su VII edición, realizada en Nairobi (Kenia) del 20 al 25 de enero pasado, dan cuenta de la vitalidad fraguada por su innovadora propuesta, que tiene como columna vertebral presencias de proceso: movimientos, redes, campañas, intelectuales, que han marcado la sustancia de sus contenidos y dinámicas, y que en esta ocasión plasmaron la oportunidad de mirar al mundo desde África, un continente rico en iniciativas sociales y políticas, a la vez que acorralado al extremo por las incongruencias del modelo. El enorme mosaico de realidades y culturas que conforman el continente sede, se reflejó en una presencia heterogénea y una variedad de causas múltiples, que van desde reivindicaciones históricas, como aquella del pueblo de Sahara occidental en procura de su independencia, hasta vindicaciones más recientes como aquella en torno al VIH-SIDA, o el derecho al agua. Sin duda, el aporte político de este último Foro es justamente haber abierto la oportunidad de pensar en las luchas mundiales desde un continente en ebullición, que cuenta con un bagaje significativo de conquistas recientes: las independencias coloniales registradas en el último medio siglo, la abolición del apartheid en Sudáfrica signada en 1990, los intentos de construcción de socialismos en Angola y Mozambique, entre otros. Y que cuenta también con interesantes precedentes generados por movimientos nuevos, como por ejemplo la victoria histórica de una iniciativa en defensa de la libre importación y el acceso a medicamentos genéricos para el VIH-SIDA, registrado por el movimiento sudafricano TAC –Treatment Action Campaign- en 2001, contra la acusación planteada por un grupo de corporaciones transnacionales que, apoyándose en la OMC, abogan por la exclusividad sobre las patentes de las medicinas. El Foro de Nairobi permitió también que se ampliara el espectro de redes y organizaciones que establecen y fortalecen nexos entre ellas, que se definieran nuevos puntos de agenda común, e incluso que se editaran innovadoras iniciativas solidarias, como lo expresa el lanzamiento de la Campaña Global por la Reforma Agraria en África, realizado por la Vía Campesina y otros. Motivó además a pensar en las interrelaciones entre continentes; un ejemplo de ello es la prioridad acordada por el Foro Social Américas a orientar sus actividades hacia la visualización de la presencia africana en el hemisferio, su historia común, su presente y futuro compartidos, ello se reflejó en la organización de distintas actividades conjuntas con el Foro africano. No obstante, como parte de un proceso en evolución, este último Foro fue también el escenario en el que se transparentaron algunas tendencias críticas pre-existentes y se añadieron otras nuevas. Así, se han señalado aspectos como la comercialización del Foro y la tercerización de los servicios, la innegable ‘onegeización’, su alejamiento de la participación popular, la entrometida seguridad policial, la sobredimensionada presencia de las iglesias cristianas, y otros asuntos análogos, descritos ampliamente por […]
ANALISIS DE ACTUALIDAD – DICIEMBRE (2) “… ENRIQUECERNOS CON SU POBREZA” (2ª Corintios 8,9) El título que Cáritas de Vitoria me indicó para esta reflexión sobre la espiritualidad en la acción social está tomado de un versículo de la 2ª Carta a los Corintios de Pablo que dice textualmente “… porque ya sabéis lo generoso que fue nuestro Señor, Jesús Mesías: siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza”. Es importante atender al contexto en el que Pablo hace esta afirmación sobre Jesús. Es un contexto de solidaridad entre las primitivas comunidades cristianas. Está pidiendo que la comunidad de Corinto ayude a la comunidad de Jerusalén y le exhorta a la generosidad: “tenéis abundancia de todo… pues que sea también abundante vuestro donativo” (v. 7). Les ha puesto como ejemplo de solidaridad y generosidad a la comunidad de Macedonia “pues, en medio de una dificultad que los pone a dura prueba, su desbordante alegría y su extrema pobreza se han volcado con ese derroche de generosidad” (v. 2). Pero en este versículo 9, el que centra nuestra atención hoy, Pablo da un paso más: la solidaridad y la generosidad de unos con otros, la caridad de los unos con los otros, no se basa simplemente en el buen ejemplo de otra comunidad, sino en la generosidad del mismo Jesús Mesías. La caridad cristiana se vincula con el mismo Jesús. Y es esta vinculación a Jesús la que da a la caridad cristiana su fundamento, su peculiaridad, su radicalidad, su pleno alcance. Se trataría esta tarde de profundizar en dicho vínculo. A través de la puerta de este versículo paulino podemos entrar en la espiritualidad de la acción social. Lo vamos a hacer en tres capítulos que, a su vez, lo desglosan en tres partes. 1. AMAR AL ESTILO DE JESÚS: “YA SABÉIS LO GENEROSO QUE FUE NUESTRO SEÑOR, JESÚS MESÍAS” La caridad cristiana desborda ampliamente lo que podemos llamar “acción social” tal como la realizan otros agentes sociales, por más que la incluya o coincida con ella en muchos elementos. La desborda en sus contenidos, y también en el alcance que tiene para la persona cristiana que se compromete en ella. Porque la caridad cristiana es, antes que nada, y de entrada, como fue el amor de Jesús, compromiso personal, compromiso de persona a persona, y en la medida en que es tal, lleva necesariamente a vinculación, comunión, entrega, permanencia… El mismo Pablo lo refleja de modo contundente en el denominado “himno a la caridad” que aparece en la Primera Carta a los Corintios: “Ya puedo dar en limosnas todo lo que tengo… que si no tengo amor de nada me sirve” (1ª Corintios 13, 3). El amor, la caridad cristiana, no es sólo dar cosas, ni siquiera muchas cosas, todas las cosas…: hay algo más, es necesario algo más para que podamos hablar de verdad de caridad: entrega personal, compromiso personal. Benedicto XVI nos lo recuerda también clara y profundamente tanto en su Encíclica “Dios es Amor” como en su Exhortación Apostólica “El Sacramento de la caridad”: “Jesús no da “algo”, sino a sí mismo; ofrece su cuerpo y derrama su sangre” (1). La caridad es un amor por el que la persona se da ella misma y no sólo da cosas más o menos “exteriores” (bienes, tiempo, habilidades…). Y en la medida en que la caridad es comunión, vinculación, implicación personal, es compromiso no sólo con el aquí y el ahora de la persona, sino también preocupación y solidaridad por su crecimiento personal, por su autonomía y su futuro. Tal capacidad de donación es claramente un don y una gracia, algo que escapa a nuestras meras posibilidades humanas. No es un heroísmo personal, por más que pueda llevar a actitudes y decisiones “heroicas” en si mismas, o en comparación con lo que es habitual en nuestra sociedad. Las actitudes y decisiones a que nos lleva la caridad, aunque sean “heroicas”, no son nuestro mérito, sino nuestro regalo: el don que Dios nos ha regalado, inmerecida y generosamente. También nos lo recuerda de modo contundente Benedicto XVI: “El poder ayudar no es mérito… ni motivo de orgullo. Esto es gracia” (2). La conciencia viva de que mi entrega a los demás es un don, una posibilidad concedida y no un mérito adquirido, y el entregarme a los demás no desde mi mismo sino desde la humilde gratitud a Dios, es la condición necesaria para una acción social limpia en su intención que no se busca a sí misma ni manipula al otro, que no genera dependencias ni servilismos, que es generosa y gratuita, que respeta la dignidad de la otra persona. Sólo así, alimentando nuestra entrega de agradecimiento, evitamos el gran pecado de tantas formas de acción social e incluso de caridad mal entendida: cambiar ayuda por dignidad. Nada, absolutamente nada, ni toda la ayuda del mundo vale un gramo de la dignidad de una persona, de la dignidad de un pobre. El alimento de esa actitud interior de limpieza y gratuidad, de tan radicales consecuencias en la forma concreta de ayudar a los demás, es la comunión con ese Jesús Mesías, cuya mayor generosidad fue la de entregarse a sí mismo: “Esta es la sangre de la alianza mía que se derrama por todos” (Mc 14, 23). En su reflexión sobre la Eucaristía insiste el Papa que “la unión con Cristo que se realiza en el Sacramento nos capacita también para nuevos tipos de relaciones sociales: la “mística” del Sacramento tiene un carácter social” (3). “La espiritualidad eucarística no es solamente participación en la misa y devoción al Santísimo Sacramento. Abarca la vida entera… la necesidad de entender de un modo nuevo la vida y vivirla…” (4). De entender y vivir de un modo nuevo la vida, de entender y vivir de un modo nuevo las relaciones sociales, y de entender y de vivir de un modo nuevo la acción social. De entender y vivir la acción social como una tarea de humanidad en […]