LA INVESTIGACIÓN SOCIAL EN EL HORIZONTE DE LA MISIÓN DE LAS OBRAS SOCIALES DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS Patxi Álvarez de los Mozos, SJ Miembro del Patronato de la Fundación Social Ignacio Ellacuría Ponencia presentada en la reunión del grupo Fomento Social, integrado por jesuitas y laicos vinculados a las ciencias sociales y a la acción social. Madrid, noviembre de 2008 Nota: Por restricción de espacio hemos suprimido las notas a pie de página. En le versión pdf las encontraréis íntegramente. Introducción La Misión de la Compañía hoy consiste en la defensa de la fe y la promoción de la justicia en diálogo con la cultura y con otras tradiciones religiosas. Se trata de una formulación atrevida y brillante, llena de promesas y a la que aún no hemos respondido con todas las posibilidades con que cuenta nuestro cuerpo apostólico. Fe y justicia, sin poder separar la una de la otra. Nuestra fertilidad apostólica recae sobre cómo sostenemos con valentía esta misión recibida (2). Sin embargo, todavía nos quedan bastantes consecuencias que extraer para esta misión por la fe y la justicia en todos los campos apostólicos en los que trabajamos. Nos cuesta mucho hacerlo, porque es muy exigente y comprometida. Necesita mucha oración, mucho desprendimiento, mucha creatividad, sabiduría, pasión, cercanía a los pobres, confesar y pedir perdón por nuestras alianzas afectivas con sus opositores… Es decir, requiere una profunda conversión, y la conversión se nos hace muy cuesta arriba. El P. Arrupe percibió esta necesidad de cambio con una claridad nítida, que nosotros continuamos lejos de alcanzar. Pues bien, la investigación social tiene mucho que aportar a esta misión de la fe que obra la justicia del Reino; de una justicia que anuncia lo más luminoso de la fe. De manera que este tema me parece muy relevante, al tiempo que exigente. Si la Compañía es misión, de tal manera que precisamente en función de la misión reciben su ubicación adecuada todas las demás componentes de la vida religiosa (comunidad, oración, coro, Eucaristía, pobreza, obediencia…), esta misma misión deberá ayudarnos a colocar en su puesto a la investigación social. Este es el único hilo conductor que voy a seguir en esta intervención: qué lugar debe ocupar la investigación social en un cuerpo que ha hecho de la misión fe-justicia su último compromiso. Daré los siguientes pasos: revisaré las fuentes ignacianas que motivan el apostolado intelectual que ha estado presente en nuestra tradición histórica; a continuación trataré de mostrar que la misión actual de la Compañía demanda un conocimiento riguroso y sapiencial de la realidad; mencionaré que este conocimiento debe estar al servicio del liderazgo apostólico; describiré algunas dificultades actuales que nos encontraremos al desarrollar esta tarea; señalaré algunos campos que a día de hoy podrían tener un interés especial; finalmente incluiré un modelo que podría vehicular las intuiciones que a lo largo del texto irán apareciendo. El apostolado intelectual en nuestra historia La investigación social forma parte de un apostolado de profunda raigambre en la Compañía, el apostolado intelectual, que ha constituido un campo apostólico fundamental de nuestra misión desde sus inicios (3). Los jesuitas, desde los primeros compañeros que eran “maestros en artes”, han cultivado muchos campos del saber y lo continuamos haciendo a día de hoy. Es parte de una larga tradición, como tendremos ocasión de ver. Fuentes ignacianas para el apostolado intelectual En la vida de S. Ignacio no se aprecia un interés especial por el trabajo intelectual. Su gran preocupación tras la conversión en Loyola consistió en “ayudar a las almas”. Comenzó a hacerlo así desde Manresa (4). Una atención que mantuvo al llegar a Tierra Santa, donde quería quedarse, pero ayudando igualmente a las personas (5). Es ésta igualmente la motivación a la que alude cuando se determina a estudiar (6). Irá a Barcelona a estudiar sólo con ese fin de ayudar mejor a las ánimas. A lo largo de su vida fue comprendiendo que alcanzar algún grado universitario le permitiría hablar de Dios, y que si no, esto le estaría vedado. El peregrino recorrió las universidades de Alcalá, Salamanca y finalmente París, donde alcanzó el título de “maestro en artes”. Todos los primeros compañeros lo eran. Algunos llegaron a ser teólogos brillantes, como Laínez o Salmerón. Pero no Ignacio. Lo suyo siguió siendo aquello de “ayudar a las ánimas” y garantizar para la Compañía –en especial a través de sus Constituciones– esta orientación de servicio a los demás, donde más falta hiciera. ¿De dónde surge, pues, ese deseo, ese afán de conocimiento que anima a la Compañía, a la primera y a la de nuestro tiempo? ¿Se trata sencillamente de que coincidió que aquellos primeros hombres pertenecían a la intelectualidad de su tiempo e inculcaron ese interés por la cultura a generaciones sucesivas? En realidad, las fuentes de este anhelo profundo de conocimiento se encuentran en nuestro núcleo místico, en la experiencia de Ejercicios, si bien no se trata de algo obvio. El eje medular de la tradición ignaciana se sitúa en un encuentro personal con Dios que libera, compromete y envía. Se trata de experiencia directa de lo divino (7), siempre tan sorprendente, desbordante y subversiva. El Dios que protagoniza e inicia este encuentro no se halla fuera de esta realidad, sino que se sitúa en el mundo, en su sencillez y en su profundidad. Ése fue el mayor don que recibió Ignacio en el Cardoner: ver a Dios en el mundo y al mundo en Dios; el mundo visto desde Dios, Dios visto desde el mundo. Una realidad que no es sino una profundización vivencial, mística, del logro dogmático cristológico de Calcedonia. Esto justifica que en el creyente que se nutre de esta tradición surja un ávido interés por el mundo. Para descubrir a Dios, su presencia y su acción, no hace falta huir del mundo, sino sumergirse en él (8). En la perspectiva ignaciana Dios y mundo no pueden separarse. Dios nos remite al mundo y el mundo a Dios. Y la actitud en la que queda […]
MULTINACIONALES QUE QUIEREN PROLONGAR LA GUERRA EN EL CONGO Por Jon Sobrino Teólogo Zenit, agencia de noticias del Vaticano, dijo hace poco que “la crisis humanitaria más olvidada en nuestro planeta es la del Congo”. De vez en cuando en los medios asoma la tragedia pues ya no hay modo de ocultarla. Pero lo que se dice de ella es todavía irrisorio e insultante en comparación con la magnitud de la barbarie y el genocidio. Y no hay llanto, ni pedir perdón, ni propósito de enmienda. En esta Carta a las Iglesias de vez en cuando decimos una palabra sobre el Congo. Es un muy pequeño grano de arena. Ahora, aunque no sea más que por pudor, volvemos a recordar a ese inmenso “pueblo crucificado”. Presentaremos, resumidamente, tres textos que han llegado a nuestras manos estos días. Terminaremos con una breve reflexión. “Quieren prolongar la guerra en el Congo” En Periodista Digital del 27 de noviembre el jesuita Ferdinand Muhigirwa acusa a la comunidad internacional de querer prolongar la guerra en el Congo. “Si la comunidad internacional lo quisiera realmente, la guerra en la República Democrática del Congo terminaría en pocos días”. Y da la razón. “Está claro que la raíz del conflicto son los minerales, de los que se benefician las empresas mineras y los países extranjeros, pero no la población autóctona que se ve obligada a vivir con menos de un dólar al día”. Los organismos supranacionales, como la Unión Europea, prefieren que la contienda se mantenga y «se prolongue en el tiempo de forma interminable”. El genocidio, por causa de la guerra y la pobreza, es claro. “Es terrible que en un país tan extremadamente rico la población viva abocada a tales niveles de pobreza”. Y crece la deshumanización. En El Salvador lo entendemos bien. Desde hace décadas se produce el abandono progresivo de la agricultura: “la gente no quiere seguir trabajando en los sectores tradicionales porque prefiere enriquecerse en las minas”. Y sufren los niños: “Las familias permiten a sus hijos abandonar el colegio desde edades muy tempranas para excavar. Creen que así se van a hacer ricos, cuando después la mayoría no consigue más de 50 dólares al mes”. Son palabras mayores. La guerra en el Congo es un genocidio que ha producido 5 millones de muertos en 15 años. El genocidio puede ser detenido, pero la comunidad internacional, las democracias del Norte, no quieren detenerlo. El Congo es un pueblo activamente crucificado. “El teléfono celular: ataúd del Congo” En lenguaje periodístico Cristóbal Saura explicaba en El portal del medio ambiente, el 6 junio de 2007, por qué ocurre el genocidio y por qué se oculta. El genocidio En las montañas orientales del Congo hay coltán y niobio, además de oro, diamantes, cobre y estaño. El coltán, abreviatura de colombio-tantalio, está en suelos de una antigüedad de tres mil millones de años. Se usa con el niobio para fabricar los condensadores para manejar el flujo eléctrico de los teléfonos celulares. Cobalto y uranio son elementos esenciales para las industrias nuclear, química, aeroespacial y de armas de guerra. Alrededor del 80% de las reservas mundiales de coltán están en el Congo. Por el control de estos minerales escasos hay una guerra tremenda. Los poderes multinacionales quieren controlar la minería de la región. Conclusión: “el motivo del genocidio son estos minerales que buscan las corporaciones” y además están destruyendo la segunda área verde del planeta después del también amenazado Amazona. Un poco de historia En 1996 Estados Unidos patrocinó una invasión de fuerzas militares de las vecinas Rwanda y Uganda. Hacia 1998 tomaron el control y ocuparon las áreas mineras estratégicas. Muy pronto, el ejército rwandés comenzó a ganar más de 20 millones de dólares por mes con la minería del coltán. Hay cientos de informes que denuncian abusos de los derechos humanos en esa región minera. Las empresas con capacidad tecnológica convierten el coltán en el codiciado tantalio en polvo y lo venden a Nokia, Motorola, Compaq, Sony y a otros fabricantes que lo usan en teléfonos celulares y otros aparatos de tecnología “de punta”. Keith Harmon Snow dice que para analizar la geopolítica del Congo y las razones de una guerra casi inacabable desde 1996, hay que comprender el crimen organizado por negocios multinacionales. La guerra del Congo se planificó con las inversiones de corporaciones multinacionales de Estados Unidos, Alemania, China y Japón en la región. Y está apoyada por las más poderosas corporaciones, la Cabot Corporation y la OM Group, de Estados Unidos; la HC Starck de Alemania; y Nigncxia, de China. Redes criminales, preparadas y mantenidas por esas multinacionales, practican la extorsión, soborno, violación y matanzas. Y obtienen beneficios sin precedentes con la minería del Congo. Hasta 6 millones de dólares en cobalto crudo salen a diario de la RDC. Sin embargo, casi nunca aparecen estas compañías en los informes sobre derechos humanos. Personajes relacionados con el negocio del coltán han estado muy cercanos al gobierno de Estados Unidos. Sam Bodman fue llamado por el Presidente Bush en 2004 para ser Secretario de Energía. Nicole Seligman fue consejera legal de Bill Clinton. Muchos que alcanzaron posiciones de poder en la administración Clinton pasaron a altos cargos en Sony Corporation. En el negocio participan distribuidores norteamericanos de armas, como Simax, y las compañías que fabrican material de guerra para el Pentágono, llamadas “proveedores de Defensa”, Lockheed Martin, Halliburton, Northrop Grumman, GE, Boeing, Raytheon y Bechtel. Incluso organizaciones pseudo humanitarias como CARE, el Comité de Rescate Internacional; “Conservation”, empresas de relaciones públicas y grandes medios de comunicación como The New York Times. Se han hecho grandes fortunas, vendiendo electrónica de alta tecnología para que la disfruten los norteamericanos y europeos, los japoneses y los “nuevos ricos” de América Latina, China y la India. El encubrimiento El 5 de junio de 2006, se leía en la portada de la revista Time: “Congo: El Peaje Oculto de la Guerra más Mortal del Mundo”. Es cierto que el artículo mencionaba brevemente el coltán y su uso en los […]
DERECHOS HUMANOS EN LA TRAMITACIÓN DEL N.I.E Fotografía tomada de http://estaticos.20minutos.es TESTIMONIO Noviembre y diciembre de 2008 fueron, según el parecer de los entendidos en la materia y la experiencia de quienes vivimos en Bilbao, los meses con menos horas de sol en muchos años, sin faltar la llovizna pertinaz (sirimiri) en la mayoría de los días. Estos fenómenos atmosféricos los han vivido con mayor dureza los cientos de inmigrantes que tienen que hacer largas horas de cola frente a la Comisaría de la Policía Nacional en Bilbao para obtener su ansiado número de identificación de extranjeros – NIE. Esta cruda realidad fue puesta de manifiesto en un artículo del diario EL CORREO y en el programa PÁSALO de la televisión pública del País Vasco –EITB y, aunque se han constatado algunas mejoras en la organización como la entrega de citas el día anterior, creemos que el procedimiento es profundamente mejorable dadas las posibilidades tecnológicas que existen hoy día para la gestión de este tipo de trámites. Desde la Fundación Social Ignacio Ellacuría hacemos un llamado a las autoridades competentes para que analicen los procedimientos con que se atienden a las personas inmigrantes de manera que sus derechos y el respeto a su dignidad sean salvaguardados. Para ilustrar esto os invitamos a leer el testimonio de una persona que acaba de pasar por los trámites del NIE ante la Comisaría de la Policía Nacional en Bilbao. Sus palabras llenas de vida y dolor nos ayudarán a tomar conciencia sobre las dificultades que tienen que pasar tantas personas para poderse mantener en el marco de las políticas de regularización. Nota: El testimonio ha sido elaborado por una persona de lengua extranjera. Sin embargo, aunque algunas construcciones gramaticales puedan ser difíciles de entender en castellano, nos parece una riqueza conservarlas. Y LOS DERECHOS HUMANOS ¿DÓNDE ESTÁN? Os escribo este correo bastante indignada y porque, a parte de ser una forma de desahogar, también pienso que debería ser de nuestro conocimiento, ya que trabajamos con cuestiones relacionados a los derechos humanos y las migraciones. No creo que eso sea una novedad para nadie, pero bueno, creo que muchas veces se olvida del calvario que una persona extranjera tiene que pasar para, por ejemplo, seguir aquí de manera regular y que muchas personas simplemente no entienden cómo un extranjero, a veces, prefiere seguir en situación irregular, ¿no? Yo os digo que entiendo, porque en definitiva pasar por lo que he tenido que pasar estos dos días es algo indignante. Y a mi me hace incluso pensar que se trata efectivamente de un sistema que privilegia la situación irregular, mucho más ventajosa para los empresarios europeos de una manera general, pues lo único que hace es generar un mercado de mano de obra abundante y barato que acepta cualquier condición de trabajo a cambio de unos pocos euros. Se trata de una situación de increíble vulnerabilidad y sinceramente habría que hacer algo sobre este tema… Vamos a los hechos: Pues resulta que por milésima vez he tenido que ir a la policía nacional para resolver trámites acerca de mi situación “legal” aquí en España. Soy estudiante y, por supuesto, tengo toda mi documentación en regla. Hace un par de meses he tenido que tramitar la renovación de mi NIE por lo que he estado durante todo un día en la cola de la extranjería para pedir información. He podido hacerlo, pero llevo casi dos meses y medio sin recibir ninguna respuesta de mi renovación. Tengo un resguardo que me vale para enseñar a la policía por si me lo piden, pero que, por ejemplo, no me vale para poder salir de España y poder regresar, por lo que necesitaba tramitar, además, un permiso de regreso para que yo pudiera ir a mi país en enero y volver sin el miedo de que no me permitieran entrar en Europa. Ayer estuve en la policía. Llegué a las 8 y media de la mañana, hacía más o menos 7 grados y, claro, ya había mucha gente esperando. Mientras todos los españoles tenían paso libre, nosotros esperábamos, sin ningún tipo de información. Tres horas, bajo el frío, bajo la lluvia y he sabido por otras personas, que llevaban dos días yendo en el intento de conseguir una cita. Hasta bajo granizo han estado sin poder ni siquiera entrar dentro del edificio para mínimamente protegerse de situaciones tan adversas. Personas que trabajan y que por lo tanto no pueden estar tantos días sin ir a su trabajo, bajo la amenaza muchas veces de perder sus empleos, pues tampoco podemos olvidar que la tal crisis, es responsabilidad -parece ser- única y exclusivamente de los inmigrantes… Mujeres embarazadas y con niños pequeños que ni siquiera podían entrar dentro del edificio para esperar, al menos sentadas, siendo que ahí había sillas libres. El horario de atención de la policía para estos trámites empieza a las 9 de la mañana y nos quedamos sin ninguna información hasta las 11 (sin que la cola se moviera). Cuando empezaron a atender nos dejaron pasar, de 5 en 5, para conseguir una cita para el día siguiente. A la hora de darnos la cita, nos decían que teníamos que venir al día siguiente en una determinada franja de horarios, pero nada de eso estaba escrito en la hoja que nos dieron. A mi, por ejemplo, me tocó la franja entre las 11 y las 12 de la mañana. Hoy volví y muchas caras conocidas (de la cola del día anterior) ya llevaban horas esperando. Llegué a las 10:30 (por si acaso….) y hasta las 12 nadie había entrado. La cola de al lado nuestro, precisamente para coger citas, ya se había terminado y nosotros seguíamos ahí, en el frío, sin ninguna información sobre el motivo de que todos nosotros todavía no pudiéramos entrar. Lo único que hacían los policías, cuando preguntábamos porque se tardaban tanto para atendernos, era hacer chistes tontos, imitando nuestros acentos (como por ejemplo: “¿tenéis frío? nosotros también…” “si estás en esta cola, […]
Manifiesto ante la nueva Ley de Asilo El viernes 5 de diciembre, el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de la nueva Ley de Asilo que llegará en breve al Congreso de los Diputados para su discusión y tramitación. Los avances de esta ley quedan eclipsados por el retroceso global que supone en la protección de las personas refugiadas. Ante esta situación, hemos elaborado un manifiesto en defensa del derecho de asilo con el objeto de recoger apoyos de organizaciones sociales, entidades, plataformas y redes, personas que estén al frente de nuestras redes sociales y profesionales más cercanas o con las que tenemos contacto (asociaciones de vecinos, centros de enseñanza, rectores, colegios de abogados, colegios profesionales, facultades universitarias, institutos universitarios, organismos de DDHH, defensorías del pueblo, asociaciones en general…) y, por supuesto, personalidades de reconocido prestigio que puedan dar con su apoyo un impacto público importante a nuestros planteamientos. Los apoyos se recibirán a través del correo manifiesto@cear.es. Para ser válidos, deberán ir acompañados de: Nombre y apellidos de la persona que apoya el manifiesto Cargo o profesión Organización o entidad a la que pertenece Un correo electrónico de contacto (en caso de no tener correo electrónico, una dirección postal) a través del cual os mantendremos informadas de los avances en el proceso Difunde el manifiesto lo máximo que puedas. En www.cear.es tienes toda la información sobre la nueva Ley de Asilo y el Manifiesto.
La política europea de inmigración y asilo, o la quimera de la seguridad sin libertad ni justicia Comunicado del Apostolado Social de la Compañía de Jesús España y Latinoamérica-Caribe Las Delegaciones del apostolado social jesuita de Europa y Latinoamérica-Caribe nos sumamos el 18 de diciembre, aniversario de la firma de la Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y sus familias (1990), a la celebración de la jornada mundial del migrante. Queremos devolver una mirada sobre la persona que emigra o que busca refugio, y desde ella sobre su familia, sus comunidades, sobre las sociedades de origen y acogida. No queremos cerrar la mirada ante decisiones políticas y legislativas que ponen en riesgo la garantía de derechos humanos de personas especialmente vulnerables. Desde esta perspectiva, nos preocupa seriamente la deriva de las políticas europeas de inmigración y asilo, tal como se manifiestan en la Directiva de Retorno y en el Pacto europeo sobre la inmigración y el asilo. En su desarrollo priman la seguridad en detrimento de la libertad y la justicia. Y esto por más que proclamen el respeto a todos los instrumentos internacionales que garantizan los derechos humanos; y aunque pretendan la integración social de inmigrantes legales y refugiados, garantizando el disfrute de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes. Con tal preocupación por la suerte de las personas más necesitadas de protección internacional, denunciamos algunas medidas que se encuentran en el filo de la legalidad y de la ilegalidad internacional, de la salvaguarda de los derechos humanos y de su denegación: La regulación de la salida obligatoria y de la expulsión de migrantes en situación irregular (confusamente denominadas “retorno voluntario” y “retorno”) no considera las amenazas a los derechos humanos en sus países de origen, ni obliga a los Estados miembros de la UE a garantizar asistencia letrada efectiva. Los plazos fijados para el “retorno voluntario” (entre 7 y 30 días) lo vuelven inviable en condiciones de seguridad jurídica. A la vez que permite el internamiento de migrantes en proceso de expulsión sin suficiente control judicial, y con un plazo (6 meses, prorrogables hasta 18) desproporcionado para las necesidades de identificación y aseguramiento del proceso. Las prohibiciones de reingreso (hasta 5 años) impiden de hecho que la persona pida asilo en la UE por causas sobrevenidas tras su retorno al país de origen. La regulación de los retornos en frontera excluye cualquier garantía jurisdiccional y bloquea de hecho la petición de asilo. Tal como regula la repatriación de menores de 18 años a sus países de origen (para entregarlos a sus padres o tutores, o a instituciones de acogida de menores) no se garantiza, ante todo y sobre todo, el interés superior del menor. Desde las delegaciones del Apostolado Social de la Compañía de Jesús reconocemos que no hay margen político para modificar los términos de la Directiva de Retorno. Confiamos en que se pida justicia, en última instancia ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) para hacer prevalecer el Derecho internacional público, el Derecho Internacional de los derechos humanos y el Derecho humanitario cuando se apliquen las normas de los Estados miembros que traspongan la Directiva. Y cuando se abran procesos de reforma legislativa en los Estados miembros de la UE, invitamos a tomar distancia de las exigencias coyunturales del mercado de trabajo, a tener presentes las necesidades estructurales de las sociedades europeas en términos demográficos, y a centrar la mirada en las personas más vulnerables y sus derechos. Otros textos: Comunicado del Apostolado Social – Versión en Inglés Pacto europeo de inmigración y asilo
LA REPÚBLICA DEL CONGO LLORA A SUS HIJOS Y NO QUIERE CONSOLARSE Declaración de la Comisión Permanente de los Obispos sobre la guerra en el este y noreste de la R.D. del Congo “Nosotros, arzobispos y obispos, miembros de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Nacional del Congo, reunidos en Kinshasa, en sesión extraordinaria del 10 al 13 de noviembre del 2008, afligidos y conmocionados por la tragedia humana en el este y noreste de la R. D. del Congo, lanzamos un grito de desesperación y protesta. En efecto, hace sólo un mes que en nuestra última Conferencia Episcopal Nacional del Congo, la CENCO, a través de su presidente, hizo una declaración sobre la reanudación de las hostilidades en el este y el noreste de la R. D. del Congo. A pesar de nuestros angustiados gritos de ayuda dirigidos tanto a nuestros gobernantes como a la comunidad internacional, la situación en esta parte de nuestro país no ha hecho más que empeorar y está tomando dimensiones insoportables, sumamente inquietantes y capaces de desestabilizar toda la región si no se hace algo urgentemente. Sí, como nos dicen hoy la Escritura: Un clamor se ha oído en la R. D. del Congo, mucho llanto y lamento: es Goma, Kiwanja, Dungu…, es la nación entera que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen (Cf. Mt. 2, 18). ¿Un genocidio silencioso? Vivimos un auténtico drama humanitario que, como un genocidio silencioso, se está llevando a cabo bajo los ojos de todos. Las masacres a gran escala de la población civil, el exterminio selectivo de los jóvenes, las violaciones sistemáticas llevadas a cabo como un arma de guerra, se han desencadenado de nuevo con una crueldad y una virulencia impensables contra la población local que jamás ha exigido más que una vida tranquila y digna en sus tierras. ¿Quién estará interesado en semejante drama? Lo más deplorable es que estos terribles hechos ocurren bajo la mirada impasible de quienes han recibido el mandato de mantener la paz y proteger a la población civil. Nuestros mismos gobernantes se muestran impotentes ante la amplitud de la situación, y dan la impresión de no estar a la altura de los desafíos de la paz, de la defensa de la población congoleña y de la integridad del territorio nacional. La entera clase política no parece comprender la dimensión de su responsabilidad ante este drama que corre el peligro de hipotecar el futuro de la nación. Recursos naturales y plan de balcanización: eje de la guerra Es evidente que los recursos naturales de la R. D. de Congo alimentan la avidez de ciertas potencias y no son ajenos a la violencia que se impone a la población. En efecto, todos los conflictos se producen en las rutas económicas y en torno a los yacimientos de minerales. ¿Cómo se puede entender que los diferentes acuerdos sean violados sin ninguna presión eficaz para obligar a sus signatarios a respetarlos? Las distintas conferencias y reuniones para resolver esta crisis no han abordado todavía los temas de fondo y no han hecho otra cosa que postergar y defraudar las aspiraciones legítimas de paz y justicia de nuestro pueblo. Además, el plan de balcanización que no cesamos de denunciar se está llevando a cabo a por personas interpuestas. Se tiene la impresión de una gran conspiración que permanece escondida. La grandeza de la R.D. del Congo y sus numerosas riquezas no deben servir de pretexto para hacer de ella una jungla. Pedimos al pueblo congoleño que no ceda jamás a las veleidades de quienes quieren la balcanización de su territorio nacional. Les recomendamos que jamás firmen una revisión de las fronteras establecidas a nivel internacional y reconocidas por la Conferencia de Berlín y los acuerdos posteriores. Condenamos con vehemencia esta manera innoble de considerar la guerra como medio para resolver los problemas y acceder al poder. El orden constitucional emanado de las elecciones democráticas en nuestro país debe ser mantenido. Denunciamos todos los crímenes cometidos contra ciudadanos pacíficos y desaprobamos de la manera más absoluta toda agresión al territorio nacional. Denunciamos la dejadez con que la comunidad internacional trata los problemas de la agresión de la que nuestro país es víctima. ¿Qué pedimos? Pedimos el cese inmediato de las hostilidades y que se garanticen las condiciones de seguridad para el regreso de todos los desplazados a sus tierras. Con la máxima urgencia apelamos a la solidaridad nacional e internacional para que se aumente la ayuda humanitaria en favor de los miles de hombres, mujeres y niños amontonados en los campamentos. Invitamos a toda la población congoleña a un despertar nacional para vivir como hermanos y hermanas, en solidaridad y cohesión nacional, para que la R. D. del Congo no se deje llevar hacia la violencia y las divisiones. Exhortamos al gobierno congoleño a hacer todos los esfuerzos necesarios para restablecer la paz en toda la extensión del territorio nacional. Es el sagrado deber de nuestros gobernantes ejercer sus funciones de gobierno para proteger al pueblo y garantizar la seguridad de las fronteras. Nadie ignora que la falta de un ejército republicano es perjudicial para la paz en el país. Pedimos a la comunidad internacional que se empeñe sinceramente en hacer respetar el derecho internacional. Consideramos imperiosa la necesidad de enviar una fuerza de pacificación y de estabilización para restablecer los derechos en nuestro país. Todo el mundo ganará más un Congo en paz, que con un Congo en guerra. Compromiso de la Iglesia Solidaria con los sufrimientos de su pueblo, la Iglesia-familia de Dios que se encuentra en la R. D. del Congo se compromete a acompañar a sus hijos e hijas por el camino de la reconciliación y de la paz. Expresa su reconocimiento a Su Santidad Benedicto XVI por su atención al drama de la R. D. del Congo, por sus repetidos llamados a todos a fin de que busquen una solución pacífica y por la ayuda financiera que él mismo acaba de dar […]
Discurso de TZVETAN TODOROV Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2008 Antes de la época contemporánea, el mundo jamás había sido escenario de una circulación tan intensa de los pueblos que lo habitan, ni de tantos encuentros entre ciudadanos de países diferentes. Las razones de tales movimientos de pueblos e individuos son múltiples. La celeridad de las comunicaciones incrementa el prestigio de los artistas y de los sabios, de los deportistas y de los militantes por la paz y la justicia, poniéndolos al alcance de los hombres de todos los continentes. La actual rapidez y facilidad de los viajes invita hoy a los habitantes de los países ricos a practicar un turismo de masas. La globalización de la economía, por su parte, obliga a sus elites a estar presentes en todos los rincones del planeta y a los obreros a desplazarse allá donde puedan encontrar trabajo. La población de los países pobres intenta por todos los medios acceder a lo que considera el paraíso de los países industrializados, en busca de unas condiciones de vida dignas. Otros huyen de la violencia que asola sus países: guerras, dictaduras, persecuciones, actos terroristas. A todas esas razones que motivan los desplazamientos de las poblaciones se han sumado, desde hace algunos años, los efectos del calentamiento climático, de las sequías y de los ciclones que este conlleva. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, por cada centímetro de elevación del nivel de los océanos, habrá un millón de desplazados en el mundo. El siglo XXI se presenta como aquel en el que numerosos hombres y mujeres deberán abandonar su país de origen y adoptar, provisional o permanentemente, el estatus de extranjero. Todos los países establecen diferencias entre sus ciudadanos y aquellos que no lo son, es decir, justamente, los extranjeros. No gozan de los mismos derechos, ni tienen los mismos deberes. Los extranjeros tienen el deber de someterse a las leyes del país en el que viven, aunque no participen en la gestión del mismo. Las leyes, por otra parte, no lo dicen todo: en el marco que definen, caben los miles de actos y gestos cotidianos que determinan el sabor que va a tener la existencia. Los habitantes de un país siempre tratarán a sus allegados con más atención y amor que a los desconocidos. Sin embargo, estos no dejan de ser hombres y mujeres como los demás. Les alientan las mismas ambiciones y padecen las mismas carencias; sólo que, en mayor medida que los primeros, son presa del desamparo y nos lanzan llamadas de auxilio. Esto nos atañe a todos, porque el extranjero no sólo es el otro, nosotros mismos lo fuimos o lo seremos, ayer o mañana, al albur de un destino incierto: cada uno de nosotros es un extranjero en potencia. Por cómo percibimos y acogemos a los otros, a los diferentes, se puede medir nuestro grado de barbarie o de civilización. Los bárbaros son los que consideran que los otros, porque no se parecen a ellos, pertenecen a una humanidad inferior y merecen ser tratados con desprecio o condescendencia. Ser civilizado no significa haber cursado estudios superiores o haber leído muchos libros, o poseer una gran sabiduría: todos sabemos que ciertos individuos de esas características fueron capaces de cometer actos de absoluta perfecta barbarie. Ser civilizado significa ser capaz de reconocer plenamente la humanidad de los otros, aunque tengan rostros y hábitos distintos a los nuestros; saber ponerse en su lugar y mirarnos a nosotros mismos como desde fuera. Nadie es definitivamente bárbaro o civilizado y cada cual es responsable de sus actos. Pero nosotros, que hoy recibimos este gran honor, tenemos la responsabilidad de dar un paso hacia un poco más de civilización.
REFLEXIONES EN TORNO A LA CRISIS FINANCIERA CRÓNICA DE UNA “CRISIS” ANUNCIADA Hace algunos años, el premio Nobel de literatura Gabriel García Márquez, escribió una pequeña novela con el sugerente título de “Crónica de una muerte anunciada”. En sus páginas narraba las peripecias de una joven mujer que se casa sin ser “virgen” (en un entorno machista que, obviamente, no podía aceptar esta afrenta) y la “sentencia cantada” de quien presumiblemente había sido el causante de la desdicha. Con este mismo título podríamos referirnos a la actual crisis de la economía mundial pues, lo que hoy estamos presenciando, ya se presagiaba desde hace varios años cuando el capitalismo salvaje se adueñó de los criterios rectores de la economía mundial. Entre el 2005 y el 2007 la Reserva Federal de los Estados Unidos hace una rebaja muy importante en el precio del dinero pasando del 6.5% al 1%. Con esta rebaja en las tasas de interés se estimuló de gran manera la construcción y compra de viviendas en lo que se ha denominado el “Boom inmobiliario”. Sin embargo, esta realidad tiene dos lecturas distintas: los inversionistas y la de los banqueros. Los primeros entienden que es una excelente oportunidad pues van a aumentar sus bienes de capital con propiedades adquiridas con un dinero barato, pero, para los segundos, la colocación de numerosos créditos a bajo interés, tarde que temprano, afectaría la rentabilidad de sus instituciones. Para contrarrestar esta falta de rentabilidad, el sistema financiero de los Estados Unidos define dos estrategias: Concesión de préstamos de alto riesgo: con estos pretendía colocar dinero a tasas más elevadas a un tipo de clientes llamados NINJA (de las palabras inglesas: no income, no job, no assets que traducen: sin ingresos fijos, sin empleo, sin garantías reales). Este dinero, así colocado, presentaba un riesgo grande de impago que la banca asumió. Una buena cantidad de los créditos son destinados para la compra de las viviendas que genera el boom inmobiliario. Los NINJA son beneficiarios de créditos hipotecarios por un valor superior al de sus casas pues, de acuerdo con la ley del mercado, era más que probable que dichas casas, en poco tiempo, costasen más que la hipoteca. A estas hipotecas que tienen un riesgo alto de impago se les denomina subprime, que en lenguaje llano son las hipotecas basura. Mientras el sistema fue boyante no pasó nada; sin embargo, cuando la cartera vencida empieza a crecer y la liquidez de la banca se ve amenazada se encienden las alarmas que suscitarán respuestas de diversa índole. Aumentar el número de operaciones crediticias: para compensar las bajas de interés los bancos optan por aumentar la venta de créditos desde la lógica que 1000 por poco es más que 100 por mucho. La avalancha de créditos concedidos no tarda en disminuir las reservas de los bancos por lo que éstos acuden a entidades financieras extranjeras para que les presten dinero y poder mantener el ejercicio crediticio. Con estas acciones el problema de los bancos de Estados Unidos empieza a tener dimensión global aunque el ahorrador, e incluso el director de agencia, de cualquier banco en Londres, Bilbao o París no se imaginan que su dinero pueda estar siendo utilizado con altísimos niveles de riesgo. La proliferación de hipotecas basura y el recurso a préstamos de la banca internacional no tardó en convertirse en una bola de nieve que día a día fue involucrando a un número mayor de instituciones financieras colapsando al sistema del capitalismo especulativo. Asistir al rescate de bancos de la talla de Lehman Brothers, quebrados por los préstamos a otros bancos menores, no deja de ser un espectáculo dantesco. En el Estado español la crisis generada por la proliferación de créditos de alto riesgo tiene dimensiones preocupantes pues los bancos han tenido que captar en el exterior cerca de 100.000 millones de euros anuales por la limitada capacidad de ahorro de los españoles. Paradójicamente, según un artículo de El Mundo citado en www.economialdia.wordpress.com, la fiesta crediticia ha concedido préstamos de alto riesgo que triplican el Producto Interior Bruto del Estado. Sólo el sector inmobiliario, sin contar el sector de la construcción, acumulan un riesgo de 400.000 millones de euros. CUIDADOS INTENSIVOS PARA UN SISTEMA MORIBUNDO Continuando con la analogía de la muerte anunciada, el sistema capitalista ha salido a reanimar sus entidades con una serie de medidas que pretenden garantizar la estabilidad financiera y, según sus voceros, ofrecer nuevamente créditos a las pequeñas empresas y las familias. Vamos a señalar aquí las tres medidas que el ejecutivo español ha dictado últimamente mediante el real decreto 1642/2008 y los dos reales decretos-ley 6/2008 y 7/2008. Real Decreto 1642/2008: este decreto fija en 100.000 € el nuevo importe garantizado que regirá el Fondo de Garantía de Depósitos de Entidades de Crédito modificando el hasta ahora vigente aprobado en el Real Decreto 948/2001. Estas garantías se aplicarán por titular y entidad. La justificación de este aumento, que supera el umbral fijado por los estados miembro de la Unión Europea que asciende a 50.000 €, está en el intento de “mantener e incrementar la confianza de los depositantes e inversores en nuestras entidades de crédito y Empresas de Servicios de Inversión”. Real Decreto-Ley 6/2008: la medida contemplada en este decreto consiste en la creación de un Fondo para la Adquisición de Activos Financieros. Esta medida se justifica, según los autores del decreto, porque los acontecimientos suscitados a partir de agosto de 2007 en los Estados Unidos han traído como consecuencia una “disminución intensa de la capacidad de las entidades financieras para captar recursos en los mercados de capitales. La incertidumbre sobre los riesgos de crédito y contrapartida ha distorsionado el buen funcionamiento de los mercados, dificultando la captación de recursos por parte de las entidades financieras y, en último término, la financiación a empresas y familias”. Con esta medida, de carácter temporal, lo que se pretende es que el estado pueda comprar activos de máxima calidad a la banca española de tal manera que ésta […]
III FORO SOCIAL MUNDIAL DE MIGRACIONES Rivas Vaciamadrid (España) – Septiembre de 2008 El Foro Social Mundial de las Migraciones – FSMM es un acontecimiento que se encuadra en la línea de los Foros Sociales Mundiales que, desde el año 2001, vienen ofreciendo diversos formatos bajo la coordinación de un Consejo Internacional. Se trata de Foros Mundiales, Foros Regionales y Foros Temáticos. El FSMM celebrado entre el 11 y el 13 de septiembre de 2008 en el municipio de Rivas Vaciamadrid (Madrid, España) se sitúa dentro de los foros temáticos, siendo el tercero que se celebra a nivel mundial. El FSMM es un espacio de debate democrático de ideas, de reflexión, formulación de propuestas, cambio de experiencias y articulación de movimientos sociales, redes, ONGs y otras organizaciones de la sociedad civil que se oponen a la globalización neoliberal comandada por las grandes corporaciones y quienes sirven a sus intereses y a las consecuencias de su dominio tales como la restricción del reconocimiento de la ciudadanía y los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales y el apoyo a la libre circulación de capitales que no siempre se ve acompañada por la libertad de circulación de las personas. Es un proceso mundial que busca la construcción de otro mundo posible, de una sociedad planetaria orientada a una relación fecunda entre los seres humanos y de estos con la tierra, consolidando una globalización solidaria en la que se reconozcan los derechos de los desplazados y su integración en los países de acogida en el mundo. El III Foro Social Mundial de las Migraciones aprobó en su clausura la siguiente declaración: Nuestras Voces Somos personas y organizaciones de migrantes, desplazados/as y refugiados/as; víctimas del tráfico de seres humanos y la trata; somos también movimientos y organizaciones sociales trabajando junto a ellos; somos sujetos individuales y colectivos que, preocupados por el hecho migratorio comprendido en su integralidad, nos hemos ocupado de desarrollar acciones comprometidas con la transformación radical de las condiciones en las que los seres humanos se han visto obligados a migrar, desplazarse o refugiarse. Nosotras, las personas migrantes, desplazadas y refugiadas y nuestras organizaciones, nos constituimos en un nuevo sujeto político y en una fuerza social mundial que se consolida en este III Foro Social Mundial de las Migraciones. Por todo lo anterior y con legítimo derecho, levantamos nuestras voces para decir: No al creciente deterioro de las condiciones de vida que impacta a la mayoría de las personas del planeta, en el norte como en el sur global y que impacta de manera especial a las personas migrantes, refugiadas y desplazadas de los diferentes continentes, y muy especialmente las de los pueblos palestino, saharaui, colombiano, sudanés e iraquí y a las políticas cómplices de Estados Unidos, Europa y España en particular. No a las migraciones forzadas de los pueblos indígenas como resultado de la expropiación de sus tierras y de los megaproyectos agroindustriales, que traen como consecuencia el desarraigo y la destrucción de sus culturas. No a las diferentes manifestaciones de racismo en contra de las personas y comunidades migrantes en todos los continentes y particularmente, en contra de las personas de África Negra y la comunidad latina en los Estados Unidos. No a la reproducción y el fortalecimiento de un sistema patriarcal que, en el contexto de la feminización de las migraciones, profundiza aun más la asimetría de género ya existentes, y se traduce en la continuidad de la ubicación de la mujer en trabajos relacionados al ámbito privado y al cuidado de otros, en condiciones de esclavitud. No a los proyectos que estigmatizan, segmentan y excluyen a las personas migrantes y sus familias y deterioran el tejido social comunitario y organizativo. Rechazamos la pretensión de transformar las remesas en sustituto de políticas estatales de desarrollo en los países de origen y en refuerzo al circuito financiero del capital, ampliando aún más las históricas asimetrías sociales, políticas, económicas y culturales. No al discurso mediático convencional que desde los estereotipos, refuerza la criminalización y la victimización de las personas migrantes como discurso hegemónico; a la xenofobia, la discriminación y el racismo que se propaga desde ellos y que acrecienta esas conductas y prácticas en las sociedades y países de tránsito y destino de personas migrantes. No a la globalización capitalista, neoliberal, concentradora y excluyente, depredadora del ser humano y de la naturaleza y que en su conjunto representa la causa fundamental de las migraciones contemporáneas. Nuestros Derechos Somos sujetos que nos hacemos cargo de procesos; analizamos e interpretamos la compleja realidad del hecho migratorio, desde el lugar del ser humano, su dignidad y la integralidad de nuestros derechos humanos; imaginamos y ponemos en marcha iniciativas múltiples y diversas y apostamos por nuestro protagonismo histórico, por la construcción de otra realidad: En las condiciones actuales del capitalismo mundial, las personas migrantes somos una muestra evidente de las desigualdades económicas y sociales entre los países y dentro de los países. Situación que se profundiza por la sincronía de una crisis mundial, multidimensional: económica, ambiental, alimentaria y energética. La construcción de muros geográficos, políticos, legales y culturales, como la directiva europea de “la vergüenza”, y otras leyes públicas y disposiciones oficiales similares, son una estrategia criminalizante que, en aras de la mayor rentabilidad del capital internacional, elimina todos los derechos humanos. Para ello se recurre, además, a la externalización de fronteras, la internalización mental a través de la persecución, el hostigamiento y las deportaciones; las detenciones arbitrarias, la impunidad policial fronteriza y los centros de internamiento, donde la violación de los derechos humanos es cotidiana. Insistimos en que los acuerdos laborales bilaterales y regionales inspirados en el modelo filipino de programas temporales de trabajadores huésped que, al impedir el arraigo, anula cualquier posibilidad de reivindicar sus derechos, propiciando la sobreexplotación y deshumanización de las personas trabajadoras, cumplan plenamente con las obligaciones establecidas en los convenios 97 y 143 de la OIT; sin lo cual se profundiza el deterioro integral del Trabajo Humano, con pérdida de su valor salarial, social y jurídico, […]
THE NEURALGIC ISSUE OF GLOBAL MIGRATION TODAY Descargar versión en castellano Jon Sagastagoitia Orbea, sj Introduction “Development is the process of expanding human freedoms that include elementary capabilities like being able to avoid deprivations and starvation, undernourishment, escapable morbidity and premature mortality, as well as the freedoms that are associated with being literate and numerate, enjoying political participation and uncensored speech and so on” (1). International trade and global financial markets are very good at generating wealth, but they do not take care of other social needs, such as the preservation of peace, alleviation of poverty, protection of the environment, labor conditions, or human rights (2). Most people know that they “with adequate opportunities, can effectively shape their own destiny and help each other” (3). That is the motivation for migration. Empirical data about migration According to statistics from the World Bank, in 2006 the world population stood at 6.5 billion. 191 million people (3% of world total population) were living outside their country of birth. 64 million of them were living in the European Union; 53 million in Northern America; 45 million in industrious regions of Asia. Migrants represented about the 14 per cent of the total population in these receiving regions. The process of migration has been increasing in the last years. For example, in the period 2000-2005 the net migration from less developed regions to developed ones has been 2.6 million per year. Causes of migration Migration is affected by factors such as international economic imbalances, poverty and environmental degradation, natural disasters, combined with absence of peace and security, human rights violations, and the varying degrees of development of judicial and democratic institutions (4). All these factors push and even force people to leave their countries to seek better opportunities to live. So, there are people who migrate fleeing from armed conflicts, genocide, or human rights abuses (5) (in 2006 there were 13 million refugees in the world, plus 26 million internal displacements). However, the majority of people migrate because of the lack of opportunities to work in their home countries. In this sense, some economic indicators show the unequal income distribution in the world: 16 per cent of the world total population receives 76 per cent of the Gross Domestic Product. This means that GDP per capita in high and middle developed regions is about 99 US Dollar, while in less developed regions (more than 1 billion people) it is less than 2 US Dollar. Therefore, available employment, safety and socio-economic standards in developed countries are the major pull factors for desperate workers in the poor world. Transportation and communication have made moving easier, so that people migrate for better opportunities to live. Effects of migration On one hand, receiving countries are increasingly recognizing the need and benefit of international migration. They are less inclined to reduce immigration than a decade ago. They are implementing policies promoting the immigration of the highly skilled workers to do the well-paid jobs that the native, older population cannot do. But at the same time they are increasing the barriers for majorities of low-skilled workers (6). The five most industrialized countries in the world are spending 17 billion US Dollars to prevent illegal immigration (7). By now, politics about migration have been focused mainly on the control of the borders, at a very high cost in lives and money. The consequences have been: death, illegal immigration and human right abuses. On the other hand, migrants contribute to the economies of their home countries through their remittances. In 2004, remittances sent to less developed countries were 145 billion US Dollars (8), which represents 0.3% of the Gross Domestic Product worldwide. According to the 0.7% worldwide campaign against poverty, migrants are the main supporters of that program. They contribute themselves three times more than official aid. It is an example where the private money is serving the public good. However, there are consequences affecting the development of home countries such as the loss of young workers and exodus of better skilled workers (the issue of “brain drain”). A policy reform: humanitarian aid or justice? The theological reflection (9). Universal freedom of movement.Right to emigrate. Duty of governments to establishand control borders for the sakeof the common good. Right of sovereignty. Based on:• The principle of the universal destination of goods.• The dignity of the human person. SOLIDARITY Migration is not only an ethical and political issue but a theological issue as well. It is related to love of God and to love of one’s neighbor as oneself. The Gospel warns believers to “welcome the stranger,” because “what you do unto the least of my breth¬ren, you do unto me” (Mt 25, 35. 40-41). In this sense, Catholic Social Teaching offers a strong defense for universal freedom of movement (the right to emigrate) and a call for openness and a spirit of solidarity on the part of receiving nations. Pope Pius XII in a letter to the American Bishops in 1948 captures well the two-prong foundation of the right to emigrate: First, it is the principle of the universal destination of goods. Those who are unable to satisfy their needs or to fulfill their familiar or social duties because of unfavorable conditions in their homelands have a right to move to where it is possible to do so. Second, it is the dignity of the human person. It means that every human being has the right to life, to bodily integrity and to the means necessary to the proper development of life. It implies a broad range of social, political and economic rights. However, Catholic social thought also assumes that it is the duty of governments to establish and control borders for the sake of the common good: the sovereignty of the state must be observed. How does one reconcile the tension between the right to emigrate and the right of sovereignty? The issue is the dignity of the human person. It defines, on one hand, the scope of the […]